Difícilmente habrá un cambio en la coordinación de la bancada de Morena en el Senado, dentro del corto plazo. No hay condiciones para relevar de ese puesto a Ricardo Monreal Ávila en la reunión plenaria que realizará su fracción en la Cámara Alta, este viernes 27 y sábado 28 de agosto. No por ello, la encomienda inmediata que recibió de Palacio Nacional fue menos dura.
En menos de 72 horas, Ricardo debe buscar los consensos suficientes en su propio partido y con las bancadas opositoras, para recibir de forma tersa a la extitular de la SEGOB, Olga Sánchez Cordero, y proponer su nombramiento en la presidencia de la Mesa Directiva del Senado. Así desactivó las aspiraciones de cuatro senadoras de Morena, para desistirse de un puesto sin vacantes.
Bertha Alicia Caraveo Camarena, Imelda Castro Castro, Marybel Villegas Canché y Ana Lilia Rivera Rivera aparecieron en un breve video junto con el presidente de la Junta de Coordinación Política, apenas se había cumplido la primera hora después de que se conociera el relevo en el Palacio de Covián, con el membrete de Adán Augusto López Hernández.
De las cuatro legisladoras, ninguna hizo uso de la voz. El mensaje lo concentró Ricardo. Lo mismo que la exclusiva nacional del retorno de Sánchez Cordero a su curul. La imagen del oficio de reincorporación firmado por la exministra no cuidó las formas, pues se montó en otro video en el que el fresnillense otorga una felicitación a Olga María.
Ese oficio llegó a la Mesa Directiva que dentro de unas horas dejará de presidir Eduardo Ramírez Aguilar, supuesto coordinador de campaña de David Monreal Ávila que nunca estuvo realmente involucrado en el rol que le encomendaron. Una descuidada fotografía de celular desde su oficina bastó para ganarle la primicia a Andrés Manuel López Obrador. Más tarde, el chiapaneco también dedicó una lisonja empalagosa para Ricardo durante la conferencia de prensa nocturna del Senado.
Es cierto que el presidente de la república retomó el diálogo -que había perdido- con Ricardo Monreal horas antes. Esta vez, y para refrendar el distanciamiento político al que todavía le queda el respeto institucional, no hubo fotografías ni videos de la charla, como el tabasqueño acostumbraba a hacerlo cuando regalaba señales de confianza para el fresnillense.
Previsible que aquella plática se haya llevado en los términos meramente formales, fuera de tono amistoso y de camaradería. Y el objetivo de su encuentro facilitaba una aproximación acartonada. Encargar la designación de Olga Sánchez como presidenta de la Mesa, cuando la exministra incursionó de forma paralela en el Senado como operadora, hace unas semanas, era un obús directo para Ricardo.
Quién duda que la tarea de López Obrador para el coordinador de senadores de Morena no le haya provocado un peculiar gusto personal al tabasqueño. Después de tres años de no hacerlo, Sánchez Cordero finalmente fungía como el enlace del ejecutivo federal para cabildear modificaciones legales que se encontraban en el territorio de Monreal Ávila.
Y lo hizo por órdenes del presidente, para comenzar así un nuevo periodo de gobernanza en la Cámara Alta. La extitular de Gobernación no regresa a su curul como desistimiento de sus funciones de gabinete. Todo lo contrario. Andrés Manuel la impone en la Mesa Directiva para contar con una vigía efectiva al poder que ejerce Ricardo en la JUCOPO.
A partir de este jueves, Olga Sánchez Cordero se convierte en los ojos y oídos de Palacio Nacional dentro del espacio que se acostumbró a monopolizar Ricardo. No habrá un desplazamiento inmediato porque, como se dijo en un inicio, no hay condiciones para echar de la Coordinación a un político que tuvo como acierto acercarse a todas las fuerzas políticas.
Sin embargo, abre una nueva correlación de fuerzas que robustece la decisión de López Obrador de no empoderar al apellido Monreal en las boletas del 2024. El cambio en SEGOB también es un mensaje para un Marcelo Ebrard Casaubón que, a diferencia del exgobernador zacatecano, prefiere mantener discreción antes que mover las percepciones en los medios de comunicación.
David Monreal escogió el peor momento posible para encargarle a Ricardo todo el paquete de promesas que hizo en la campaña. Durante su transmisión semanal dejó de hablar con entusiasmo del apoyo que dijo que recibiría de López Obrador para transformar a Zacatecas, y que hace algunas semanas le desmintió el presidente.
A contrasentido, nuevamente pidió a su hermano que lo rescate de la situación que le pintó el tabasqueño en su última entrevista. Pero, sólo alguien como David es tan optimista (que peca de ingenuo) al pensar que Ricardo está en el mejor momento de su relación con Andrés Manuel, para realizar una gira de gestión en las secretarías del gobierno federal. ¿Y ahora, quién podrá rescatarlo?
#Casualidades: El mejor publicista del quinto informe de gobierno de Alejandro Tello Cristerna, se llama David Monreal Ávila. Nadie como el candidato electo y su Comité de Entrega-Recepción para que el mandatario saliente se cuelgue a la agenda pública a transparentar su gobierno.
Lápices, escritorios, computadoras, mobiliario, plazas, basificaciones, obras de arte, concesiones experimentales, fideicomisos, el proyecto Platabus, un cocodrilo, y todo aquello que se le ocurra a David en las próximas horas, para que Alejandro presuma sus cuentas.
Uno de los funcionarios del staff de Tello responde con ironía: a otros exgobernadores se les acusó de ser dueños de ranchos, gasolinerías, automotrices, constructoras, prestanombres, propiedades en el extrajnero, yates y otras tantas adquisiciones… y a Alejandro lo señalan por presuntamente haber perdido un lagarto que no estaba perdido.
El gran acierto de Tello Cristerna es atajar de inmediato los oficios que firma Humbelina Elizabeth López Loera, y que son redactados por Norma Julieta del Río Venegas. No se demeritan los conocimientos de transparencia de la exdirectora de Capacitación del IZAI, pero sí se duda de sus capacidades técnicas en materias que conoce de manera reciente.
La mano detrás de todas las provocaciones sin futuro que han circulado estas semanas tienen el estilo y la tinta de la comisionada del INAI. Así rememora sus tiempos de contralora. Empero, esa es la función que cumplen López Loera y Silvia Saavedra Juárez, como se explicó aquí semanas atrás.
Nadie sabe para quien trabaja. Alejandro Tello se despide con un mensaje más personal que político: “hice lo que pude”. Pero, será recordado por la forma en que encaró una entrega-recepción que no tenía otro objetivo que generar escándalos mediáticos.
Twitter: @GabrielConV