Hay muy poco de lo que puedan rescatar Julio César “N” y María de Jesús “N”, después de que su propio partido facilitara la votación para desaforar y remover del cargo en el ayuntamiento de Guadalupe al primero. Sus colegas podrán haberse rasgado las vestiduras y puesto en duda el procedimiento legislativo votado el pasado viernes; el resultado fue el mismo.

Controvertir 28 votos a favor, y dos ausencias, es simplemente una formalidad en eso que la defensa jurídica insiste en llamar “el debido proceso”. Aún y cuando la autoridad revisora recrimine a la legislatura el “desaseo” que supuestamente impactó en el dictamen durante su trayecto parlamentario, lo más que podría obtener la defensa es la reposición del procedimiento legislativo.

La última ocasión que sucedió un asunto semejante fue en la LXII Legislatura, cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación, casi 12 meses después de presentada la controversia, decidió en el mismo sentido: reponer la votación de un presupuesto estatal que ya había sido erogado. Esa que, numéricamente, no se va a mover ni una milésima, y en Morena ya quedó claro que, más allá de las deficiencias del dictamen, nuevamente votarían a favor.

En lo que Julio César “N” y sus abogados deciden emprender esa ruta, el municipio de Guadalupe ya se encuentra en otras manos. Y así permanecerá, pues este sábado José Saldívar Alcalde se comprometió a sostener las riendas del ayuntamiento, con ayuda de la nueva gobernanza y sus aliados en la capital (Jorge Miranda Castro), y Fresnillo (Saúl Monreal Ávila).

Tampoco falta mucho tiempo para que la opinión pública se desprenda paulatinamente de la investigación alrededor del homicidio de Raúl Calderón Samaniego. El ciclo informativo comienza a perder intensidad, y los últimos fraseos mediáticos que intenta imprimir su defensa vuelven a las mismas sospechas: Julio y María de Jesús no demostrarán, en lo inmediato, su inocencia.

Es cierto que se encuentran en Zacatecas, dice el abogado Darío Gamón Rodríguez, sin embargo, hoy no habitan en los domicilios registrados a su nombre. De hecho, los presuntos implicados dijeron haberse enterado de los cateos realizados por la Fiscalía General del Estado, el viernes pasado, porque así les informaron (sin ahondar acerca de quién les notificó).

A salto de mata, la pareja esperará a que un juez de distrito decida si otorga o no la suspensión definitiva sobre la orden de aprehensión, para poder dar la cara al público. Una señal que habla de todo, menos de su pretendida absolución. O sea que, se encuentran en Zacatecas, pero escondidos. No huyen de la justicia, dicen, pero tampoco dan la cara a la autoridad.

Respaldan su fuga -que para ellos no es “fuga”-, con una suspensión provisional únicamente porque el juez no contaba con el informe justificado del cual se desprendieron las órdenes de aprehensión, no por un atisbo de su tal “inocencia”. Y con dos delitos graves (robo y homicidio calificado), previamente acreditado por el juez de control, sus amparos se ven harto complicados.

En el plano político la cosa no es menos sencilla. Hablar de enemigos que pretenden truncar su carrera política ahora tampoco es una narrativa vigente, pues ello significaría presuponer que diez diputados y diputadas de Morena, junto con las y los de sus partidos aliados, formaron parte de esta excesiva maquinación (que envuelve un homicidio), con tal de descarrilarlo.

Además de que hay que escucharle un planteamiento de defensa que excluye, en su totalidad, a María de Jesús “N”, su presunta cómplice, y pareja de vida y sentimental. Lo cual ya le valió un cúmulo de sospechas alrededor de la posibilidad de que la incrimine a ella con tal de salir él bien librado, en este marasmo especulativo favorecido en buena medida por la Fiscalía.

Julio César “N” está más preocupado por hacer como que limpia su imagen, sin lograrlo realmente. No entiende que hoy la responsabilidad única se encuentra en manos de Francisco José Murillo Ruiseco, tanto a la hora de defender su teoría del caso (con la concatenación sólida de pruebas), como en la decisión política de darle 96 horas de ventaja a su cónyuge.

No hay otro criterio para disertar un margen de tiempo tan amplio, pues ya se sabe que la suspensión provisional fue girada por el juez de distrito hasta este jueves. Por ende, en el lapso que comprende un lunes por la tarde posterior a la obtención de las órdenes de aprehensión, y un viernes por la noche que comienzan los cateos, Murillo no movió un solo dedo.

¿Por qué esperar esas 96 horas para luego presumir una movilización con acompañamiento de las fuerzas federales? ¿Por qué no desde el momento en que el fiscal tuvo en sus manos las órdenes de aprehensión? Ese espacio de duda abre la gran interrogante: ¿cuándo inició realmente el plan para que Julio César “N” y María de Jesús “N” se sustrajeran de la autoridad?

Asistimos entonces a una puesta en escena que otorga a Raúl Calderón Samaniego el papel de actor secundario. Lo que menos importa en estos momentos para la nueva gobernanza (incluida ahí la Fiscalía) es esclarecer un asesinato. Lo que vimos en los últimos días no es otra cosa que un plan de huida fijado con tiempo de anticipación, y teatralizado en nombre de las “instituciones”.

Y todo dependerá de cuántos días más (o meses) Francisco Murillo permita que los ahora prófugos mantengan el desarrollo de una tragedia frente al ojo público. Hasta que la “presión mediática” vuelva a dictarle la agenda al Fiscal, o los recursos al alcance de los presuntos cómplices sean insuficientes para sostener la protección de la que gozan en estos momentos, tal vez.


#Casualidades: Ni “corcholatas”, ni dedazos, ni destapes o imposiciones cupulares que traigan de vuelta las designaciones unilaterales en detrimento de la (incipiente) democracia interna de los partidos, pidió este fin de semana el diputado Miguel Torres Rosales a sus aliados.

El exedil de Villanueva, y secretario de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, pugnó por la definición transparente de las próximas candidaturas a elegirse en Zacatecas, apenas inicie el proceso electoral ahora a la vuelta de la esquina.

El mensaje, acompañado del dirigente fundador del Sol Azteca, Jesús Ortega Martínez, así como de representantes de la coalición opositora gira en torno a la necesidad de un método de selección democrático e incluyente, a fin de reposicionar y empoderar a la ciudadanía.

El evento que tuvo aforo en el Teatro Calderón el pasado viernes, contrasta en buena medida con la reciente intentona de las cúpulas partidistas con tal de amarrar de manos al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para hacer y deshacer a su antojo.

La coalición hoy se divide en dos estilos de enfrentar al proyecto sucesor que imponer Andrés Manuel López Obrador: el entreguismo a través de la negociación entre unos pocos, o la recomposición desde las estructuras, a fin de dar una contienda efectiva. Hacia el mes de septiembre ya tendremos una imagen más clara de cuál de estas dos va ganando.

Nota: a diferencia de Julio “N”, María “N”, Benjamín “N” y Pedro “N”, en Agenda Política no nos ocultamos de la autoridad y enfrentamos un proceso penal (de tufo a vendetta política) con la frente en alto y en plena libertad de caminar con tranquilidad por las calles, por ello haremos un receso breve para afinar algunos detalles jurídicos que merecen tiempo y atención. Nos leeremos de nuevo en la segunda semana de mayo.

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