Probablemente la gota que derramó el vaso entre Roxana del Refugio Muñoz González y Verónica del Carmen Díaz Robles fue el ambiente de hostigamiento hacia la suplente de la delegada de Bienestar en Zacatecas. Y es que, como integrante de la bancada de Morena, la suplente es una diputada casi ajena a sus funciones.

Más allá de recibir órdenes, Roxana no ha dado lo suficiente para concretar su perfil legislativo. Está ahí para obedecer y recibir recursos a nombre de Verónica, ahora queda claro. Lo mismo que cuando colaboró como contadora del Comité Ejecutivo Estatal de Morena en Aguascalientes, donde David Monreal Ávila intentó (sin éxito, como de costumbre) construir un bastión político.

Su salario entonces no superaba los 28 mil pesos mensuales. Su salario ahora, según las fuentes consultadas, no varía mucho en comparación del anterior. El resto debe entregarlo íntegramente a la delegada de Bienestar, así como otros extras y gastos excesivos de 184 mil 300 pesos por concepto de gasolina, al corte de septiembre de este año, según una investigación de Átomos News.

El dinero no se reparte, se confisca. Su delito fue asumir la suplencia de diputada por la gracia de David Monreal. Como su contadora, sabía perfectamente el contrato que firmaba y el futuro que venía en camino una vez que asumiera la nómina en lugar de Díaz Robles. Pero quienes la conocen, saben que Roxana es una persona de sangre ligera, con poca malicia para la política.

A pesar de tal, con el tiempo las cosas mutaron. Cansada del trato arbitrario y arrogante que todo el mundo le reconoce a Verónica Díaz, Roxana fustigó en contra de que se le viera como una empleada más de la bancada, junto con los auxiliares que no respondían a sus órdenes pues, argumentaban, su patrona es la delegada, no una suplente que cayó ahí por mera suerte.

Nadie podría reclamarle el mínimo gesto de dignidad. Sin embargo, la diputada suplente vio su suerte echada cuando la relación de sumisión que consintió ya había cristalizado. Incluso confió de su fortuna cuando se sintió con la libertad total (aunque parezca esto un sarcasmo) de comprar una camioneta de modelo reciente con “su dinero”.

Viejas complicidades pesan en la relación Roxana Muñoz – David Monreal.

Cuando Verónica corrió el rumor de su supuesto regreso a la LXIII Legislatura, en los pasillos del Congreso ironizaron, con cierta inocencia, sobre la desgracia de Roxana ahora que acababa de adquirir su nuevo vehículo. Pocos imaginaban que la broma, un tanto ingenua, era en parte una realidad que se había disfrazado de malsana suposición.

El rostro abatido y consternado de la otrora entusiasta seguidora de David Monreal, no se debió a una noticia que auguraba su salida de la Legislatura. Todo lo contrario, el desmoronamiento moral de Roxana vino cuando entendió la realidad en la que estaba inmersa, pues días antes las amenazas corrieron (un tanto habituales) para tratar de disuadirla de su intento de rebelión.

Lo que no pudieron lograr a través de mensajes de WhatsApp, llamadas, o una negociación -que nunca estuvo en el contrato- Claudia Valdés Díaz lo evidenció en una publicación de Facebook que corrió por patrocinio de la delegada. Así lo confirmaron a este espacio dos fuentes, que escucharon de la dueña del portal LasNoticiasYa la afirmativa directa de Verónica Díaz sobre su renuncia en ciernes. Claudia jugaba a “esperar” un oficio que, sabía, no existiría.

El tendido escenográfico absurdo con el que abrían un boquete para tapar un diminuto hueco fue la forma de “enviar un mensaje a Roxana”. Un trabajo sucio en el que Claudia no podía exceder en sus palabras, pues existía riesgo de descubrir la verdadera trama contenida en ese “trascendido”. Que de cualquier forma se develó al día siguiente en PerióMetro, y hoy en este espacio.

Existe una complicidad curiosa y contrastante entre la delegada y Claudia Valdés, a quien precisamente hace un año algunos alfiles del D21 acusaban de buscar filtrar información “muy sensible” sobre la peculiar “relaciónVerónica DíazDavid Monreal. Después de aquel episodio, la confianza -dijeron- fue un tanto fingida, a las conveniencias del momento.

La respuesta de las y los compañeros legisladores hacia Roxana fue solidaria una vez que conocieron de la actitud engreída con la que gente de Verónica Díaz exigieron a la suplente la parte proporcional del aguinaldo para la funcionaria federal. Otra versión incluso abunda en que la escoltaron al banco para tener el control exacto de las cantidades que se debían retirar.

Muy tarde Roxana entendió el costo real de la sumisión a Verónica Díaz.

No hubo otro tema en el trasfondo más allá de un berrinche y su consecuente chantaje por los dineros legislativos, los cuáles -ya sabemos- son una importante fuente de enriquecimiento. La estatura política de Verónica Díaz, “delegada” Federal, quedó en evidencia.

Con todo, este es uno de los mejores ejemplos de lo que significa la campaña anticipada del D21. Sumisión irrestricta, por encima de la dignidad de quienes buscan futuro en la política. Los que aceptan esa forma de “consenso”, como Roxana Muñoz, están sentenciados en las mismas dimensiones para obtener un lugar en los cargos públicos y el gobierno.

Hay también los que prefieren construir costosas rupturas, como Ulises Mejía Haro. Sabedor de que la independencia le costará ejercicios incansables en el cabildo hasta que logren su venganza, representa la otra faceta de las formas políticas que ofrece David Monreal. Son los menos los que saben hacerse valer por su autonomía, pues tienen atributos que en el “proyecto” escasean. Vaya futuro tan “prometedor“.


#Casualidades: Concluye un año en que las expectativas políticas locales cambiaron de manera drástica y definitiva. Precisamente en la última columna del 2018 abordamos el derrumbamiento de Verónica Díaz como una supuesta “súper” delegada.

En el transcurso de los meses pudimos atestiguar que los representantes del Bienestar en las 32 entidades no tuvieron el poder que Andrés Manuel López Obrador les prometió. No pudieron colocar gente en las delegaciones, y de los programas empiezan a brotar irregularidades a diario.

Se creía también que el funcionario encumbrado por el poder presidencial sería David Monreal Ávila. Y lo fue, hasta que las expectativas se convirtieron en realidades, y el Crédito Ganadero a la Palabra demostró los alcances evidentes del fresnillense.

2019 fue un año de expectativas rotas para el D21 y su jefe político.

Su programa quedó en los últimos lugares de metas logradas, y el presupuesto de 4 mil millones que debían convertirse en 7 mil millones o más para estar en condiciones de mantener ese holograma del gobernador de facto, se tradujeron en un desplante desde Palacio Nacional.

Según las versiones del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, David recibió otra llamada de atención por parte de López Obrador hace unos días, con la que lo obligaba a dejar de entregar vaquillas en Zacatecas; origen de su promoción política electoral en el estado.

Ahora dependerá de la coalición de partidos aprovechar estas oportunidades. Sus diferencias son petardos mediáticos que las voces de David intentan potenciar. Los verdaderos puntos débiles están en un PRI que todavía no recompone su relación con las bases, carente de imagen y presencia, poco dispuesto a arriesgar y agazapado en su propia incertidumbre. Pronósticos reservados para 2020.

Twitter: @GabrielConV
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