Dos factores influyeron en buena medida para que los habitantes de Jerez dispararan sus casos positivos de COVID-19, durante la última semana de abril: la poca efectividad de los filtros sanitarios instalados en los accesos al municipio, y el arribo indiscriminado de zacatecanos provenientes del exterior que no procuraron los aislamientos preventivos a los que estaban obligados.

Aunque el municipio tiene una menor densidad poblacional en comparación con Zacatecas y Guadalupe, permaneció en la primera posición de casos de infección el mes pasado, y se mantiene todavía en tercer lugar, con 33 registros al 21 de mayo. Apenas detrás de esas dos demarcaciones, en la zona conurbada capitalina.

La respuesta de los zacatecanos del exterior no fue menos cautelosa una vez que el ayuntamiento gobernado por Antonio Aceves Sánchez se convirtió en un epicentro epidémico. Si bien la autoridad municipal cuidó que los camiones cargados de connacionales disminuyeran sus rutas, esto no ocurrió por decisión de los paisanos, pues ellos continuaron sus trasladados a Zacatecas.

Y para “despistar” a la autoridad, transformaron los municipios de Morelos y Río Grande en una suerte de centrales camioneras alternas, donde la población de distintas regiones de Zacatecas acudía a recoger a sus familiares. Ese fue el reporte que obtuvo Saúl Monreal Ávila hacia finales de abril, situación que obligó a mantener el uso de la fuerza pública como factor de disuasión.

A la par, en Fresnillo lo mismo denunciaron fiestas familiares y reuniones particulares con más de 30 asistentes en las comunidades aledañas. Sin ánimo de protagonismo y sin imágenes infraganti, la policía municipal y la dirección de Protección Civil se encargaron de dispersar cualquier aglomeración no esencial y sin medidas sanitarias obligatorias.

En su momento, y como decisión de gobierno, Saúl Monreal también sugirió al subdelegado de Bienestar, Herón Rojas Vega, que, de no realizar la entrega de programas sociales preferentemente en los hogares, tendría que suspender los eventos públicos que no respetaran las indicaciones de la Jornada Nacional de Sana Distancia, una y otra vez violentadas por los servidores de la nación.

El 6 de abril se instaló el Comité de Emergencia Santaria en Fresnillo.

La comunicación política del alcalde no gira en torno a la desinfección de espacios y transporte públicos. No se le ve diariamente rociando las calles en soluciones que inoculen al virus, pues entiende bien que ese no es el trabajo del presidente municipal. Para ello instaló al Comité Municipal de Atención a la Emergencia Sanitaria, y lo mismo acuerda y sigue sus indicaciones.

Si la zonificación de colonias con mayor índice de propagación del virus fue una medida impopular o no, pues se dijo que estigmatizaba a sus habitantes, la misma permitió a Fresnillo usar uno de los primeros mapas geoestadísticos que permitiera conocer el flujo de infecciones. Días más tarde, esa misma herramienta fue instituida, con éxito, por la Secretaría de Salud de Zacatecas.

Gracias a los datos de los que disponen los servicios de salud a nivel estatal y municipal, actualmente el ayuntamiento de Fresnillo prepara una estrategia de apertura de las actividades comerciales, que en una primera etapa se concentra en la capacitación. Según el giro de los locatarios, deberán acreditar que se siguen los criterios sanitarios para poder dar atención al público.

La zona de alto riesgo de contagio quedará excluida para esta apertura. En esta se encuentran las colonias Industrial, Del Valle, Emiliano Zapata, Francisco Goitia, Lomas de Plateros, Patria y Libertad, Centro y Sector Popular. Esta zonificación no exenta a Fresnillo de una apertura que no será sencilla, y que de presentar algún nuevo brote obligará a regresar a la cuarentena.

Para garantizar un retorno a la “nueva normalidad” en relativa calma, los estándares de prevención deben incluso incrementarse. No es lo mismo mantener las indicaciones de la Jornada Nacional de Sana Distancia con menos gente en la calle, que esperar una mayor afluencia de personas que lo mismo actúa con responsabilidad o que caen en negligencia porque no creen en la enfermedad.

Seguridad pública, uno de los mayores retos para el municipio.

Ese es el reto inmediato que deben resolver las autoridades municipales antes de declarar una primera etapa de reapertura. Además, para Saúl Monreal Ávila la cosa no termina en esa estrategia, pues en Fresnillo han ido en incremento las llamadas de extorsión en su nombre, o en nombre del municipio. Un primera aviso de lo que viene después de la epidemia: la crisis económica.

Con el número de bajas en la creación de empleos formales y la caída de ingresos del sector informal comenzarán otro tipo de brotes: los delitos del fuero común. El gobierno de “El Cachorro” deberá de presentar a la brevedad un proyecto municipal de seguridad que ataque esta nueva sintomatología social.

Hasta ahora ha logrado sostener al municipio en un cuarto lugar de infecciones, después de Jerez. Pero el escenario que empuja el coronavirus no es estable. En los próximos meses la crisis se jugará en dos canchas, una sanitaria, y otra de seguridad pública.


#Casualidades: Dijimos aquí en una entrega anterior que al Coordinador Nacional de Ganadería poco le ocupan sus obligaciones como funcionario. Al día siguiente David Monreal Ávila colocó una foto en Facebook, después de muchas semanas, donde parece que realiza algunas actividades oficiales.

De forma remota y desde la comodidad de su hogar, con una libreta sin apuntes, el Coordinador de Ganadería puso atención al Foro Pecuario 2020, al que anualmente convoca la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas. Al evento David no fue invitado ni como ponente ni como “autoridad” ganadera.

David Monreal, excluido del sector ganadero.

Se conformó con escuchar las ponencias del titular de SADER, Víctor Manuel Villalobos Arámbula; el líder de la CNOG, Oswaldo Cházaro Montalvo; el presidente de la Comisión de Gandería en San Lázaro, Eduardo Ron Ramos; y los representantes de SENASICA, FIRA y la UNAM, entre otros.

Todos los sectores, excepto el del Crédito Ganadero a la Palabra, buscarán la restructuración operativa de la ganadería en etapa “post-pandemia”, así como el fortalecimiento de los programas de sanidad e inocuidad, atención de los trabajadores y la apertura de mercados.

Twitter: @GabrielConV

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