David Monreal Ávila concluirá su sexenio imaginando que es una buena copia de Andrés Manuel López Obrador. Sus discursos que arrastran palabras de forma lenta, emulando al de Tabasco; su lucha imaginaria contra toda “corrupción”, menos la de su gobierno; y una imagen de “popularidad” absolutamente distorsionada en sí mismo.

Un día calumnia a una jueza federal por presuntos hechos de “corrupción” y “complicidad”, y al siguiente momento se desdice a medias. Que no era su intención descalificar al género femenino, pero a final de cuentas la corrupción está en los remanentes del pasado, cuando así le conviene (menos en su gobierno).

Lo mismo imagina que las Mesas de Construcción de Paz -que se reúnen semanalmente- han logrado una “reducción histórica” de la delincuencia organizada, para enterarse después de que en sus narices (y de todas las corporaciones de seguridad) el crimen organizado operaba un mega laboratorio clandestino en Valparaíso.

Un mes antes presumía la fotografía que pudo arrancar de una reunión con Omar García Harfuch para revisar la “exitosa estrategia” de reducción de homicidios dolosos. Al siguiente mes, el Observatorio Ciudadano IGAVIM reporta que Zacatecas ocupa el puesto 13 en cifras de personas desaparecidas a nivel nacional.

¿Redujo los homicidios dolosos aquella “estrategia”, o sólo los maquilló y escondió en las 3 mil 886 personas reportadas como desaparecidas y no localizadas hasta el pasado 17 de marzo? ¿Las Mesas de Construcción de Paz entonces sólo se limitan a reprochar y presionar a presidentes municipales de oposición (cuando los invitan)?

Habría también que sugerirle a los administradores de redes sociales de su hermano Ricardo Monreal Ávila, que además de grabar videos con contenidos “novedosos”, como uno reciente en el que el diputado federal celebra que “ya llegaron las pipshas” a su despacho en San Lázaro, deberían de mostrar uno donde celebre que “ya llegó la Marina a Zacatecas”.

Se sabe públicamente, por experiencias anteriores en México, que las operaciones de la Secretaría de Marina se configuran con información de inteligencia que producen cuerpos de seguridad norteamericanos como la Agencia Americana Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés).

Esta agencia normalmente produce información de análisis acerca de los vínculos entre el crimen organizado y las instituciones de gobierno que facilitan el libre tránsito y producción de narcóticos en distintas zonas del país. Alguna de estas referencias fue expuestas por la periodista Anabel Hernández en su programa “Narcosistema”.

Fue de tal magnitud el golpe proveniente de Palacio Nacional (muy probablemente en coordinación con la Casa Blanca) al corazón de la estrategia de “Paz y Bienestar” en Zacatecas, que David prefirió disculparse por sus dichos misóginos contra la jueza Margarita Quiñones Hernández, que dar postura sobre lo ocurrido en Valparaíso.

A lo más que alcanzó su supuesta “secrecía” fue a defender el hecho de que la Armada de México evitara informar sobre el operativo en aquella serranía. Intentó salvar una presunta “coordinación” que no existe entre autoridades, hecho que le costó minimizar los resultados de Secretaría de Seguridad Pública en Zacatecas.

Según el titular de la nueva gobernanza, la información de inteligencia en manos de Arturo Medina Mayoral no logró detectar campamentos en Tlaltenango, Tepechitlán, Florencia de Benito Juárez, Villanueva y Jerez (todos con influencia local y municipal del partido Morena), sino solamente en algún par de municipios donde realizaron pocas detenciones.

Con una declaración de ese tipo, qué corporación de seguridad a nivel nacional podría confiar en las labores de inteligencia de Medina Mayoral, despreciadas por el mismo David. Y si existe tal “coordinación”, por qué la Secretaría de Marina nunca informó a la Mesa de Construcción de Paz de la localización del “megalaboratorio”.

No obstante, la penetración del crimen organizado en distintas corporaciones de seguridad ha avanzado en buena medida, ya que la movilización en Valparaíso no arrojó una sola detención ni un solo enfrentamiento entre criminales y marinos. Pocas dudas quedan de que alguien les “dio el pitazo”.

Para “cerrar con broche de oro” este festín de noticias que primero niegan y luego confirman Rodrigo Reyes Mugüerza (en el caso de Valparaíso) y David Monreal (con su indiferente “disculpa” a la jueza federal), el Tribunal Colegiado de Distrito en Zacatecas negó la queja que impuso la nueva gobernanza contra Margarita Quiñones.

En efecto, el Poder Judicial Federal no se cansa de advertir el irreparable daño que traería a la sociedad zacatecana la construcción del viaducto elevado, pese a los esfuerzos (en sentido figurado) del gabinete de David. No existe un solo permiso para realizar el segundo piso en Zacatecas, aunque lo nieguen cien veces.


#Casualidades: Sigilosamente, pero sin pasar del todo inadvertida, no es una diputada de Acción Nacional la que mueve las aguas con el obispo de Zacatecas, Sigifredo Noriega Barceló, para impedir la votación sobre la despenalización del aborto.

Aunque el Verde Ecologista en la LXV Legislatura ya comprometió su voto en favor de la propuesta que presentaron distintas colectivas feministas a las que dio voz la diputada Renata Ávila Valadez, su coordinadora opina distinto.

Lyndiana Bugarín Cortés mantiene interlocución con el obispado zacatecano, para desinformarlo sobre el dictamen que se discutirá, ya sea con o sin autorización David Monreal Ávila o Rodrigo Reyes Mugüerza (vínculo de la nueva gobernanza con el legislativo local).

Es muy probable que la Junta de Coordinación Política decida incluir en el orden de asuntos de este día la votación del dictamen, sin embargo, habrá que ver en qué punto se integra para saber si revientan o no la sesión.

De sostener la discusión y votación, la bancada del PAN buscaría proponer una reserva a fin de modificar ciertos puntos que nunca fueron discutidos con tiempo en la Comisión de Salud, hasta que se reunieron el día de ayer.

Faltó pericia en aquella comisión para dar ingreso a la iniciativa a manera de análisis en comisiones unidas. Empero, lo que no pudieron reparar desde el pasado periodo ordinario de sesiones, difícilmente podrán arreglar… salvo que pateen el bote otros días más.

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