Ricardo Monreal Ávila había advertido a su hermano Saúl de las condiciones en que se encontraba su presente aspiración para gobernar Zacatecas. Meses atrás, después de la reforma constitucional que limitaba el nepotismo en la postulación de cargos de elección popular, al exedil le recomendaron abrirse paso en otros partidos.

No en los de oposición, sino en una posible alianza PVEM-PT en el estado que permitiera salvar su candidatura, ya sin coaligarse con el partido guinda. El “Cachorro” no quería mirar con frialdad el panorama y, como lo sigue haciendo ahora, insistía en que hay que esperar los “tiempos de definición”.

Un artículo transitorio apenas dejaba entreabierta la posibilidad de que Saúl abordara el último tren de Morena, antes de que entraran en vigor las reformas electorales que cerraban las puertas a su proyecto en 2027. Sin embargo, la lucha al interior del partido guardaba un nuevo episodio para completar la propuesta de Claudia Sheinbaum.

Es el que conocimos este domingo, en la sesión ordinaria del Consejo Nacional de los guindas, a la que asistió David Monreal Ávila. La guillotina cayó sobre unos cuantos aspirantes (francamente una diminuta minoría), y lo que había anticipado Luisa María Alcalde Luján se convirtió en una nueva regla estatutaria.

En concordancia con lo que ofreció la presidenta en Palacio Nacional al inicio de su sexenio, la dirigencia partidista de Morena finalmente impuso candados al nepotismo para quienes pretendieran utilizar la marca en próximos procesos electorales. Así, Saúl Monreal volvió al punto en que se encontraba en febrero.

Mediante una narrativa que nadie cree, en la que el de Fresnillo dice que ha forjado un camino independientemente de su apellido, su aspiración quedó trunca por al menos ocho años más (hasta 2033). En sus últimas apariciones en medios de comunicación, casi a regañadientes, el “Cachorro” termina por aceptar su destino inmediato.

En efecto, la candidatura en Morena ya no se encuentra a su alcance. Y aquello de que “habrá que esperar las definiciones” de otros partidos, no es sino la sugerencia que le previno Ricardo desde hace semanas, y que Saúl no quiso escuchar. Hoy la realidad lo aleja de cualquier candidatura, incluso del eventual proyecto PT-PVEM.

Un proyecto que no viene de ninguno de esos partidos todavía, pues los del Trabajo han tejido muy lejos de los Monreal en el sexenio de David. Mientras que en el Verde Ecologista no debe perderse de vista la (sempiterna) postulación temprana de Carlos Puente Salas para -otra vez- buscar la candidatura a gobernador. Su sueño estéril.

Aunque es cierto que el Verde Ecologista sería una plataforma que adopte con menos obstáculos la aspiración de Saúl, esa candidatura no pasaría de una simple aventura testimonial en las urnas, en la que más tendrían que ganar Jorge Miranda Castro y Carlos Puente, al pedir posiciones garantizadas a cambio de dejar pasar al Cachorro.

Eso si damos por hecho que el PVEM estaría dispuesto a renunciar a una coalición con Morena, lo que mermaría excesivamente su de por sí magro capital electoral. Recordemos que, en la elección del 2021, Miranda Castro de plano renunció al verde de su campaña para pedir votos por “puro Morena, hacia el gobierno de la capital.

Escenario distinto si pensamos en la base votante del Partido del Trabajo, sin la cual los guindas se encuentran al abismo de la derrota en caso del gobierno estatal. ¿Qué tendría qué ofrecerle Saúl al diputado Alfredo Femat Bañuelos y a la senadora Geovanna Bañuelos de la Torre, para que ambos renuncien a esa candidatura?

Aquello de que hay que “esperar las definiciones”, que tanto pronuncia Saúl, suena más bien a un intento de imposición desde las cúpulas partidistas (como ya es costumbre entre los Monreal), en una presunta alianza PT-PVEM. El camino para el Cachorro, sin duda alguna, se extiende cuesta arriba por un simple capricho.

Lo que nos deja en vísperas de otra muy fracturada aspiración, sin motivación ni soportes reales: la de Rodrigo Reyes Mugüerza. El joven de la General de Gobierno que ahora quiere vendernos bidones de 19 litros de gasolina (pues fracasó en su intento de venta de tanques de gas el año pasado), va en las encuestas “por si acaso”.

Como se ha dicho en este espacio con anterioridad, para Reyes Mugüerza ya existe una línea de crédito auspiciada desde la Ciudad de México, con la finalidad de “invertir” en su anhelado crecimiento en encuestas. Dinero que va a un barril sin fondo mientras Rodrigo permanezca de parapeto del peor gobernador del país, obviamente.

Todo sea por “impedir” que llegue a la candidatura Verónica Díaz, como afirman los más allegados a Ricardo. No obstante, del dicho al hecho el diputado federal no desperdicia oportunidad para confrontar a Sheinbaum Pardo, la única que puede quitar del monopolio de los programas sociales a su excuñada. ¿O será que la familia lima asperezas en 2027?


#Casualidades: Muy entretenidos en la elección interna de la universidad se encuentran los del SPAUAZ. Tanto, que ni siquiera han lanzado una convocatoria para llenar la vacante que dejó Jenny González Arenas, semanas atrás.

Es muy curioso el “interregno” que vive el gremio académico. Señalar a los del pasado, tal como lo hace David Monreal y su “herencia maldita”, parece ser el discurso preferido de un sindicato que dice fundarse en el “pensamiento crítico”.

Tan “crítico” que encontramos personajes del calado de Antonio Guzmán Fernández, con quien Rubén Ibarra Reyes trabajó codo a codo años atrás. Ambos comparecieron ante la FGR por el esquema de desvío de recursos de la Estafa Maestra.

Con mayor preocupación “El Waka” Guzmán, porque no perdía oportunidad de postularse en el Partido del Trabajo para conseguir cualquier candidatura que le permitiera alcanzar el fuero constitucional que lo protegiera.

Este diseño corporativo de la universidad del que no pueden desprenderse del todo en la planilla de Jenny González Arenas, aunque se deslinde del PT y de cualquier corriente política, pero los incorpore de facto en su proyecto electoral.

Tampoco nos quieran vender la “salvación” de la universidad, cuando en realidad regresamos a una rotación de grupos de poder en su interior. Todos quienes estarán mañana sentados a las puertas de la Secretaría de Finanzas para pedir recursos extraordinarios, por los errores del pasado que hoy cargan en sus cuotas y cuates.

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