Son compromisos de campaña de los que difícilmente podrá deshacerse David Monreal Ávila, y mientras más gasta saliva y minutos en redes sociales para tratar de voltear la mirada al pasado, su presente empieza a parecerse a esa “herencia maldita” que no lo deja “gobernar”. Los intereses superan por mucho su propio contexto, y poco a poco lo exhiben.

Hoy, la “nueva gobernanza” tiene membresía en la extensa lista de clientes políticos del Corporativo Kosmos, propiedad de la familia Landsmanas, de origen letón/lituano. Un consorcio que incluye a empresas de venta de productos perecederos y servicios alimenticios como La Cosmopolitana, Productos Serel, y Abadi (Abastos y Distribuciones Institucionales).

Bautizada como “el cártel de la comida” a partir de una investigación del portal periodístico VICE México en 2019, los brazos de Jack Landsmanas Stern, nieto de Elías y Jorge Landsmanas, fundadores del consorcio Kosmos, se extienden por todo el país. Sus clientes: gobiernos estatales, centros penitenciarios, Guardia Nacional, IMSS, PEMEX, ISSSTE, sólo por mencionar algunos.

“Corporativo Kosmos tiene tal fuerza que ha logrado contratos por al menos 29 mil 76 millones de pesos entre 2002 y lo que va de 2019 –una tercera parte sin licitación…” explica VICE en su publicación del 25 de febrero de ese último año. Dos de esos 704 contratos fueron adjudicados en la administración de Alejandro Tello Cristerna.

Partieron del Sistema Estatal DIF y, según indagaciones publicadas por Heraclio Castillo Velázquez, sumaron montos por 68 millones 426 mil 388 pesos para Abadi, y otros 39 millones 997 mil 554 pesos para Productos Serel en 2017. Un año después, Kosmos pierde fuerza en Zacatecas pues fue desplazado por Banderas Abastecedora, Grupo Peravi, y Dominus Messico (un cártel alterno).

Sin embargo, los Landsmanas regresan al estado con un contrato bimestral por 16 millones 791 mil 258 pesos, que curiosamente nace de una “investigación de mercado” en donde incluyeron otra propuesta de la empresa La Cosmopolitana (de la triada Kosmos), por 18 millones 106 mil 85 pesos, lo que retrata de forma nítida la manera en cómo opera “el cártel de la comida”.

Gracias a esta otra adjudicación “por exención a la licitación”, justificada en supuestos asuntos de seguridad pública -cuando el gasto corriente ni siquiera entra en esta categoría-, Abastos y Distribuciones Institucionales ahora se encarga de dotar de alimentos al personal de las UNIRSE, centros penitenciarios, y policías estatales.

Existe literatura de sobra acerca de las múltiples irregularidades del Consorcio Kosmos en los gobiernos a nivel estatal y federal en las últimas dos décadas, pero la miopía voluntaria instalada en la Secretaría de la Función Pública, tienen a Humbelina Elizabeth López Loera, a Víctor Hugo Hernández Reyes y a Ángel Manuel Muñoz Muro en la más absoluta de las complicidades.

Bastaría con reproducir el grave episodio por intoxicación alimentaria que vivieron los reos del Penal Estatal de Puente Grande, en Guadalajara, Jalisco, en mayo del 2014, para conocer las consecuencias sanitarias de la compra y traslado de alimentos en estado de descomposición en los que incurrió La Cosmopolitana para, al menos, haberla excluido de su “investigación de mercado”.

No obstante, y como puede consultarse en la copia del contrato que se incluye en esta columna, David Monreal debe una contraprestación electoral a los Landsmanas que estaría por definirse como adjudicaciones consecutivas durante el 2022, o bien, la adjudicación por “excepción a la licitación” en su modalidad anual con totales por alrededor de los 100 millones de pesos.

Caso parecido a las licitaciones que dejó acomodadas Arturo López Bazán previo a su relevo para la renovación de los sistemas de comunicación del C-5, arcos de seguridad en las UNIRSE y padrón del Registro Vehicular, al emporio de los Centros de Control y Comando (C-4 y C-5) mejor conocido como Seguritech Privada S.A. de C.V.

A los tres contratos que suman 21 millones 941 mil pesos para la empresa de la Ciudad de México, les antecede un procedimiento a modo. En cada uno de ellos, la cotización que presenta Seguritech alcanza el monto exacto, sin pesos ni centavos menos, del techo presupuestal que estaría por adjudicar la Secretaría de Seguridad Pública.

Es el mismo caso que encontramos en esta otra adjudicación tardía, puesto que Abadi ya sirve los alimentos a los dependientes de la SSPZ, y lo hará hasta que concluya el mes de febrero en espera de un siguiente contrato bimestral por otros 16 millones 791 mil 528 pesos, o el acumulado anual. No importa que en la UIF exista un expediente de la empresa por lavado de dinero y otros delitos.

Y todo estriba en una nimiedad: la cantidad del moche. Como pudo conocer este espacio, a Seguritech Privada las intermediarias de David Monreal le solicitaron el 25% del total de los tres contratos (cerca de 4 millones). Si lo reducimos al mínimo exigido en esta “nueva gobernanza”, que es del 10%, en un bimestre, gracias a los Landsmanas, entraron a sus arcas 1 millón 600 mil pesos intrazables.


#Casualidades: Menos mal que asistió a un panel latinoamericano de políticas públicas y conectividad, porque más allá del español, lo suyo no es hablar ningún tipo de lengua extranjera. Y, aun así, su viaje le costó al INAI recursos por el orden de los 224 mil 498 pesos.

El destino: Barcelona, España. La fecha: del 26 de julio al 7 de agosto del año pasado. Seis días después, el 13 de agosto, ya se encontraba en Zacatecas, otra vez con viáticos del INAI, para dar una reseña de sus vacaciones… perdón, su comisión institucional en Europa.

Norma Julieta del Río Venegas se hizo acompañar de los comisionados Francisco Javier Llamas Acuña y Josefina Román Vergara. Ahí, teóricamente, escucharon el Programa Ministerial sobre políticas públicas y regulación de la industria digital y telefónica. Mientras hermanaban lazos antes rotos.

Los registros de gastos de Francisco Javier se concentran en el folio 1279423553, de acuerdo con la tabla de datos a la que tuvo acceso la periodista Verónica Trujillo Jiménez y que compartió con Agenda Política.

Mientras que los tres folios por concepto de gasto a nombre de Norma Julieta abarcan los números 1279423544, 1279423553 y 1279423554. Aunque, de nada les sirvieron las exposiciones que escucharon del Ministro de Comunicaciones de Brasil, o de los CEO de AT&T, América Móvil, Cisco, Millicom, Telecom y Telefónica.

Esto porque el 20 de septiembre Norma Julieta y su bonachón escudero, el comisionado Oscar Guerra Ford, dieron nota nacional e internacional debido al hackeo a la Plataforma Nacional de Transparencia, que puso en riesgo y vulneró miles de datos personales. Pero, lo flamenco quién se los quita.

Twitter: @GabrielConV

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