Unas horas más de trabajo político en el Senado de la República, y David Monreal Ávila estaría en condiciones de pedir un contrato de asesoría para despachar en el edificio de Reforma, en la Ciudad de México. El fresnillense destina casi el mismo tiempo a su función de Coordinador Nacional de Ganadería, como horas en aquel recinto donde consulta y espera las instrucciones de su hermano, el articulador de consensos, Ricardo Monreal Ávila.
El lunes 20 de enero no fue la excepción. Salvo que -paradójicamente- una de las gestoras de redes sociales del coordinador de senadores de Morena, Alvean Julieta Infante Alaniz, ofreció otra prueba de que David bien podría pasar por un funcionario más en Reforma 135. Con el pretexto del “macro-simulacro” en la Ciudad de México, la asesora del Senado posteó una foto en Facebook a lado del trabajador de SADER.
La colaboradora de Ricardo (conocida por su desempeño en el área de redes desde el gobierno en la delegación Cuauhtémoc), delató bien en su publicación el trazo de calle a las afueras del recinto legislativo. La imagen no hubiera trascendido si María Teresa Inguanzo González no hubiera publicado en redes, casi a la misma hora, una serie de fotos con el pretexto de la entrega de ganado en municipios de Jalisco “por indicaciones” de David Monreal.
De acuerdo con el contrato laboral que el Coordinador de Ganadería extendió a “Teté” Inguanzo en la Secretaría de Argicultura y Desarrollo Rural, y que dimos a conocer aquí el pasado 1 de octubre, sus funciones eran de carácter administrativo. No obstante, en otras publicaciones Inguanzo González ha afirmado asistir a diversos eventos en representación de David Monreal Ávila.
Si bien las publicaciones nunca intentaron ir más allá de la promoción al supuesto aspirante -pues queda claro que nunca estuvieron en comunicación ambas colaboradoras- no es culpa del “equipo” de David el constante descuido en que incurre el fresnillense. Ya lo dijo Arturo Nahle García, el Coordinador va sobrado en su propia campaña (donde no hay controles ni liderazgo) y deja huellas enormes en cada paso.
La evidencia muestra el constante desinterés por la función pública, misma que ha llevado al Crédito Ganadero a su mínima expresión en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. A su alrededor, como lo confirma el texto de Infante Alaniz, sólo escucha voces que le hablan como gobernador. El exceso de ánimo raya en negligencia, y después de dos campañas electorales los hechos muestran una “madurez política” ficticia, reforzada por adulaciones.
Ahí se encuentra David hoy. En plena muestra de cómo minimiza su responsabilidad al frente del gobierno que espera a que lo postule como candidato. No hay reciprocidad de David hacia Andrés Manuel; lo primero es, siempre, la campaña. ¿Qué asunto era tan importante en el Senado de la República, como para enviar a una representante a la entrega de ganado?
Dos días después, entre sus voceros informales el Coordinador de Ganadería apareció como gestor de una reunión entre Zoé Robledo Aburto con apenas 7 municipios (de 58 que hay en todo el estado). Y es curioso que, en el cabildeo, David Monreal ni siquiera lograra juntar la misma cantidad de ediles a los que visitó durante sus informes de gobierno.
Aun y con ello había que “lucir” un dato negativo como “gestión”. La lógica detrás de la petición “conjunta” a Zoé Robledo, es meramente electoral pues pretende disminuir el costo que tendrán los municipios gobernados por Morena sobre el adeudo de cuotas patronales a sus trabajadores. Pero el mensaje insiste en la exclusión, no en los acuerdos: si ofreces apoyo al proyecto D21 hay “gestión”, de lo contrario eres contrincante.
El “cabildeo” (con ayuda del Senado) debió de ser por el total de la deuda que tienen los municipios con el IMSS, alrededor de mil millones de pesos. Al menos eso haría alguien que piensa, incluso en términos electorales, como gobernador. Pero es día en que David todavía mira el panorama político como candidato. Un candidato que a meses de iniciar el proceso electoral aglutina el apoyo de 7 de 58 municipios. Ese es el verdadero contenido del mensaje.
Toda esta desidia, imprudencia y ansiedad electoral, es contrastante. En el D21 presumen una elección de trámite, casi dada por regalo presidencial, sin que López Obrador le ofrezca una sola señal positiva a David desde julio de 2019 cuando las denuncias del Crédito Ganadero a la Palabra se consolidaron en reclamos, en distintas partes del país.
Su diagnóstico está lejos todavía de las distintas variables que jugarán en 2021. Aunque, ya lo decía Ricardo en aquella reprimenda telefónica a David: estás aislado, no estás al frente de nada, no tomas decisiones. A su alrededor comienzan a entender que no mucho ha cambiado desde entonces.
#Casualidades: Después de tres meses de solicitada la copia del convenio que firmó David Monreal Ávila con “Industrias A y G S.A. de C.V.”, la Coordinación Nacional de Ganadería decide hacer entrega de la versión pública del documento, omitiendo la información que permitiera identificar al representante legal y domicilio fiscal de tal empresa.
Dentro de la operación del Crédito Ganadero a la Palabra, y luego de que el funcionario federal no lograra un acuerdo con la Unión Ganadera Regional de Zacatecas (UGRZ), Monreal Ávila le otorgó 50 millones de pesos a una compañía que supuestamente nació el 10 de febrero del 2017.
Además de dilatar el proceso al hacer entrega del documento en físico a través de paquetería, cuando Agenda Política pidió específicamente que se entregara en versión electrónica a través de la Plataforma Nacional de Transparencia, del documento eliminaron sus principales datos.
La Unidad de Transparencia de SADER nunca presentó un acta de Comité de Transparencia, donde se autoriza o niega (dando puntual explicación) a otorgar la copia del convenio en versión pública, que permitiera identificar la existencia de “Industrias A y G”.
Debido a que sus asociados recibieron recursos públicos como copartícipes en el Crédito Ganadero, la información de “Industrias A y G” nunca debió censurarse. Al igual que la comparecencia ante la Comisión de Ganadería en San Lázaro, David Monreal piensa en los costos electorales de abrir a escrutinio público un programa lleno de inconsistencias.
El cálculo, como de costumbre, fue errado. Mientras más dejen correr el tiempo para transparentar el contrato, más se acercan las fechas electorales. Y por ley, SADER tendrá que publicar en su página ese convenio a más tardar el próximo mes de marzo. El reloj está en cuenta regresiva.
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