Qué bueno que David Monreal Ávila “no se mueva” de una decisión que ya tomó: Zacatecas adopta la Estrategia Nacional de Seguridad Pública como política estatal en la misma materia. No porque la estrategia, desde hace tres años, ofrezca muestras de la supuesta “pacificación” que dice perseguir. Por el contrario, la incidencia delictiva registra máximos en tendencia constante desde 2018.

Digo “qué bueno” porque al menos tenemos una idea de qué política pública pareciera perseguir la nueva gobernanza. Pero, qué malo que, en los hechos, ni siquiera consigan cumplir los objetivos trazados en dicha estrategia. Que David Monreal entregara uniformes y equipo táctico a las corporaciones de seguridad, este lunes, no fue producto de una iniciativa de gobierno.

Está relacionada, más bien, con el paro de labores que realizaron un centenar de integrantes de la Policía Estatal Preventiva, en las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública el pasado sábado 19 de marzo. Después de distintos connatos de riña entre los manifestantes y miembros de la Guardia Nacional, Adolfo Marín Marín entabló ahí mismo una mesa de acuerdos.

En el pliego petitorio, del que se resolvieron la mayoría de las demandas de los estatales, precisamente se obligaba a la Secretaría de Seguridad a otorgar esos uniformes y chalecos balísticos que ayer presumió en sus redes sociales el de la nueva gobernanza. Lo hicieron un día antes de que feneciera la fecha acordada y se paralizaran nuevamente las actividades.

A sus subordinados David les recetó aquello de que no tienen “pretesto” (así habla él) para no generar “las mejores condiciones” que exigen las corporaciones civiles, así como sus familias. Y repitió, por mera formalidad, que él “jamás eludirá” la responsabilidad que le corresponde. Claro, aunque ha buscado eludirla, tan sólo retrasa la obligación que tiene como ejecutivo estatal.

En este caso particular, David dio la cara a las demandas de los estatales preventivos nueve días después del incidente en las oficinas de Marín Marín. No habló del presunto acuerdo para destituir a Israel Reyes García, José Aciano Medrano, y a Lizbeth Takahashi Castañeda, según afirmaron los policías inconformes como condición de la mesa de acuerdos.

Dos días después de concluido el paro laboral, Gabriela Evangelina Pinedo Morales modificó la versión que dieron los manifestantes. No existían todavía “definiciones” y la mesa de negociación permanecía, según dijo la secretaria General de Gobierno. Esto en contraparte al convenio que presumieron haber alcanzado con Javier Reyes Romo el domingo anterior.

Fuentes al interior de la Secretaría de Seguridad explican a Agenda Política que esto se debe a que los tres perfiles de quienes se pidió su remoción inmediata ingresaron a las filas de la SSP por invitación de Arturo López Bazán, una vez el exsecretario fuera ratificado dentro de la misma dependencia en las primeras horas del 12 de septiembre del 2021.

De ahí que el núcleo de sus demandas se centrara en “quitar a los chilangos” (en referencia a los mandos que dejó en herencia López Bazán) de la subsecretaría de seguridad, la Dirección de la Policía, y la Jefatura de la División de Fuerzas Estatales. En su lugar, la nueva gobernanza debía nombrar policías de arraigo local que acrediten sus exámenes de confianza.

Sin embargo, nada de lo anterior se escuchó durante el mensaje que otorgó David Monreal a los uniformados este lunes. La nueva gobernanza quiso retratar la entrega de equipo (a la que fue forzada por los mismos policías) como un evento más en la agenda del fresnillense, situación que más bien proviene de una falla en la implementación de la Estrategia Nacional de Seguridad.

El documento oficial de 78 páginas advierte dos grandes rubros: Objetivos de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, y Estrategias Específicas. De este último se desprende el apartado de “Nuevos criterios de distribución de los recursos federales en materia de seguridad”. Es buen momento para que David le eche un ojo a dos subrubros que de ahí se desprenden, en la página 60.

El título es: Equipamiento policial y de instituciones. Y lo primero que refiere como premisa de trabajo es que “El equipamiento policial de las instituciones es precario y obsoleto, así como en muchos casos insuficiente para enfrentar a la delincuencia. Como prioridad se debe destinar mayores recursos de los fondos federales para el equipamiento de las corporaciones…”.

¿Cuál fue la variación real de recursos del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública que destinó la federación a Zacatecas, si comparamos los ejercicios fiscales 2021 y 2022? En números negativos, el -0.9% de lo que obtuvo Alejandro Tello Cristerna en 2021 (186 millones 300 mil pesos). A la baja, David recibió 186 millones 263 mil 967 pesos para ejercer este año.

Qué mal, entonces, que David no entienda los pormenores del “no moverse” de la Estrategia Nacional de Seguridad. Y qué mal que su silencio busque ocultar una realidad innegable: las diferencias entre Andrés Manuel López Obrador y el apellido Monreal mantendrán a la deriva su nueva gobernanza los 29 meses que le restan a la Cuarta Transformación.


#Casualidades: No es como que David le dificulte el distanciamiento político a López Obrador. El tabasqueño es un animal político que consume encuestas de manera cotidiana, a razón de conocer la opinión “popular” (digamos, del pueblo). Que no es lo mismo que la opinión “pública”.

Los números le presentan un panorama muy claro desde hace tiempo. El de la nueva gobernanza lleva meses cuidando y atesorando su lugar 32 en términos de aprobación ciudadana. Por decir lo menos, ya que otras mediciones también evalúan distintos tópicos.

El último ranking que publica la empresa Campaigns and Elections Mx (una de muchas que le daban el triunfo a David en 2021), ofrece las cifras más frescas. En sus evaluaciones de desempeño, popularidad, empleo, finanzas y seguridad, Monreal permanece muy cómodo en el sótano.

Sube un peldaño para posicionarse en el lugar 31 cuando se trata de medir la honestidad y sus políticas públicas para atenuar la pandemia por Covid-19 en Zacatecas. Luego da otro salto al puesto 29, cuando se trata de promediar su “capacidad” en el cargo.

Pero, no hay como el segundo puesto a nivel nacional que ha logrado si se trata de preguntarle a la gente qué percepción de “corrupción” le merece su “gobernador”. En términos lisos y llanos: el segundo gobernador más corrupto de todo el país, según las y los encuestados, es David Monreal.

Lo acompañan en los lugares contiguos dos priistas de esos de la “herencia maldita”: Alfredo del Mazo Maza (Estado de México) y Alejandro Murat Hinojosa (Oaxaca). Con la salvedad que a estos les preceden 5 y 6 años frente a sus gobernados, respectivamente. Y David, sólo seis meses.

Twitter: @GabrielConV

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