La lucha en el recién bautizado “D21” no es por el precoz triunfo electoral de David Monreal Ávila, la lucha es por el control de acceso al gobierno que pretenden alcanzar. Las encuestas en su equipo no han variado nominalmente. Al Coordinador Nacional de Ganadería lo ven 20 o 30 puntos por encima del segundo lugar de la contienda.
Sin embargo, desestiman que el sondeo que dio a conocer la revista Campaign & Elections el pasado 20 de septiembre, y que difundieron viralmente al igual que otras mediciones, define una situación muy peculiar para el estado de Zacatecas. Como partido, en estos momentos Morena supera en votación bruta al PRI por 24 puntos.
En cuanto a la votación efectiva, la diferencia se incrementa a 38 puntos porcentuales. Ese es el dato que derrumba la narrativa que han intentado construir con las encuestas de Leopoldo Trueba, publicada en La Jornada Zacatecas, o una posterior de la empresa Massive Caller, de dudosa calidad pues a “Fito” Bonilla Robles y Claudia Edith Anaya Mota los miden como contrincantes panistas.
La candidatura de David Monreal Ávila sí es desechable. Como marca, Morena Zacatecas puede ganar la elección con la baraja abierta de candidaturas, pues una diferencia mínima de 24 puntos le garantiza la posibilidad de trabajar la imagen hasta del aspirante menos posicionado. En dicho escenario claro que existe un margen de riesgo distinto si es que el PRI llegase a fortalecer, aunque la indecisión de Alejandro Tello Cristerna hasta ahora lo impide.
No se trata del Coordinador Nacional de Ganadería, a quien el espectro mediático y dos campañas le han ayudado a posicionarse en el conocimiento de la ciudadanía, así como a acumular una buena cantidad de negativos en la percepción pública. Se trata del impulso que, lo mismo que en 2018, Morena inyectó a toda su plataforma de candidaturas.
El terreno donde el “equipo” de David Monreal está construyendo la hipotética candidatura se sostiene de un sesgo en la lectura de las encuestas: la marca del partido, y no la de David, es la que definiría la composición futura gobierno estatal. Esto en contraposición a la incertidumbre en que se encuentra el segundo lugar de las preferencias: el PRI de Zacatecas.
Redefiniendo los parámetros de realidad por donde se construye la idea de triunfo anticipado del funcionario federal, entonces sí, la reunión de este fin de semana en la finca “Alicia Garden” y que dimos a conocer en exclusiva en el sitio web de Agenda Política, fue otro error producido por la falta de análisis de datos duros de su “equipo”, perdido en las subjetividades que empujan sus intereses.
Minutos más tarde de publicada la noticia, Ernesto González Romo ofreció la evidencia y el tono político del evento. En una fotografía de la comida que publicó en sus redes sociales además desapareció por retoque de imagen a Pedro de León. Una muestra más de la sentida “unidad” en los apóstoles de David. Mientras que el de Tepechitlán terminó de confirmar la reunión con fines proselitistas, ayer en entrevista telefónica para uno de los noticieros matutinos de SIZART.
Pero los entusiasmados seguidores del fresnillense fueron los que se encargaron de reducir el margen de confiabilidad de las encuestas que posicionan a David, y parece que no valoraron los números de Campaigns & Elections donde el partido es el que supera entre dos y cuatro deciles al PRI. Un número abismal que, hoy, no necesita de un candidato específico para sostenerse.
Y el mensaje es para todos quienes aspiran por Morena: sus candidatura son desechables pues las preferencias del partido le permiten a la marca que forjó Andrés Manuel López Obrador, darse el lujo de discriminar incluso a su propio Coordinador Nacional de Ganadería -en un año donde además le quitó las tres cuartas partes de su presupuesto para el Crédito Ganadero a la Palabra.
No sólo hubo un error de cálculo en los ánimos revueltos de los asistentes a la finca “Alicia Garden”, también hubo carencias en los mensajes políticos. Desde que David Monreal Ávila asumió sus funciones federales y colocó a su asistente en la Delegación de Programas de Desarrollo, no ha habido una nueva convocatoria de actores políticos.
Los mismos que asistieron al mitin político para que “se publicite una plataforma electoral o se posicione a alguien con el fin de obtener una candidatura” (jurisprudencia sobre actos anticipados 4/2018 del TEPJF), son los mismos a quienes no pudieron cumplir espacios en la administración pública federal, salvo los casos de Oscar Alfonso del Real Muñoz y Javier Mendoza Villalpando (este último por insistencia a Ricardo Monreal Ávila).
Ese evento no refuerza la idea de que David ha hecho política, de que David no excluye y de que David no divide (caso Ruth Calderón y Luis Monreal vs Ulises Mejía Haro). Todo lo contrario. La burbuja se selló en un ágape amenizado con carnitas y discursos ansiosos de tomar por asalto el Palacio de Gobierno, pues hay quienes creen que las urnas son mero trámite.
En las formas no queda algo muy claro. Hace algunas semanas Simón Pedro de León recibió la instrucción directa del coordinador de senadores de Morena, con la que solicitaba elevar la calidad de políticos que rodean actualmente a David. Al evento fueron los mismos de siempre. Aunque, si Ricardo los deja marchar en los mismos errores, es porque algo anticipa.
#Casualidades: Lo anticipamos en este espacio el pasado 15 de agosto. En términos de política pragmática, fue prudente la decisión que tomaron los diputados de la LXIII Legislatura de votar el dictamen de reforma del Código Familiar de Zacatecas, antes que promover foros de discusión que hubieran concluido en más enfrentamientos.
Los ánimos de crispación entre la comunidad LGBTTTIQ y el radicalismo del gremio religioso en Zacatecas, no auguraba espacios de diálogo. Por el contrario, la comunicación entre ambos grupos hace tiempos que se había perdido y las demandas incrementaban el tono agresivo.
Lo que interesaba a los legisladores que votaron a favor de la inclusión de la figura de “matrimonios igualitarios”, era contar con el resolutivo que les permitiera emprender la acción de inconstitucionalidad en contra del Código Familiar que presentaron ya el pasado jueves 19 de septiembre.
Como delegados de la LXIII Legislatura ante la Suprema Corte se nombraron a los diputados José Juan Mendoza Maldonado del PRD, y Jesús Padilla Estrada y Héctor Adrián Menchaca Medrano de Morena. Este último, a diferencia del perredista, sufragó en contra de la reelección de Ma. de la Luz Domínguez Campos al frente de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas.
Sus argumentos distaron de los del presidente de la comisión legislativa de Derechos Humanos, el perredista de Río Grande, pues las deficiencias de la CDHEZ durante todo el procedimiento sobre la reforma al Código Familiar en Zacatecas fueron constantes.
Incluso entre promoventes de la acción de inconstitucionalidad hay diferencias de criterios cuando se habla de derechos humanos. Pero Héctor Menchaca aprovechó para desmarcarse de la contradicción que resultaba solicitar una acción de inconstitucionalidad en la materia, y al mismo tiempo ratificar a una ombudsperson ausente en el debate.
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