Tras 20 días de campaña, que resumieron el trabajo en campo realizado desde la coordinación de los comités de defensa de la Cuarta Transformación en apoyo a las aspiraciones de Claudia Sheinbaum Pardo, durante el último año, Ulises Mejía Haro se coloca en un lugar privilegiado después de la cosecha en urnas.
No sólo se ha convertido en el candidato federal guinda más votado en los cuatro distritos de Zacatecas. Dentro de la circunscripción en la que participó con el nombre de Alfredo Femat Bañuelos en la boleta, los sufragios a presidenta y para el Senado reflejaron un mejor desempeño bajo su tutela.
Esto indica que la marca de Morena encuentra mejor aceptación en el estado, cuando se aleja de los apellidos Monreal/Díaz. Y, por el contrario, la marca guinda, con todo y campaña presidencial, empieza a encontrar resistencias muy claras en la aprobación ciudadana dentro de los centros urbanos.
Lo anterior ya lo sabíamos. La nueva gobernanza y “la secta” del Bienestar se empecinaron en negar las encuestas de calificación del desempeño de David Monreal Ávila, permanentemente estancado en los últimos lugares a nivel país. La votación del pasado domingo no fue más que un reflejo de ese rechazo.
No obstante, contrasta la forma de acopiar positivos incluso para Claudia Sehinbaum Pardo, cuando se acompaña de rostros distintos al de Verónica, Saúl, David o Ricardo. En consecuencia, los municipios del distrito 3 federal le otorgaron a la virtual presidencia de la república, en la marca de Morena, 62 mil 190 sufragios.
A estos se suman los de las diversas combinaciones con sus aliados PT y PVEM, para dar los totales distritales. Así que, quien mejores números habrá de presentar a Sheinbaum Pardo en Zacatecas es el candidato que ella misma impuso, por un compromiso político, a unas cuantas semanas de la elección.
Dicho escenario desvirtúa el de cualquier otro u otra aspirante, tomando en cuenta que incluso en estos momentos se juega la posibilidad de que José “Títere” Saldívar pierda la elección en Guadalupe una vez judicializada. Y, de retenerla, quede como el único presidente municipal “visible” para encartarse al 2027, aunque competitivamente poco atractivo.
Cerrar la brecha de votos a menos de 400, cuando Julio César Chávez Padilla se había reelecto en ese municipio en 2021 con 7 mil 500 sufragios de diferencia, es un absurdo que no terminan de entender en el equipo del “Títere” Saldívar porque lo único que les importa es proteger el feudo de corrupción que levantaron en Guadalupe.
Ahora bien, Saúl, como segundo lugar de la fórmula al Senado que arrastró la ola de Sheinbaum Pardo, no podrá desentenderse de lo que sucedió en Fresnillo. Durante el cómputo municipal la brecha entre “Javo” Torres Rodríguez y Bennelly Hernández Ruedas se ensanchó de manera abismal.
El del PRI-PAN-PRD cierra la elección en la tierra de los Monreal con 48 mil 436 votos bajo el brazo. Mientras que la candidata del Morena-PVEM se regresa a su curul con 32 mil 992 sufragios, lo que representa un salto cualitativo de 15 mil 444 opiniones de rechazo a los de Puebla del Palmar.
Sin un gobernador priista, ni diputados aliados, y con una presidencia municipal volcada en “apoyar” la campaña de Bennelly en los ratos libres que se desocupaban del proselitismo en favor de Saúl, el candidato del Fuerza Por Zacatecas también tiene un lugar privilegiado rumbo al cambio de gobierno en tres años.
No existe síntoma de tal magnitud acerca del hartazgo ciudadano que recae en el pésimo gobierno de David Monreal, que romper la hegemonía en Fresnillo la cual sólo duró dos administraciones en las que el “Cachorro” tiró por los suelos los índices de inseguridad y acaparó la obra pública para sus prestanombres.
Pese al estrepitoso fracaso, Saúl ya comenzó a pedir apoyos para delinear su campaña a “gobernador”, como si Fresnillo no existiese en su memoria. Como si la elección en el distrito 7 local, no le hubiera costado a Martín Álvarez Casio una mínima diferencia con su rival del PRI-PAN-PRD ¡después de 6 años de campaña!
Es la ambición por la ambición. La misma ambición repulsiva que empujó a la ciudadanía a sacarlos de su zona de confort, porque “la marca guinda todo lo puede”. Y sí, en muchos casos todo lo ha podido, hasta que le acercan una loza pesada de apellido Monreal, que es la que echa por la borda todas sus cualidades.
#Casualidades: Resulta ser que la camioneta que seguía a Javier Torres Rodríguez el día de la jornada electoral en Fresnillo, y que pudo captar su equipo en video, se encuentra a nombre de un tal “César Medrano Cervantes“.
El candidato del PRI-PAN-PRD no sólo sufrió el asedio de la policía estatal un día antes de las votaciones, a quien dieron trato de “generador de violencia”. Lo fue también por los exaliados de su partido, ahora en acuerdo con quienes los acusan de corruptos.
Esto debido a que César es sobrino de Benjamín Medrano, presunto prófugo de la justicia que cuenta con diversos amparos al ser acusado de desvío de recursos por el gobierno de David Monreal Ávila.
Lo curioso del asunto es que, el domicilio con el que César registró la camioneta es el mismo en donde reside Benjamín, su tío. En la calle Fray Servando Teresa de Mier de ese municipio. Casualmente.
César a su vez es dueño de una constructora de nombre MedCer, a la que Benjamín le ha conseguido obra pública con anterioridad. El vínculo entre ambos no es nuevo, y en Fresnillo conocen al dedillo su forma de operar.
Entonces, ¿qué hacía César escoltado por estatales, aquel domingo, a escasos metros de donde se encontraba el hoy virtual presidente de Fresnillo? Mucho tendrá que cantar don “Benja“, y vaya que es de sus actividades favoritas.