Que los estados “no puedan alterar su soberanía” porque para eso está el Senado de la República. Primero amenaza con desaparecer poderes en Veracruz, y tarde (demasiado tarde), Ricardo Monreal Ávila ahora utiliza la Cámara Alta para informar que buscó vía telefónica a los secretarios de Hacienda, Educación y Gobernación. El objetivo: destrabar Zacatecas.

Nunca explicó en su “opinión” (que no era opinión sino aviso parroquial) de 3 minutos, qué fue lo que logró. O por qué su estado de origen, que vive desde hace meses una crisis permanente (etapa compleja, le llama), no es sujeto de desaparición de poderes. Que las herencias malditas, que la quiebra técnica, que la inseguridad, que la insolvencia económica.

Todas las anteriores inscritas en su “decálogo del terror” que enlistó un 18 de mayo, durante la campaña de David Monreal Ávila. Eso sucedió en el Teatro Fernando Calderón, cuando presentó una de sus tantas literaturas y aprovechó para advertirle: “yo no sé por qué quiere ser gobernador David; de verdad, está en bancarrota el estado”.

Con esa sonrisa natural de alguien que sabe que miente, Ricardo Monreal se adhiere, a última hora, a la crisis de la que él es corresponsable pues, como rememora con nitidez: “me ofrecí en la etapa de la jornada [electoral] de que siempre estaría de lado de los zacatecanos, y de respaldar al gobernador”. Curiosamente, el senador de nada sirvió porque, según David, “sacrificaron” recursos estatales del campo y carreteras (vil mentira) para pagar nómina.

Pero, si Ricardo dice que “gestiona” por otras entidades, por qué no hacerlo “por su tierra”. Lo afirma seis meses después de una larga crisis financiera para el pago de nóminas burocráticas y del magisterio, que inició en septiembre 12 del 2021. Y remata su mensaje de la peor forma posible: “desde la Junta de Coordinación Política intentaremos ayudar” en materia de seguridad y recursos.

Debería seguirle una minuta de la JUCOPO con la que demuestre que existe tal petición, que iría inserta en las negociaciones propias del Senado. ¿Es condicionante? ¿A cambio de qué? Sin embargo, no es ahí donde deba desenredar la crisis financiera permanente en la que vive Zacatecas, y de la que tenía conocimiento pleno desde su sexenio cuando incrementó prestaciones sin respaldo presupuestal. No, la aprobación proviene de dos palacios: el de Covián y el Nacional.

Por lo visto, la comunicación no siempre es muy fluida entre hermanos. De lo contrario, David hubiera omitido un dato clave en su perorata del miércoles por la noche. El de la “nueva gobernanza” confirmó que más temprano, cerca del mediodía, había entablado comunicación con el personal de la Secretaría de Gobernación. Eso develó la naturaleza política de su crisis financiera.

¿Por qué resolver un tema de recursos en el órgano encargado de la política interna del país? No hay duda alguna de que es Adán Augusto López Hernández quien materializa, sin ambages, las directrices de Andrés Manuel López Obrador. La parte financiera ya estaba cubierta por la relación Ricardo Olivares Sánchez y Oscar Flores Jiménez, en consenso con Delfina Gómez Álvarez.

Ese mismo error lo repitieron las y los diputados de Morena, PT y PES en la LXIV Legislatura, ya que exigieron que Educación y Hacienda resolvieran lo antes posible la dispersión de recursos, cuando David Monreal había afirmado que ese nudo se sostiene por indicaciones de los dos palacios. No sólo no ayudaron, además prendieron nuevas alertas en Covián.

El panorama lo completa la Sección 58 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. De acuerdo con la dirigencia nacional en manos de Alfonso Cepeda Salas, ya existe un convenio entre el gobierno federal y local para que ambos destinen, respectivamente, el 67% y el 33% del presupuesto para el pago de las nóminas.

Si bien los agremiados a la Sección 34 han mantenido el apoyo a las bases del 58 desde el inicio del conflicto con la “nueva gobernanza”, también es cierto que el mensaje (casi innecesario por su tardanza) de Soralla Bañuelos de la Torre incomodó los ánimos de David, que luego se convirtieron en una amenaza de parte de Maribel Villalpando Haro a los docentes que apoyaran la protesta.

Empero, volvemos al punto original desde donde partimos al inicio de este sexenio: es el conflicto entre López Obrador y Ricardo Monreal el que presiona de forma aguda al magisterio zacatecano. De ninguna manera es un problema de recursos. Tan lo sabían que David diseñó un presupuesto que nunca buscó arreglar la crisis magisterial ni en la superficie, ni de fondo.

Hoy, las señales son indudables y no hay lugar para muchas interpretaciones. La Suprema Corte de Justicia de la Nación quita del debate púbico cualquier posibilidad de “federalizar” las nóminas educativas en entidades como Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Zacatecas. Todo dependerá de la sumisión al poder central de Andrés Manuel.

Las similitudes en la retórica de Ricardo y David además describen una estrategia consentida por la Cámara Alta y Ciudad Administrativa: los dos presumen “mucha tristeza”, achacan culpas al pasado, y hablan de quiebra técnica, herencias difíciles y bancarrota. Llevaron al magisterio a las calles con la finalidad de presionar a la federación, y sólo lograron que el fuego corriera hasta sus puertas y los obligara a dejar de fingir.


#Casualidades: Otros que no ayudan en lo más mínimo son los legisladores federales. José Narro Céspedes, Alfredo Femat Bañuelos, Claudia Edith Anaya Mota, Benelly Jocabeth Hernández Ruedas y María Soledad Luévano Cantú se conforman con minutos de silencio por Zacatecas.

Si no fuera por el pronunciamiento de Geovanna Bañuelos de la Torre en el pleno acerca de la muerte de cuatro jóvenes originarios de Francisco R. Murguía, ese y muchos otros temas de seguridad pasan de noche en sus agendas más enfocadas en temas de mínimo interés local.

Es innegable que Geovanna no quiso llamar por su nombre al responsable de que la inseguridad crezca a pasos agigantados en Zacatecas. Y que ha perdido oportunidades para exigir que, en medio de la crisis del estado, también se solicite la desaparición de poderes.

Aunque se entiende su prudencia pues Ricardo Monreal busca acotarla en la medida de lo posible hasta poner en jaque a la bancada del PT en la Cámara Alta. Sin embargo, fue la única senadora que llevó el dedo a la llaga. Y la inverosímil respuesta de Alfredo Femat fue copiarle.

Al diputado no le han llegado huevos para continuar su campaña en el distrito 3, y mejor se dedica a la diplomacia legislativa. Escasas veces entra a la coyuntura zacatecana, y cuando lo hace es para soltar frases como: “no nos fue tan mal” en el presupuesto 2022.

Minimizan lo que ocurrió en Nieves, cuando la rabia y frustración de sus habitantes cayeron sobre el personal del SEDIF. Esa película ya la vimos en Zacatecas y terminó con la presidencia municipal de Fresnillo en llamas. Pero, continúen sentados y cruzados de brazos.

Twitter: @GabrielConV

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *