Lo pronosticamos aquí el pasado martes. A partir de esta semana, Alejandro Tello Cristerna se convierte en el enemigo público del periodo de transición de gobierno. Las palabras de David Monreal Ávila en su mensaje en Palacio de Gobierno este jueves, advierten que habrá una entrega-recepción producto de insidias e intrigas internas en los pasillos de Ciudad Administrativa.

David dio carta a los funcionarios estatales para convertirse en “contralores sociales”. Esas figuras existentes en el organigrama de la Secretaría de Bienestar que teóricamente procesan las denuncias ciudadanas contra los servidores de la nación, supervisores, subdelegados y delegados, pero que a la fecha no han logrado un papel preponderante en la Cuarta Transformación.

Este periodo entre la conclusión e inicio de una nueva administración (que no gobierno en el caso de David), repite la estrategia que vimos durante la detención arbitraria que sufrió una de las familiares de Claudia Edith Anaya Mota el domingo electoral. A partir de una “denuncia anónima” las corporaciones municipales de Guadalupe privaron de su libertad, con lujo de violencia, a una mujer identificada como “Edith”.

Horas más tarde, y de acuerdo con la información de la autoridad en turno que se conoció en este espacio, el municipio tuvo que liberar a la relativa a la candidata porque “no había delito alguno qué perseguir”. De ahí que, Alejandro Tello no deba esperar una transición en calma como lo fue en su momento la de Andrés Manuel López Obrador y Enrique Peña Nieto. Al contrario.

Bajo el pretexto de “cuidar, resguardar y proteger el patrimonio de los zacatecanos, sus recursos públicos, bienes muebles e inmuebles” crecerá el clima de tensión al interior del gobierno estatal. Esa clase trabajadora a la que David promete justicia (mientras advierte que revisará sus derechos adquiridos), serán los nuevos delatores de cualquier cosa que parezca sospechosa.

“No soy de fobias ni rencores” asegura Monreal Ávila, y se esmera en mantener la ruptura, el encono y la confrontación en todos los niveles. Los llamados a la unidad son ficticios, aunque diga que se reunirá con todos (sus) sectores políticos, en los hechos se construye el gran discurso de revancha con el pasado. Es la mayor aspiración que ha ambicionado el recién electo desde hace tres años.

Algo así como la atmósfera de tensión social que se vivía en la Alemania democrática que dividía el muro de Berlín. Se delataba cualquier actitud sospechosa de “traición” y “sedición”, se administraban listas de enemigos políticos, y poco a poco se rompía el tejido público por la necesidad del gobierno de mantener el control absoluto, incluso sobre la vida privada.

Resulta curioso que David haya asegurado no tener elementos para señalar a Alejandro Tello ni a Miguel Alejandro Alonso Reyes, contrario al discurso que enarboló en toda la campaña. Se limita a la quiebra del estado, la deuda, y la inseguridad, como “herencias malditas”. Por eso le resulta necesario (y predecible) convertir la entrega-recepción en un choque, más que en un cambio de gobierno.

Empero, el mandatario saliente no guardó silencio. A Francisco Esparza Acevedo le dijo lo que debió decir a través de sus voceros partidistas en campaña. La federación le ayudó a liberar el traslado de la nómina educativa, gasto que -según Tello– ya absorbió el gobierno de López Obrador, y que le significó una gestión de casi 6 mil 500 millones durante toda su administración. Algo que no pudo lograr su sucesor.

También resolvió las tasas impositivas por “remediación ambiental” en un ingreso anual por 500 millones de pesos. Serán recursos adicionales que, a juicio de Tello Cristerna, deberían servir al nuevo gobierno para no promover otras tasas impositivas que mermen en los ingresos familiares. Lo mismo que la recaudación “cuadruplicada”.

De los mil millones que prometió Andrés Manuel a distintos mandatarios estatales como un estímulo para que no metieran las manos en las elecciones, Alejandro explica que, hoy, no existe ni se vislumbra un panorama positivo para ese presupuesto extraordinario. Será un tema que cuestionará al presidente en su gira de este sábado por Zacatecas.

Esos mil millones, a juicio del gobernador saliente, siempre fueron parte de un proyecto carretero que permitiera la renovación de la conectividad local. Y aunque los recursos no lleguen, el mandatario afirmó: “yo cumplí con no volcar al estado en la utilización de recursos públicos para la elección” después de varias advertencias del Gobierno de México para mantenerse ajeno como lo hizo -por convicción- desde 2018.

De paso, Tello Cristerna también le responde al TRIJEZ. En día inhábil (a diferencia de Ricardo Monreal Ávila) asistió a un evento partidista a refrendar su voto personal en favor de Claudia Anaya. Ni vehículos públicos, ni recursos de su gobierno fueron utilizados ese día para trasladarse al evento, según su versión. “No estoy manco y hay que ventilar las cosas como son”, advirtió.

Sus palabras fueron francas como suelen serlo. A los tribunales les dijo que esperaba mayor autonomía, sin vendettas ni revanchas. Y entiende al mismo tiempo que “hay que quedar bien con el poder”. Sin embargo, el pronóstico se mantiene: Alejandro Tello será el primero en probar los tiempos de la transformación en Zacatecas, con todo y que cumplió la palabra empeñada a López Obrador.


#Casualidades: Al corte de este texto (una hora antes de la conclusión del término) en los estrados electrónicos del Tribunal de Justicia Electoral del Estado de Zacatecas no se habían publicado ninguno de los juicios de nulidad electoral contra la nueva integración legislativa.

La oportunidad de impugnar el acuerdo del IEEZ para repartir curules plurinominales se encuentra en suspenso, pues ningún partido había presentado su documentación. Como es costumbre, lo harían unos minutos antes de las 23:59 horas.

Dos son los escenarios probables que pueden alterar dicha integración en la LXIV Legislatura. En caso de que una mujer de la listas de RP de Morena ingrese un recurso en contra para exigir equidad de género, se abre la posibilidad (ciertamente remota) de que Enrique Manuel Laviada Cirerol no se corone como tribuno. Eso no exime el marcado interés -todavía ayer- en la burbuja de David Monreal para lograr su acometido.

Mientras que en el caso de la impugnación que presentaría Víctor Hugo Medina Elías, representante del PRI de Zacatecas, de darse el visto bueno a los tricolores peligraría la curul plurinominal que obtuvo José Luis “El Cepillo” Figueroa Rangel en el PT, pues es el único partido que podría perder una posición adicional.

Los de la Revolución Democrática estarían preparando una impugnación más para ayudarle a alguno de los partidos menores en la coalición Juntos Haremos Historia. No queda muy claro en qué términos será la exigencia de la bancada, pero ayer buscaban concretar su juicio de nulidad electoral.

Twitter: @GabrielConV

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