Muy poca gente notó la presencia de David Monreal Ávila en el gimnasio Marcelino González cuando arribó en el receso posterior al primer cuarto del juego entre Mineros y Fuerza Regia, este domingo. Su conocida avanzada, dos guaruras, y saludos a cuentagotas cuando caminaba por el pasillo que lo introdujo del estacionamiento lateral.
Los animadores del juego esta vez no se detuvieron para presentar al que se dice a sí mismo “gobernador”. El de vaqueros negros, camisa azul a cuadros y chamarra de cuero se perdió entre el griterío de los aficionados, mientras caminaba a la zona de butacas azules donde lo esperaban Sara Hernández Campa, Carlos Alberto Zúñiga Rivera, Rubén Ibarra Reyes, Javier Núñez Orozco y Ricardo Humberto Hernández León entre otros.
La razón de su tardanza fue dada a conocer en sus redes sociales a través de una publicación, puesto que horas antes había despachado, en reuniones por separado, al personal de Obras Públicas, Desarrollo Social, Agua y Medio Ambiente, Finanzas, y Desarrollo Urbano. Su interés primordial: que le informaran de la programación presupuestal de cada secretaría para 2023.
Con subejercicios en distintas dependencias como lo confirmó ayer Ricardo Olivares Sánchez al referirse a la próxima reasignación del presupuesto no erogado, todavía no concluye el año fiscal y David ya le exige a su gabinete que le expliquen (con manzanas y lo más simple posible) en qué piensan gastar sus ingresos a partir de enero.
En eso entretuvo su tarde. Y tal fue el ritmo engorroso de aquellas juntas, que cargaba con una estela de fastidio en su rostro, difícil de disimular. Esa actitud que, en los espectadores del partido de basquetbol, evitaba transmitirle algún tipo de empatía al de la nueva gobernanza. Además, cómo podría el respetable darle un recibimiento cálido después de otro fin de semana de homicidios.
Tres jóvenes de Pánfilo Natera acribillados en el municipio del triatleta de oficina, Julio César Chávez Padilla, al que la inseguridad y la corrupción han opacado por completo. Un día después, el jefe de la policía municipal de Valparaíso fue reportado como persona desaparecida. Ninguna de estas mereció un mensaje de David, ese al que han dejado de videograbar en su Facebook.
Con amplio cinismo, el sábado calificó a dos mandatarios de Aguascalientes de “limitados”, “ajenos” y “frívolos” (casi que se miraba al espejo) por señalar las condiciones evidentes de inestabilidad que vive Zacatecas, llevadas a nuevos picos de violencia espectacular una vez arribó David al ejecutivo estatal. Una demostración de la indolencia con la que registra el fenómeno delictivo local y nacional.
Empero, esta necia realidad es la que ha empujado al fresnillense a entrar en sigilo a los eventos públicos, o de plano no presentarse. La mayor de sus frustraciones por el repudio general la vivió el día del Grito de Independencia en el Palacio de Gobierno al asomar su gibosa figura en uno de los balcones que miran a la Plaza de Armas.
Las demostraciones populares de rechazo lo inundaron de chiflidos y gritos, y amargaron el resto de su velada en la que airó algunos desplantes frente a distintos secretarios a los que saludó de mala gana, cuando no los saltaba. David está molesto porque cree en verdad que ha tomado decisiones de estado que le resultan impopulares. Cuando todo el mundo observa lo contrario.
Llega a tal dispersión ese tufo de indolencia, que incluso su jefe de prensa a modo, Gerardo Flores López ocupa su tiempo y el de sus peones para defenderse a sí mismo a través de difamaciones bastante chuscas, que sólo revelan el nivel de cabreo por haberse enterado que desde hace tiempo un mote ajeno a su oficio hoy lo caracteriza y lo representa nítidamente en la opinión pública.
En su irritación, Flores López presionó el botón de una campaña que, antes de que concluyera la semana, sus secuaces llevaron al ridículo en una suerte de balazo al pie. No sólo por los resultados, sino porque exponía cómo se accionan algunas páginas con las que envía mensajes anónimos, ahora plenamente identificadas como parte de su séquito de bufones e impostores.
Entre ellas (tome nota, estimado lector) Zacatecas al Minuto, Testigo Ocular Noticias, Qué Pasa en Zacatecas, Zacatecas Zona de Peligro que tendrían como administradores a Marlene Botello (ella, presentadora de noticias del SIZART) y Eduardo Pesci (detenido en 2014 por robo a mano armada) según se sabe desde hace tiempo en el gremio periodístico. Si no ellos, esto sí confirma que las publicaciones siguen las órdenes de Gerardo.
Y así lo vivió también la periodista Norma Galarza Flores semanas atrás, al recibir mensajes precautorios de algunos colegas que le advertían cómo el “coordinador” solicitaba ayuda para “chingar” su voz incómoda. En resumidas cuentas, los días preparatorios a las comparecencias del gabinete se le fue al neófito coordinador en revelar su imberbe juego.
E incluso utilizó más tiempo y recursos en poner a arrastrar el lápiz a los charlatanes, con tal de que lo hicieran sentir arropado y protegido por unos momentos, que en tratar de diluir la molestia en redes sociales por la inseguridad infranqueable resultado de la nueva gobernanza. Franca niñada que quedó exhibida a sí misma.
Este es el “estado mayor” de David, aseguró a este espacio, con atino, un político enterado de lo que ocurría. Él, que conoció muy bien las entrañas de la burbuja de cristal, coincidió en la testa sosa y elemental que distingue a Gerardo Flores y a Mariano Alberto Casas Valadez, y cuánto los imagina su patrón como sus guardias pretorianas. Una divertida fiesta de ignaros y bufones a la que llaman “gobierno”.
#Casualidades: Para quienes pensaban que los problemas en la Villanueva de “Chailito” González Álvarez concluían con un contrato para el suministro de luminarias a la empresa CORPORB S.A. de C.V., por presiones de agentes de la nueva gobernanza, la cosa no termina ahí.
Durante el mes de agosto, su titular de la Unidad de Transparencia, Diana Esthefania Torres Rodríguez giró dos oficios a la Dirección Jurídica del ayuntamiento para convocar a un par de sesiones extraordinarias con tal de tomar un acuerdo para reservar información pública.
Una de ellas que tiene que ver con el número de funcionarios en activos, así como sus nombres, que mantienen querellas contra el municipio por presuntos despidos injustificados anteriores, pero que ahora han sido recontratados en el gobierno guinda.
Son parte de los más de 150 contratos que expidió Rogelio González Álvarez apenas iniciado su gobierno (y hasta la fecha), y que representan una erogación mensual de más de medio millón de pesos adicionales a la planta laboral ya existente.
A ello se suma un presunto vínculo entre el representante legal de varios de esos trabajadores y el gobierno de “Chailito”, como una especie de entendimiento implícito para beneficiar a dichos recontratados en ambas vías. Los síntomas de la verdadera transformación en Villanueva.