Quienes sigan pensando que el distanciamiento entre Saúl y David Monreal Ávila es una trama ensayada (como lo dijeron de Susana y Ricardo en su momento), mirarán con gafas equivocadas el escenario político de Zacatecas en los próximos tres años. Ellos dos podrán compartir apellidos y una extensa familia -de la que David se ha separado poco a poco-, pero ese es su único terreno en común.

La diferencia se gestó poco a poco desde el 2018 y fue disimulada largo tiempo, pues la prioridad era ganar la elección de junio. Hoy, cada uno en su propio gobierno y en su manera personal de hacer política, darán significados muy distintos al apellido Monreal. El de Saúl mucho más independiente. El de David, anclado en las ambiciones de una pequeña burbuja que lo ciega.

El trato continuará en el respeto, empero, ya sin apariencias, las decisiones (en las que habrá muy pocas coincidencias) marcarán el futuro de Saúl y de David. Al ex Coordinador de Ganadería se le acaba su carrera política en seis años. Mientras que el edil fresnillense tiene todavía un importante camino qué recorrer, con la guía de Ricardo Monreal.

Y “El Cachorro” se encuentra en el mejor momento para consolidar la segunda etapa de su gobierno, mientras abre puentes de comunicación en los 58 municipios del estado. El objetivo: llegar a una curul en el Senado de la República, según se establezcan las condiciones partidistas que serán determinantes de aquí al 2024.

A diferencia de su (ex) cuñada Verónica del Carmen Díaz Robles, Saúl entiende que en Morena persiste una lucha de poder entre distintas fuerzas que no garantizan una conducción homogénea. Es un terreno en el que hay que generar unidad, no exclusión. Además, las candidaturas dependerán de la decisión que tome Andrés Manuel López Obrador sobre su sucesor o sucesora.

Su estructura no la deja a la suerte del condicionamiento de programas sociales, como sí lo hace Díaz Robles. “El Cachorro”, en cambio, se da a la tarea de visitar la pluralidad de municipios y comunidades, en los que ha encontrado una buena cantidad de heridos por el proceso interno de Morena y del monrealismo, cuando David dejó de cumplir sus primeros compromisos.

Recordemos que Verónica Díaz tomó una gruesa rebanada del pastel de Bienestar y la implantó, sin más, en las listas de candidaturas que registraron ante el IEEZ. Ese fue un episodio de muchos, en los que Díaz Robles le hizo saber a Saúl las consecuencias de no asumir el papel secundario que quería que tuviera como presidente municipal, e intentara opacar a David.

De esto último, el ex Coordinador de Ganadería se volvió experto al hacerse sombra a sí mismo. Sin embargo, lo que quería Díaz Robles era que Saúl se comportara como un Julio César Chávez Padilla. A él le tiene un aprecio especial porque, una vez que Ricardo marcó su línea debido al divorcio con Luis Enrique Monreal, Guadalupe fue el único municipio que arropó a la (ex) cuñada.

Excepto por David, Verónica pasó meses en el exilio del monrealismo. So pretexto de la pandemia desapareció de la agenda pública en Zacatecas, mientras su servidores de la nación ponían las condiciones para contagios masivos en los municipios. La prioridad eran las redes clientelares, no importando que a los adultos mayores se les aglutinara en eventos sin ninguna medida sanitaria.

Fue por indicaciones de la delegada que Herón Rojas Vega intentó desplegar a la estructura de Bienestar sin tomar en cuenta a la autoridad municipal. Cuando entraron al territorio que controla Saúl entendieron bien que toda su información en cada una de las colonias y comunidades llegaba de inmediato a las manos de “El Cachorro”.

Tras bambalinas, Verónica también empujó los hilos de Gabriel García Hernández para detener apoyos a la vivienda que gestionó Ricardo Monreal para Fresnillo, hasta direccionarlos a la delegación de Bienestar donde fueron entregados por su deficiente estructura. No obstante, la ruptura total se consumó cuando Ernesto González Romo apareció como candidato en el Distrito V.

Previo a ello excluyeron al PT, al PANAL y al PVEM de la posibilidad de compartir la boleta con Saúl en coalición. El menor de los Monreal compitió únicamente con los votos de Morena y no contra Javier Torres Rodríguez, sino contra Claudia Edith Anaya Mota que convirtió ese municipio en uno de sus sitios habituales para hacer campaña.

Que Saúl se ausente a las reuniones de ediles guindas a las que convoca Julio César (y en las que prometen estará David aun sabiendo que vacaciona lejos de Zacatecas), es apenas uno de distintos momentos en que hará valer su autonomía. Que aparezca en giras de la mano de su hermano Luis Enrique es un mensaje muy claro para los que saben que esta no es una ruptura fingida.

Este espacio dio la primicia el 23 de julio: Verónica Díaz instruyó imponer titulares de SEDESOL en municipios, que luego cambiarán de nombre y de funciones si se aprueba una reforma para convertir estas dependencias en una especie de mini delegaciones de Bienestar. El único exento de esa operación se llama Saúl Monreal Ávila, por obvias razones.


#Casualidades: Más que un juego de palabras, es una trampa del discurso. Que David Monreal califique a Alejandro Tello Cristerna como un funcionario responsable a comparación de su personal, que es abusivo y desobediente, es una elegante manera de llamarle omiso al mandatario saliente.

José Guadalupe Soto Landeros se lo dijo al priista en numerosas ocasiones, pues vivió en carne propia el séptimo año de gobierno de Miguel Alejandro Alonso Reyes cuando los amigos dejaron de serlo y los cercanos se alejaron lo suficiente hasta desaparecer.

En el sexto año de gobierno (ese en el que deja de gobernar), Alejandro Tello conocerá también la soledad y la discordia que en su momento vivió Amalia Dolores García Medina. Y si en serio cree que David o su séquito respetan acuerdos, deberá de prepararse para los días aciagos.

A partir del 12 de septiembre no habrá un “exgobernador responsable” o una “persona honesta”. En esa fecha inicia la evaluación política de la administración de Tello Cristerna. La lucha que persiste entre el IZAI y el SEDIF debe advertirle que no serán tiempos de tranquilidad.

Desde que fracasaron los acuerdos con las empresas mineras, al inicio de su administración, Alejandro dijo a este espacio que dos de sus funcionarios (en SEFIN y SAMA) le habían hecho creer que las cosas caminaban de manera positiva. Cuando él tomó la negociación en sus manos, la realidad que vio era otra. Fue la primera plática que Agenda Política tuvo con el gobernador en septiembre del 2017.

A partir de la fecha, a Tello Cristerna se le escucha decir fuerte y claro: yo no voy a meter las manos por quienes hayan traicionado mi confianza. Y con esa frase remató la última charla que tuvo Alejandro con esta columna el pasado mes de mayo. Aunque la razón le asiste, eso no desalentará a sus adversarios de siempre para capitalizar con la “corrupción por omisión”. ¿Cómo se estará preparando para su sexto año de gobierno?

Twitter: @GabrielConV

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