Zacatecas.- Este día Newmont inició su programa “Historias de Peñasquito”, espacio en el cual mostrarán semblanzas sobre las personas que dan vida a Peñasquito. En este primer recorrido presentó a Geralinda Zambrano, mujer que abrió camino en la actividad minera del semidesierto de Zacatecas
Geralinda es madre de dos hijos y tiene una nieta. Originaria de Ojocaliente, Zacatecas, a los 15 años se casó y un año después tuvo que emigrar a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades de vida.
“Allá trabajaba limpiando restaurantes y hoteles”. Después de nueve años se divorció y regresó a vivir a México, pero no había trabajo y las oportunidades eran más escasas para las mujeres.
Decidió poner una birriería para mantener a sus hijos, pero por azares del destino se enteró que estaban contratando personal para una nueva mina en Mazapil. Su perseverancia la convirtió en una de las primeras mujeres en ingresar a trabajar a Peñasquito.
“La minería no es para hombres, eso es un mito”, asegura al señalar que pensaba que iba a realizar actividades relacionadas con la limpieza o la preparación de comida, pero no fue así. Su primer trabajo fue de “banderera”, posteriormente manejó camiones 930 y operó máquinas para arreglar caminos.
Con nivel de secundaria terminado, continúo preparándose al grado de convertirse en supervisora de campo de operación de mina. “Todo depende de nosotras, mientras uno no se la crea no crecemos, y las mujeres tenemos muchas capacidades, vale la pena arriesgarse”.
Para Geralinda, su sacrificio ha sido para sacar adelante a sus hijos y ayudar a sus padres que aún viven en el lugar que la vio nacer. “La minería para mi es una bendición, porque de no ser nada, aquí me dieron oportunidad de crecer”.