Cuatro cercos que se componen por cada una de las corporaciones de seguridad, con el objetivo de mantener el orden en la Feria de Jerez. El primer punto de atención es la policía turística certificada, que fortalecerá el perímetro con la policía de proximidad (o municipal). A estas se une la reacción de los estatales, en patrullaje de toda la región.

El cuarto punto de defensa que desincentive la infiltración de las células criminales a los festejos, estará en los accesos al municipio, resguardados por la Guardia Nacional. Esta “estrategia” se apoyará en equipo táctico como arcos de seguridad, cámaras y drones, con la finalidad de detectar de inmediato cualquier movilización sospechosa.

Todo era miel sobre hojuelas en su discurso, él muy seguro de persuadir a la gente sobre un protocolo de seguridad que blinde la polémica feria, cuando uno de los migrantes ahí reunidos interrumpe a José Humberto Salazar Contreras para cuestionarle: ¿por qué no utilizan ese mismo equipo y a esa misma gente en las comunidades que hoy asedian los cárteles del narcotráfico?

El diálogo que sostuvieron una treintena de representantes de las comunidades migrantes en la zona del valle del Napa, el pasado 23 de febrero, es una clase magistral de lo pequeñas y rebasadas que se encuentran las autoridades municipales en el flagelo de la violencia brutal del crimen organizado contra la sociedad zacatecana.

“La visita que usted tuvo aquí, no es la prioridad tocar estos temas [de seguridad]. Gracias por habernos dado la oportunidad de hacérselo saber. Pero, la prioridad con la cual usted viene, yo no considero que sea la correcta” le recrimina otro de los migrantes proveniente de la comunidad de Palmas Altas, que precisa que la delincuencia ya derrotó al gobierno en esa zona, y que se convocó para hablar sólo de la Feria de Jerez.

Después de dar piruetas retóricas, Salazar afirma que sí tenía conocimiento de las condiciones en que tomaría la presidencia municipal. Sin embargo, nunca abandona su premisa principal: la solución no está a mi alcance, ni tengo las capacidades, ni es de mi competencia. A juicio de Humberto, son la federación y el estado los responsables de atenuar la violencia.

Tal vez el aire o el agua del valle del Napa, donde se encuentra el restaurante Mi Zacatecas, sede del encuentro entre connacionales y autoridades jerezanas, le permitieron momentos de honestidad al “Doctor Salazar”. Después de una campaña en la que prometieron un presupuesto sin precedentes, la realidad alcanzó a los alcaldes guindas.

“El municipio es el más sufrido en esta administración”, explica a quienes mantienen el dedo en el renglón: ¿cuánto pretende gastar el gobierno en implementar un cerco de seguridad para la Feria de Jerez y por qué esos mismos recursos no se utilizan para permitirle a los desplazados regresar a sus comunidades? ¿Por qué esa gente no cuida a sus familias?

No hay ánimo adverso entre la comunidad migrante, más bien se respira preocupación y desencanto por la cuarta transformación y por la nueva gobernanza. Y el escepticismo es evidente, como el comentario de un migrante que regularmente visita a sus padres en Sarabia: tienen un helicóptero y nunca lo utilizan, aunque a su comunidad se llegue en un vuelo de quince minutos de ese artillado.

“Si el gobierno estatal no nos hace caso, pues nos vamos a buscar a ver si nos responde el de Palacio [Nacional]. Pero, está peleando con los periodistas. Que porque cuánto gana, que por su hijo rentó una casa que cuesta quién sabe cuántos millones. Eso qué le importa a uno. A uno le importa su familia y su patrimonio”. La imagen no necesita explicación alguna.

En la audiencia de casi dos horas se encuentra Serafín, hermano del finado expresidente municipal Andrés Bermúdez Viramontes, mejor conocido como “El Rey del Tomate”. Viene a colación su propuesta porque Humberto Salazar no para de quejarse que ni los recursos, ni la seguridad pública, son asuntos que pueda resolver con el bando de gobierno municipal.

Él rememora la relación ríspida que mantuvo con Amalia Dolores García Medina, por allá del 2005, cuando los panistas tenían que protestar mediante ayunos para que el gobierno al menos los atendiera. Su frase ejemplifica al calce la relación entre David Monreal Ávila y el “Doctor Salazar”: lo ven a uno como los conejos, chiquitos y orejones.

Su ofrecimiento va incluso más allá de las autoridades mexicanas, pues le toma la palabra a Salazar Contreras de asumirse como una autoridad con muy poco alcance. Si bien es una hipótesis difícil de lograrse, circula entre los migrantes acudir a la Cámara de Representantes y de Senadores, en los Estados Unidos, para exponer el verdadero contexto de violencia en Zacatecas.

Asimismo, solicitar una mesa de trabajo con la vicepresidenta Kamala Harris, previo a que se le hagan llegar cartas de toda la comunidad migrante en tono de petición “porque si nos vamos con nuestro presidente de abrazos y no balazos, o con nuestros gobernadores, olvídense”. La crisis los obliga a buscar respuestas fuera de México, porque aquí no las hay.

Empero, después de casi dos horas de diálogo, Humberto Salazar les pide “no ser pesimistas y ser más optimistas”. La prioridad es la Feria de Jerez, y para ello sus acompañantes del cabildo proponen crear una Asociación Civil que transparente los recursos de los migrantes. Ellos y ellas les responden que ese dinero debería de utilizarse para esta emergencia y no para los festejos. Cruenta realidad.


#Casualidades: Que no hagan caso a las redes sociales, le pide al “Doctor Salazar” a los migrantes de California. Todos aquellos que difunden el “No a la Feria”, son perfiles falsos que han surgido con la intención de politizar su gestión.

En verdad cree que se dirige a un grupo de connacionales que, por el hecho de no residir en Zacatecas, son fácilmente timados. Lo paradójico es que el diálogo descrito en este espacio fue difundido en redes sociales. Hasta el momento, el video acumula cerca de 3 mil 200 reproducciones.

No sólo se asume como autoridad rebasada, además cree que lo mejor a estas alturas de la crisis que vive Jerez, es culpar a sus opositores. El problema es que ni siquiera se atreve a nombrarlos, sólo habla en general de “perfiles falsos”.

No cabe en su criterio la posibilidad de que las imágenes de la caravana de desplazados, difundidas a nivel nacional, provoque la indignación de sus gobernados. No, todo debe ser obra de sus opositores a los que venció en la pasada elección.

Y no sólo de sus opositores, sino de los opositores de Ismael Solís Mares y de Luis Alexandro Esparza Olivares, los priistas con quienes cogobierna en el cabildo. A ellos se suma el halo de corrupción que adoptó su gobierno con Pedro Valdez Romo y David Alejandro Juárez Caldera.

Pero, la culpa es de los otros, y Salazar Contreras no ha probado bocado en American Canyon desde las 9 de la mañana como alardea y aplaude el rector del Tecnológico de Jerez, Víctor Hugo Castañeda Miranda, que sólo fue a los Estados Unidos a presumir que su solución a la violencia son “carreras en línea” a 150 dólares anuales. Con esos amigos…

Twitter: @GabrielConV

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