Si el panorama financiero en Zacatecas es producto de una serie de decisiones equivocadas y manejos indebidos de las administraciones anteriores, el “tembloroso” Ricardo Olivares Sánchez no puede abstraerse de la crisis de recursos. Él fue corresponsable de lo que sucedía en esos gobiernos que acusa, ya sea como funcionario o asesor externo.

Entre 2003 y 2005, cuando ocupó la Secretaría de Finanzas del estado de Tlaxcala, construyó una relación de intereses políticos y profesionales con Jorge Miranda Castro, su par en Zacatecas. En ese vínculo también participó la excontralora del gobierno de Amalia Dolores García Medina, quien además agregó un componente de cercanía al hacerlo su compadre.

Norma Julieta del Río Venegas es la mano que abrió la puerta a la ratificación de Olivares Sánchez en la Secretaría de Finanzas. Y no parece que David Monreal Ávila esté muy convencido de haberle otorgado tal distinción al tlaxcalteca, pues le ha conferido cierto trato despectivo, además de obligarlo a dar un mensaje este fin de semana que lo clasifica como cómplice.

Desde que Alejandro Tello Cristerna eligió al Doctor en Ciencias de lo Fiscal para ocupar la vacante que dejó Miranda Castro, ya asomaba un acuerdo subrepticio entre la administración saliente y los Monreal. Como se dijo en este espacio, durante el proceso de entrega-recepción a Ricardo Olivares no le impusieron algún representante de la nueva gobernanza. Él mismo recibió su oficina por órdenes de Norma Julieta.

El acuerdo electoral también se ratificó con la candidatura de Jorge Miranda al ayuntamiento capitalino, que nunca fue bien vista por la delegada de Bienestar, Verónica del Carmen Díaz Robles. Con calzador, la comisionada del INAI empujó al exfuncionario de Finanzas a la capital, al tiempo que ambos mantenían influencia a través de Olivares.

Hoy, no sabemos a ciencia cierta qué fue lo que gestionó o dejó de gestionar el también exsenador tlaxcalteca, hace unos días en la Ciudad de México. Sólo tenemos en claro que, como uno más de la nueva gobernanza, no tuvo otra opción que obedecer la estrategia preferida de David: acusar al pasado de todos los males (originados en el sexenio de Ricardo Monreal).

Lamentablemente, el portal de Transparencia del gobierno del estado entrega un risible archivo de consulta del curriculum de Ricardo Olivares, sin información. Desconocemos qué empresa fue la que creó exprofeso para vender asesorías a distintos estados (en los que se encontraba Zacatecas) y municipios de la república, y con la cual recibió recursos del gobierno de Amalia García.

Lo que queda claro es que, por omisión, Olivares es corresponsable de “asesorar” al gobierno local, desde hace años, a través de su amiga y comadre, la comisionada que hoy se encuentra en el ojo del huracán por el hackeo a la Plataforma Nacional de Transparencia. Un ciberataque que toma como inexperto a Luis Fernando Araiz Morales, Director General de Tecnologías de la Información del INAI.

El movimiento para llevar a un zacatecano a ese puesto fue cabildeado entre Julieta del Río y Oscar Guerra Ford. A este último, la comisionada que impulsó Ricardo Monreal en el Senado buscó proyectarlo como presidente del Instituto Nacional de Transparencia, con muy pocas posibilidades de rebasar a Blancia Lilia Ibarra Cadena, una cuota más allegada al priismo.

Juntos congregan un pequeño bloque en el INAI, el mismo que hoy absorbe toda la responsabilidad por el hackeo masivo que a la fecha persiste en la plataforma, con lo que se mantienen en riesgo miles de datos personales e información pública consultable. La respuesta, como es costumbre de Norma Julieta, busca expiar sus culpas en el terruño zacatecano más que en la capital del país.

Así llegó la Semana Nacional de Transparencia este lunes, que tenía como una de sus sedes el Palacio de Convenciones de Zacatecas. En medio de la efervescencia social la comisionada intentó descalificar las protestas del magisterio, ya que David Monreal ni siquiera estaba en la entidad. Desde este domingo, dijo, había partido a la Ciudad de México.

Omitió un pequeño detalle. David iba acompañado por Verónica Díaz, según pudieron atestiguar algunos comensales que se reunieron cerca de las inmediaciones del Senado, en Avenida Reforma. En su ausencia, Julieta asumió las funciones que quiere tomar en la Secretaría General de Gobierno con gestiones para cuidar su evento con elementos de seguridad vial y estatales.

El discurso de la comisionada elevó el tono del “diálogo” entre la “nueva gobernanza” y los sindicatos, y se arrogó una posición de poder que aún no tiene de manera formal en la entidad. Su justificación simplona: que la Semana Nacional de Transparencia detonaba la actividad económica. Esa que su “gran amigo” el “gobernador” había dinamitado desde hace un par de semanas al interrumpir distintos pagos.

Que nadie se meta con la transparencia, espetó de forma arrogante Del Río Venegas. No sólo no alivió la protesta, también incrementó las tensiones que vive un gabinete incompleto. En malas manos David deja el consenso político. Un consenso que ahora tiene como tónica la división y la exclusión, antes que la unidad que tanto piden para un gobernador totalmente extraviado.


#Casualidades: Sólo a los serviles de David Monreal se les ocurre grabar un video en alguna de las miles de calles de la Ciudad de México, para dar un mensaje sin ninguna novedad. No hay recursos logrados, sólo reuniones que se dieron en buen ánimo.

Su comunicación es tan deficiente que, sin una agenda definida de gestión presupuestal, el “gobernador” tuiteó que no tenía ninguna mesa de trabajo asegurada. Se encontraba en la Ciudad de México para “intentar reunirse” con quien lo atendiera.

¿Amigo y aliado del presidente, como lo quiso retratar de forma incoherente el diputado Ernesto González Romo? Y pasar al bando de los enemigos y rivales de Andrés Manuel López Obrador, como lo intenta María Soledad Luévano Cantú sólo trae los mismos resultados.

No hay ni habrá preferencia alguna para el apellido Monreal por instrucciones de Palacio Nacional. Aún y con ello, David piensa que es buen momento para solicitarle a la federación la federalización de la nómina, que lo obliga a reducir distintas prestaciones laborales.

El paquete es tan ambicioso que pasa por las reformas a la Ley del ISSSTEZAC, la desaparición del pago de doble pensión, incremento de cuotas, reducción del aguinaldo de 90 a 30 días, vigilancia del número de profesores y alumnos en escuelas, y otros tantos requisitos.

De otra forma no habrá traslado de la nómina magisterial al Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (FONE). A la crisis de recursos además hay que sumar la falta de pagos que vivirá en la siguiente quincena la planilla laboral en la UAZ.

Twitter: @GabrielConV

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