Mazapil, Zac.- Rafael Álvaro Ortiz Pérez inició en la minería hace 20 años. Originario de Fresnillo, Zacatecas, actualmente labora en el Departamento de Operaciones Mina de Newmont Peñasquito como supervisor e instructor de carga y acarreo.

Tuvo la fortuna de capacitar a la primer mujer operadora de una pala eléctrica en México. Para Álvaro su familia lo es todo, “por ellos trabajo para darles estudio, una profesión, un mejor futuro”. Siempre que está con su esposa y sus hijos aprovecha cada minuto para convivir con ellos.

Estudió en una preparatoria abierta y después hizo una cerrera técnica en el Conalep. Comenzó a trabajar a los 16 años en varias minas subterráneas del norte del país. Hace 13 años tuvo la fortuna de probar en Peñasquito.

“Empecé a demostrar con trabajo que estaba hecho para grandes cosas”, asegura Álvaro al tiempo de señalar que un equipo técnico tardó tres meses en armar la pala 7 y cuando estuvo lista “me tocó la dicha de moverla y cargar los primeros camiones con esa pala”. Lo que más le satisface de su trabajo es aportar conocimiento a las demás personas.

La comida favorita de Álvaro son los tamales. Le apasiona el futbol que comenzó a practicar a los seis años de edad hasta que ingresó a trabajar a la minería. Actualmente hace cardio y le gusta correr.

El no estar siempre con sus seres queridos representa su mayor sacrificio. “Cada que estoy con ellos les platico qué hago y qué estoy por hacer”. Su esposa, quien también fue minera, se ha convertido en su pilar al motivarlo siempre a seguir adelante.

Mantiene una relación estrecha con su madre, no deja de frecuentarla y ayudarla, “ella tiene todo mi apoyo desde que nos faltó mi padre”.

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