Lo que sucedió ayer en la sede nacional de Morena, en la Ciudad de México, fue una auténtica “guerra de trincheras”. Movimientos tácticos para ganar algunos metros de territorio frente al enemigo, en esta lucha real del ala “histórica” del partido y el grupo “pragmático” de los acuerdos cupulares.

Poco o mucho, según se entienda la vida interna en Morena. Esa que ni siquiera algunos de los que se dicen simpatizantes (especialmente entre los davidistas) asimilan. No pasan de replicar lo que en los chats de WhatsApp les piden difundir de manera masiva, sin comprender realmente lo que se juega en cada estrategia de lance o repliegue.

Hasta el momento, el compromiso de Mario Delgado Carrillo cara a cara con Fernando Arteaga Gaytán y Gilberto del Real Ruedas es que se sustituya a la brevedad a Ricardo Hernández León como representante de Morena Zacatecas ante el Consejo General del IEEZ. Con ello mantienen, nada más y nada menos, que el registro de candidaturas locales.

Las críticas de Omar Carrera Pérez no fructificaron, pues nunca tuvieron sustento, y el dirigente nacional del partido también convino dar de alta nuevamente en los registros a Fernando Arteaga como titular del Comité Ejecutivo Estatal de Morena. La fecha límite tiene un sesgo: será hasta antes del 23 que se logre la reincorporación oficial.

Probablemente busquen reingresarlo pasado el 21 de diciembre, que es el plazo último para registrar convenios de coalición a nivel federal. Y deberán de enviar su nuevo nombramiento no horas antes del 23, cuando deban entregar al Instituto Electoral del Estado de Zacatecas su carta de intención para consumar las alianzas locales.

Estas primeras concesiones sin duda suben el costo político para Mario Delgado, Citlalli Hernández Mora y Alejandro Peña Villa en caso de incumplimiento. Además de que el colectivo de zacatecanos que se instalaron a las afueras de la sede nacional del partido dieron un fuerte mensaje para las diferentes expresiones internas que han sido marginadas en los 15 estados.

Sin justificación, al ala “histórica” se le minimiza hasta el absurdo. El último ejemplo un autogol como el que se anotó David Monreal Ávila en una entrevista asistida en Triple ERRE, pues nunca tomó en serio aquello de que “escribió un libro” (que nunca se le ocurrió anunciar con anterioridad hasta que estuvo concluido) para luego calificar a uno de sus rivales como dedicado a la “literatura”.  

Pues bien, más que escribir libros primero hay que leerlos si lo que se busca es seriedad en el análisis de la correlación de fuerzas que se gesta en Morena. Si es necesario, tomar mucho café, como otros, para mantener la atención, ya que, para los lectores no acostumbrados a las letras, estas pueden resultar un martirio soporífero. Y el sueño es traicionero.

Fernando Arteaga y Gilberto del Real demostraron que hay un punto medio entre los acuerdos cupulares y la organización de la militancia. La dirigencia estatal de Zacatecas se convirtió en un germen de insubordinación a un Comité Ejecutivo Nacional que tenía toda la intención de facilitar el avasallamiento del monrealismo en Zacatecas, a través de Morena.

El origen, no se olvide, fue aquella fotografía del desayuno que sostuvieron José Narro Céspedes, Ulises Mejía Haro, José Luis Medina Lizalde, Fernando y Gilberto en el Acrópolis, el 20 de junio. La fortaleza de los tres aspirantes vino de la cohesión y de la unión de esfuerzos en un mismo sentido, más allá de las aspiraciones individuales.

Y aunque intenten minimizarlo nuevamente, el asunto no es menor. Arteaga Gaytán se ha convertido en un referente para distintas dirigencias estatales que han consultado con el zacatecano los pasos a seguir en la movilización contra las varias imposiciones. Y ese es su gran acierto: demostrar que, más allá de la judicialización, hay formas de desactivar al CEN.

Además de que ya lograron cristalizar la identidad de bloque opositor al interior de Morena, y que será difícil que desmovilicen en la Ciudad de México. El único que puede hacerlo es Andrés Manuel López Obrador, y hasta el momento ninguno ha recibido la llamada de Palacio Nacional para que se desistan de su legítima sublevación.

El siguiente paso es la judicialización del proceso, una vez advertido Mario Delgado que de mantener la promoción de David Monreal como aspirante favorito a la precandidatura -aún y con el grueso expediente de su paso por el municipio de Fresnillo y como Coordinador de Ganadería- la Comisión Nacional de Elecciones dé un veredicto sin la evaluación ético-política de los perfiles.

Y de presentar el veredicto, el documento dará forma a las denuncias que partirán contra la pretendida designación temprana. Aún más importante es recordar que a este proceso interno le restan semanas de escarceos. El único plazo legal para inscribir candidatos en los órganos electorales locales inicia hasta el próximo 26 de febrero. Aún falta un largo trecho.


#Casualidades: Quienes decidirán hoy el futuro del PRI en Zacatecas serán Alejandro Moreno Cárdenas y Adolfo Bonilla Gómez. Ayer fue el turno de Roberto Luévano Ruiz en las oficinas del Comité Ejecutivo Nacional para definir su situación.

Fuentes consultadas por este espacio explicaron que “Alito” Moreno tendría como encomienda amarrar la participación del todavía Secretario de Desarrollo Social en el distrito electoral federal 4, de la mano de Claudia Edith Anaya Mota.

No obstante, la reunión de este día será aún más compleja. Ya los expresidentes del tricolor mostraron en redes sociales su descontento por la que califican como “imposición” de Claudia Anaya, aunque luego rectificaron que no era ella sino el cambio de ruta de “Alito”.

El avance de los históricos fue en un terreno táctico, dentro de la negociación con Mario Delgado. Zacatecas se convirtió en referente de justa sublevación en contra de los acuerdos cupulares.

Luego se volvieron a echar para atrás en aquello de que renunciarían al partido, si no aparece “Fito” Bonilla en la boleta como candidato a gobernador. Seguramente escucharon detenidamente el mensaje de Alejandro Tello Cristerna, quien se deslindó de sus posiciones estrictas.

Especialmente Guillermo Ulloa Carreón, uno de los vínculos del gobernador con el PRI en la elección del 2018. Se apagó pronto la insubordinación en redes sociales que duró únicamente un día, pero dejó constancia del relajamiento de la “disciplina” priísta, antes tan venerada.

Aunque parece improbable que la votación de ayer en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación cambie mucho el panorama dentro de la mesa de acuerdos con “Fito” Bonilla en el CEN del PRI. Alejandro Moreno no cederá Campeche, aún y cuando el PAN tenga mejores números.

Twitter: @GabrielConV

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