Pareciera que el Coordinador Nacional de Ganadería insiste en llamar o entender como “politiquerías” las informaciones en torno a las diversas irregularidades que copan el Crédito Ganadero a la Palabra. Su tibieza ha permitido la proliferación de las denuncias de beneficiarios, que hace unos días vivieron uno de sus momentos cúspide.
En horario estelar, dentro del noticiero “En Punto” con la periodista Denise Maerker, un reportaje de 4 minutos y 30 segundos confirmó la entrega de cuatro animales enfermos en la comunidad de Ceja Blanca, del municipio de Iguala, en el estado de Guerrero. Los tres beneficiarios que denunciaron los decesos de vaquillas otorgadas aseguraron no contar con las guías de trazabilidad.
Los animales enfermos (que luego fueron matriculadas en deceso) le representaron a cada beneficiario gastos en atención veterinaria y medicamentos, y no tuvieron respuesta oficial de los reportes que entregaron al personal de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural. Además de que ninguno alcanzaba calidad genética, un peso mayor a los 300 kilogramos, y sus registros de sanidad.
La exposición mediática de la entrega de vaquillas en condiciones contrarias a las que se establecen en las reglas de operación del programa fue el preámbulo para la Convención Nacional anual de la Federación de Colegios y Asociaciones de Médicos Veterinarios Zootecnistas (FedMVZ), que tuvo como sede el Palacio de Convenciones de la capital zacatecana, el pasado 30 de enero.
Sin la presencia del secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Manuel Villalobos Arámbula, al Coordinador de Ganadería se le escuchó -una vez más- su discurso electorero entre el gremio de profesionistas veterinarios. Disperso, con una lectura dificultosa y un tanto abstraído por la presencia de Ulises Mejía Haro y Adolfo Bonilla Gómez, el funcionario federal no terminó de encajar en el evento.
La noche anterior, el munícipe logró aventajar a David Monreal Ávila con una cena para el gremio invitado, en las instalaciones de la Casa Municipal de Cultura. Una estrategia que luego cristalizó con la firma del convenio de colaboración entre la FedMVZ y el ayuntamiento capitalino para garantizar la aplicación de la Ley de Protección y Bienestar Animal de Zacatecas.
El Coordinador de Ganadería no gozó de la exclusividad del gremio, al que la ausencia del secretario del ramo le dio la tonalidad política que se vive al interior de SADER. Con los medios de comunicación habló del respeto a los tiempos electorales para evitar el tema incómodo del día: más denuncias (en pleno escaparate nacional) dentro del programa prioritario del que es responsable.
A diferencia de 2018, cuando David Monreal dejó correr números (irreales) sobre el presupuesto del Crédito Ganadero a la Palabra, el fresnillense hoy no ofrece ninguna cifra para Zacatecas o para el resto de las entidades. De los 10 mil millones que presumía, que luego se convirtieron en 4 mil, y después le fueron reasignados hasta dejarlo en 979 millones, ni una sola palabra. Los otros mil millones que otorgaría a los productores zacatecanos, luego bajó a 100 millones, y terminaron en apenas 81.
Todavía en la Convención, dentro de la Reunión Nacional del Programa Crédito Ganadero a la Palabra, el Coordinador dedicó tiempo para armar las reglas de operación que tendría que haber publicado a más tardar el pasado 31 de enero. El marco legal que, dijo, comenzó a trabajar desde noviembre de 2019, y que mantiene en retraso la entrega de animales también en este 2020.
De nueva cuenta David Monreal Ávila pone las condiciones para una gestión pública de mínimo alcance, obstaculizada por su propio desinterés. Así lo confirmó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en su “Informe sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública al Cuarto Trimestre de 2019”, y donde consta que en el debut del Crédito Ganadero a la Palabra el fresnillense sólo logró un 24.5% de avance en las metas propuestas originalmente.
El panorama no luce nada alentador ni refleja el mito (con el que sostiene sus aspiraciones) de la exclusiva cercanía entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y David Monreal Ávila. Por el contrario, las tensiones al interior de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural han llegado al punto en que el Coordinador de Ganadería calcula los tiempos para abandonar el Gobierno de México.
La “sana distancia” que mantiene el presidente con su partido Morena permea en la promoción anticipada de candidatos. En esa lógica se encuentra David Monreal Ávila que, hasta hace algunos días, valoraba la posibilidad de renunciar a sus funciones, según uno de sus colaboradores cercanos. Sin embargo, por más temprano que desembarque, los negativos de su desempeño en SADER lo perseguirán de aquí en adelante. Y esos recién comienzan.
Después de todo, para Andrés Manuel López Obrador puede que exista más claridad en una reflexión insoslayable: no era el contrincante, sino su candidato, el que se dedicaba al autosabotaje en las contiendas electorales.
#Coincidencias: Mientras el diputado federal Mario Delgado Carrillo renuncia a sus aspiraciones por la dirigencia nacional de Morena, Saúl y David Monreal Ávila reviven la idea del “monrealismo” como un movimiento social a las urnas.
La propuesta nace en medio de las expectativas de un partido en crispación, sin un aspirante que procure la unidad, y donde los acuerdos políticos naufragan. Las candidaturas en 2021 que buscan engancharse de los activos del presidente de la república como marca electoral, viven días aciagos.
Esa es la principal motivación de la dinastía fresnillense para revivir un movimiento enterrado por las traiciones de la clase política que un día caminó a su lado. Fuera de Morena, David y Saúl pierden el atractivo electoral que los llevó a los espacios públicos donde construyen su futuro político.
En el ayuntamiento capitalino anticipan estos movimientos, y las mismas encuestas que puntualmente, mes con mes, en el D21 difunden para presumir la “ventaja” del Coordinador de Ganadería, incluso le darían la razón a Ulises Mejía Haro.
Con una metodología de sondeos que no se termina de entender -donde en 30 días aparecen y desaparecen posibles candidatos-, al edil de “el trabajo todo lo vence” apenas lo separan de David Monreal Ávila entre 3 y 5 puntos de diferencia, en los careos por candidato.
Pequeño detalle: después de dos décadas de campaña y dos derrotas en la elección a gobernador, al todavía Coordinador de Ganadería le pisa los talones un presidente municipal con año y medio de gestión administrativa. Para ambos, el corcel de triunfo se llama Morena/AMLO, aunque a los Monreal esa posibilidad tiende a reducirse con el dominio de “los históricos” en el partido.
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