¿Y ahora cómo nos va a convencer David Monreal Ávila de que su estrategia de reducción de homicidios dolosos -a nivel estatal- es un ejemplo e insignia de “gobierno”, si un par de días después de su gira por la Ciudad de México para presumir aquella numeralia optimista la federación le recortó el presupuesto en seguridad?
Por si quedaban dudas de que el “apapacho” que ofreció Claudia Sheinbaum Pardo a los Monreal en su propia tierra no era más que diplomacia hueca, dos botones de muestra puso la presidenta con pocos días de diferencia, que reflejan la realidad de su relación política con los de Puebla del Palmar.
El primero de ellos llegó en la conferencia matutina del viernes 15 de noviembre. Desde Palacio Nacional envió a Ricardo Monreal a explicar a los medios de comunicación las razones de su viaje en un helicóptero de lujo, por una presunta emergencia que no estaba relacionada con sus funciones legislativas.
En cuestión de horas, el exgobernador zacatecano pasó del “acostúmbrense a verme viajar en helicóptero” al “pido una disculpa pública”, a razón de haber traspasado los principios de la Cuarta Transformación como subrayó Sheinbaum Pardo en la tribuna más vista a nivel nacional.
Ese día se borraron de inmediato los acercamientos que el Gobierno de México le trajo a David. Se acabó aquello de que la nueva gobernanza era un ejemplo nacional en la estrategia que le impuso Andrés Manuel López Obrador en el Plan Zacatecas II, y se inauguraron los señalamientos (prudentes) por la insensatez del de San Lázaro.
Pero, la cosa no concluyó ahí. Esa misma tarde, el recién ratificado secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, presentó un Paquete Económico federal que de inicio contempla una reducción neta cercana a los 5 mil millones de pesos, en comparación de los recursos que llegaron a Zacatecas este 2024.
El recorte es cercano al 10%, a diferencia del presupuesto en este año fiscal por concluir. Y uno de los rubros que más presentan focos rojos es precisamente el del Ramo 33, como señaló la coordinadora albiazul en la Cámara de Diputados, Noemí Berenice Luna Ayala, al conocer la grave afectación al financiamiento en seguridad.
¿De qué sirvió entonces la visita de Sheinbaum Pardo y los discursos que emularon los dichos públicos de David? En los hechos, mientras Zacatecas sea gobernado por un Monreal, la Cuarta Transformación parece que no dará prioridad a la agenda local más allá de las giras presidenciales que tienen como objetivo“hacer como que todo está bien”.
Empero, la tónica real que subsiste entre los gobiernos federal y local en tiempos de Claudia Sheinbaum es una muy diferente. No dista mucho de lo que vivió esta entidad durante el sexenio de López Obrador. La escasez de recursos para infraestructura, por ejemplo, se arrastra desde 2018, cuando el tabasqueño instaló su neo-Maximato.
A Zacatecas importaron un Coordinador de Ganadería, impuesto desde la Ciudad de México, que lo único que presumía eran programas sociales y uno que otro apoyo a los productores mediante semilla y el desempeño funesto del Crédito Ganadero, al cual David únicamente pudo darle vida durante un año, y luego sepultó por su fracaso.
La Cuarta Transformación en la tierra de los de Puebla del Palmar no resultó ser esa “cascada” de recursos federales que presumían entre sus huestes (empresarios y prestanombres incluidos). A tal grado que, actualmente, las fibras internas del fideicomiso del viaducto elevado están hechas de reasignaciones estatales.
Es falsa la idea que permea en el imaginario público de que la obra “insignia” de David Monreal tenga un solo peso de presupuesto federal etiquetado en los paquetes económicos desde hace tres años. Esa especie de “fondo revolvente” del segundo piso consiste básicamente en ahorros y recursos no ejercidos.
El único proyecto que aún goza de presupuesto federal es del Sistema de Transporte Integrado, conocido como “Platabus”, con dinero que paradójicamente gestionó Alejandro Tello Cristerna ante BANOBRAS. De ahí que las auditorías en las que no sale bien librada la SEDUVOT, se concentren en recursos de la federación.
Visto de esa forma, el “quinquenio diferente” obtuvo mayores beneficios que la nueva gobernanza, a contrasentido del discurso de campaña: con Monreal la puerta de entrada al presupuesto federal. A tal nivel que incluso quieren revivir Milpillas en la CONAGUA, a sabiendas de que su ADN ni siquiera es fresnillense.
¿Y así les entregarían la delegación de Bienestar, próximamente? Es pregunta.
#Casualidades: Resulta ser que en la nueva gobernanza los privilegios no acaban, sino que van en aumento. La austeridad se reserva para la burocracia, los jubilados, los médicos, el magisterio, los campesinos, y muchos otros gremios más.
Nunca para un Monreal, o algún funcionario que esté a sus servicios. Por eso David aún utiliza la aeronave oficial con matrícula XC-ZCL, que registra constantes vuelos hasta el aeropuerto Adolfo López Mateos, en la ciudad de Toluca, del Estado de México.
Es la misma que presentó fallos en el tren de aterrizaje, como reportaron distintos medios de comunicación el 25 de agosto del 2018, durante un viaje que tripulaban Cristina Rodríguez de Tello y Maritere García López (hoy diputada local).
Especialistas en aeronáutica explicaron a este columnista que, el pasado 12 de noviembre, mientras Ricardo Monreal Ávila era criticado masivamente en redes sociales por utilizar una helicóptero de uso particular, el avión oficial del gobierno de Zacatecas volaba al mismo destino que el diputado federal.
Ambos se encontraron en el aeropuerto de Toluca, con una diferencia de 25 minutos. Se desconoce qué pasajeros tripulaban la aeronave zacatecana, que reanudó su itinerario de vuelo hasta el día siguiente, de regreso a la entidad.
Aquello del “acostúmbrense a verme en este tipo de viajes” que profesó Ricardo hace algunos días parece una práctica cotidiana en la nueva gobernanza. Tenemos pues nóminas secretas, vuelos para unos pocos, espectáculos artísticos y escoltas (policías estatales) para la familia de David, vehículos blindados para otros más, y una nueva gobernanza que se llenó de discursos y ni una sola prueba de congruencia.