El Consejo Nacional de Morena le otorgó a Mario Delgado Carrillo facultades de negociación en cuanto a alianzas electorales se refiere. Lo hizo en una sesión virtual abierta, del 15 al 17 de noviembre, en la que los consejeros acordaron que no por ser quien convoque a las mesas de negociación tenga también la facultad de cerrar consensos.
Preciso esta información como preámbulo a la reunión que tendrán hoy Ulises Mejía Haro, José Luis Medina Lizalde y José Narro Céspedes con la dirigencia nacional de su partido. Como lo anticipé en Agenda Política el viernes pasado, los tres aspirantes emanados de la Regeneración Nacional mostrarán su descontento por la convocatoria.
Hay razón para hacerlo pues en esa misma sesión virtual del Consejo también se acordó que, para todo tema relacionado con las coaliciones partidistas, primero “se consultará a los Órganos de Dirección y Ejecución Locales”. Esa “consulta” al Comité Estatal de Morena Zacatecas no ha sucedido y, de hecho, no pensaba realizarse.
En la invitación a los acercamientos, el CEN de Morena le cerró paso a la dirigencia estatal de Fernando Arteaga Gaytán y Gilberto del Real Ruedas. Vía el delegado José Alejandro Peña Villa, únicamente los tres aspirantes recibieron la invitación de Mario Delgado, con lo que transgredían lo establecido por el acuerdo del Consejo Nacional.
Muy probablemente en ese sentido gire la misiva que entregará mañana alguno de los tres aspirantes a Delgado Carrillo. Al corte de este texto, aún no se definía si asisten Luis Medina y José Narro a presentar su postura. Ulises Mejía tendrá que comunicarse vía remota debido a su condición de contagio por Covid-19.
Es importante poner estos elementos de ponderación para entender los escenarios que se puedan desarrollar en los próximos días y hasta el 23 de diciembre, fecha límite para presentar convenios de coalición de los partidos ante el Instituto Electoral del Estado de Zacatecas. Ahora menos de un mes, como indica el calendario.
Tampoco debemos pasar por alto el artículo 6° Bis del estatuto de Morena al que hizo referencia el senador Narro Céspedes en su conferencia de este domingo. Surgió de las reformas a la normativa interna aprobada en el Quinto Congreso Nacional del partido, en agosto del 2018, después de su inminente triunfo en las urnas.
Recordemos que esas modificaciones fueron secundadas por el monrealismo, especialmente las que cerraban el paso a externos que pretendían construir desde los números electorales de la Regeneración Nacional. Y justo por esas reformas, el padrón de militantes luego fue controvertido por el tribunal electoral federal.
El artículo dice a la letra: “La trayectoria, los atributos ético-políticos y la antigüedad en la lucha por causas sociales, con relación a lo establecido a los incisos a. al h. del artículo anterior serán vinculantes y valorados para quien aspire a ser candidato a un cargo interno o de elección popular”.
Es importante porque, si bien los estatutos de Morena contemplan las candidaturas de aspirantes externos, el partido no tenía una normativa que vinculara, al igual que los militantes afiliados, a sujetarse a la valoración cualitativa. Podías participar como un ciudadano ajeno al movimiento sin necesidad de cumplir todos esos requisitos.
Y es ahí donde el CEN de Morena deberá de pronunciarse, en caso de que en Zacatecas incluya al Verde Ecologista en su coalición, por las aspiraciones de David Monreal Ávila. La precandidatura de Geovanna Bañuelos de la Torre no presenta tantos obstáculos como el del fresnillense, además de que la equidad de género juega a su favor.
El escenario es poco atractivo para el monrealismo, pues en el Consejo Nacional abundan las facciones que tienen diferencias con los “arribistas”, como los nombró Yeidckol Polevnsky. Aunque será la Comisión Nacional de Elecciones la que haga ese examen estatutario de los perfiles internos y externos.
Probablemente los votos de Mario Delgado y Alejandro Peña empujen a David Monreal, aunque chocarán con los argumentos y evidencias que entregue la dirigencia estatal, así como su militancia y representantes. Ellos tratarán de convencer a Citlalli Hernández Mora, Esther Araceli Gómez Ramírez y Carlos Alberto Evangelista Aniceto, en sentido contrario.
Aunque, nada de eso sucederá si el Consejo Nacional excluye de la coalición en Zacatecas al único partido que da cobijo a David. Por eso la urgencia de Mario Delgado de realizar una encuesta que pretende levantarse los próximos 27 y 28 de noviembre, en la que incluirían al excoordinador de Ganadería, y a la senadora del PT, sin acordar primero la alianza.
#Casualidades: Se acabó el combustible que alimentaba la campaña de David Monreal para “recuperar la paz” en Zacatecas. El epicentro fue Fresnillo, ese municipio emblema del sello familiar, y donde gobierna su hermano Saúl.
Aquí se apuntó el pasado 20 de octubre, que el monrealismo jugaría la campaña electoral “en el tema del narcotráfico, pero a la inversa: el fracaso del gobierno de Alejandro Tello Cristerna para dar seguridad a los ciudadanos de Zacatecas”.
Para darle relevancia a “La Infamia”, el clan fresnillense pensaba culpar de todos los males a las dos últimas administraciones en Zacatecas. Sin embargo, también se apuntó: “No entienden que dejaron de ser oposición para convertirse en gobierno desde hace dos años.”
Fresnillo y el monrealismo se partió en un antes y después del homicidio de la niña Sofía. No lo dice quien redacta este texto, sino cientos de ciudadanos que se manifestaron pacíficamente y de forma violenta la noche de este domingo a las afueras de la presidencia municipal.
Todavía no se entiende por qué Catalina Monreal Pérez, en algunos temas profiere con orgullo su feminismo (como en este caso), y en otros lo oculta (como la asignación paritaria de candidaturas para gobernadoras).
Y todavía no queda claro por qué Saúl Monreal se ajustó al “yo no tengo facultades de investigar”, reforzando la antipatía social. Necesitaba un mensaje conciliador, y no sólo a los manifestantes, sino al municipio que gobierna. Emula los mismos errores que David.
Twitter: @GabrielConV