Se saludaron a la salida del Teatro Echeverría. Habían transcurrido un par de meses desde la última vez que Ricardo Monreal Ávila dedicaba unos días de estancia en Fresnillo. Después de la presentación de su libro “Reforma al sistema financiero mexicano”, el conferencista recorrió el tumulto ávido de una fotografía o una cortesía, y luego abordó la camioneta junto son Saúl.

Durante el trayecto, entre las calles y avenidas de su terruño, ambos hermanos compartieron puntos de vista sobre la situación que priva en el municipio. Un intercambio con respeto, tal como lo calificó Saúl en una charla abierta con este espacio, franca pero sobria en detalles, a los que me di la tarea de investigar.

Ricardo insistió en detenerse en los murales que adornan el paso vehicular a la salida a Zacatecas, y el de la avenida Plateros. Llamó la atención al senador la renovación de la imagen urbana en una sociedad fresnillense que cambia al ritmo acelerado de las redes sociales y el mundo hiperconectado, lo mismo que los centros urbanos del estado como Zacatecas o Guadalupe.

El senador quería conocer en voz de Saúl el Fresnillo después de la elección del 2018. No es lo mismo hacerlo in situ, atravesando los barrios y colonias del municipio, que en una oficina donde la realidad de afuera es construida con palabras y percepciones sesgadas. El intercambio, aunque con respeto, no fue menos aleccionador.

Ya lo había advertido Ricardo unas horas antes en el auditorio de la Unidad Académica de Derecho de la BUAZ, y no parece haber pasado por desapercibido en la plática de hermanos y políticos. Con dedicatoria para Saúl, el mensaje del senador fue el mismo que el de febrero: no distraerse ni sucumbir ante utopías, ambiciones y puestos que no sirven. Su obligación, hoy, es Fresnillo.

Foto: Facebook

Si Saúl estuvo atento, pudo escuchar la misma llamada de su hermano nueve días después. Esta vez, el aviso fue a sí mismo. En la reyerta con Martí Batres Guadarrama por la representación de la Mesa Directiva del Senado, el coordinador de Morena ofreció una entrevista a El Universal donde repitió la misma dosis de enseñanza, aconsejándose en primera persona.

No, no estoy pensando en eso [el 2024]. Estoy pensando en hacer un buen papel. Son efímeras, temporales, las posiciones de poder… No me distraigo en fuegos futuros o artificios. Ahora estoy muy preocupado por dar paso a un periodo legislativo prolijo, productivo. Es más, no tengo mi mente puesta en otra parte.”

¿El aleccionamiento para Saúl resultó? La plática con el presidente municipal abunda en declaraciones firmes. Quien conoce al “CachorroMonreal sabe que el alcalde construye una visión definida de las cosas; escucha, sí, atiende, sí, pero lo hace para verificar los parámetros de realidad con los que vive a diario la toma de decisiones.

Justo de esa manera piensa en estos días sobre los cambios de gabinete que vendrán con su primer informe de gobierno, según me confirma. No es una estrategia de su propia autoría, pero es una que va bien con la manera en que busca vincular su percepción con la de la gente alrededor. Antes que pensar en relevos hay que definir quiénes relevan.

Aunque difiera de algunas voces, Saúl dice tener claridad sobre las áreas que necesitan refrescar su productividad. No obstante, la construcción de su gobierno -lo acepta- fue una invitación a las distintas expresiones políticas que juegan en el tablero político fresnillense. Por ello, el consenso y la consulta a los sectores que se relacionan con cada puesto es lo primero.

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¿La intervención de Ricardo en la conformación de su gabinete? El presidente municipal insiste en la relación de respeto entre ambos, sin cerrar la puerta a las sugerencias que, asegura, tendrán que abonar a la entrega de resultados y a la gobernabilidad. De nada le sirve un gabinete o un cabildo confrontado, lo mejor es atender de inmediato y en lo corto, afirma.

¿La prioridad en su administración? Las finanzas. En un contexto de austeridad, dice Saúl, la apuesta de Andrés Manuel López Obrador es que cada funcionario explote las herramientas que tiene para hacer gobierno. El alcalde resume el tema en un problema medular: si Fresnillo no maximiza la recaudación municipal (en todos los ámbitos), cerrará la única puerta que puede sostener algunos compromisos locales.

¿Las resistencias en su gobierno? De acuerdo con el alcalde moreno, la pasividad para que la plantilla laboral, de arriba a abajo, entienda su ritmo de trabajo, así como su gusto por supervisar las cosas de manera personal, sin dejar de delegar las responsabilidades a cada cual. Me garantiza que en su administración se ha hecho en un año, lo que en cinco anteriores se encontraba en el rezago.

En nuestra charla las aspiraciones políticas no serían tema rehuido. Se nota un presidente municipal que ha interiorizado el mensaje de Ricardo. La presidencia municipal de Fresnillo es el único boleto de salida para cualquier futuro probable en la escena pública. Desde la reelección hasta la posibilidad, de no llenar los vacíos de poder, de quedarse sin la misma.

En los hechos, sin embargo, habremos de valorar en próximos días hasta dónde el aprendizaje se convierte en el segundo año de la administración municipal con miras a su consolidación.

Por el momento, Saúl entiende que es inútil invertir tiempos y esfuerzos en gobernar y hacer campaña. Es o lo uno, o lo otro. El 15 de septiembre escucharemos esa convicción de un solo objetivo: gobernar.


#Casualidades: La convocatoria a la asamblea ejidal en la comunidad de Cedros, Mazapil, el próximo 7 de septiembre, es un parte de guerra. Sanciones a “compañeros” que hayan acordado en lo individual con la minera Peñasquito lejos de “los intereses del ejido” y las cargas de trabajo para los transportistas de CAVA.

No hay manera de que ahora puedan contestar a una crítica que se ha hecho desde este espacio en meses anteriores: el ejido se encuentra dividido y, por ende, la organización plural comienza a debilitarse en negociaciones particulares.

Algunos ejidatarios lo confirmaron a este espacio a unas semanas de que el bloqueo a la minera fuera destrabado entre autoridades locales, federales y legislativas (en este rubro no entra José Narro Céspedes). Una parte de los inconformes efectivamente cuestionaron a los líderes del bloqueo, entre ellos al senador de Morena, y buscaron salidas palpables al conflicto.

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La asamblea a efectuarse el día de mañana tiende a la radicalización de los ejidatarios que mantienen la negativa absoluta a transitar con Peñasquito y el Gobierno Federal. Es previsible que tendremos la noticia de un nuevo emplazamiento a un segundo bloqueo.

Sin embargo, ese radicalismo se aleja de las mismas condiciones con las que la Secretaría de Gobernación y el mismo Ejecutivo Federal, aseguraron que transitarían las mesas de negociación hacia un acuerdo con los ejidatarios, siempre y cuando no se cerrara la mina.

Así lo aseguró Andrés Manuel López Obrador al dar un espaldarazo a Peñasquito como una empresa generadora de empleos, lo mismo que el subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta Saucedo, cuando retiró el plazo de 60 días para aterrizar consensos, y promover un calendario más laxo que permitiera superar las diferencias de una buena vez.

La convocatoria es el prólogo a la prolongación del conflicto, especialidad de José Narro. Al proponer una asamblea sectaria, donde los ejidatarios que alcanzaron acuerdos tendrán trato de traidores, la intensificación de la protesta también mermará en su legitimidad y respaldos. El senador está de paso en Morena, lo que pueda arrebatar en ese inter será sólo para su causa.

Twitter: @GabrielConV

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