Algo tiene de razón David Monreal Ávila. En la actualidad, cada vez son más delgadas las líneas divisorias que distinguen entre la tarea informativa y la difusión indiscriminada de datos en redes sociales, para el consumidor promedio de “noticias”. Los usuarios lo mismo dan credibilidad a blogs anónimos que a una nota en un diario convencional.
Acudimos a una plaza pública virtual en la que cada quien entiende y se “informa” de la manera que mejor explica sus perspectivas individuales. No sólo pasa en el plano informativo, en general cualquier disciplina o ciencia se encuentra con saberes heredados en la redes, que tienen más poder de atracción que un pensamiento crítico, articulado y complejo.
Y eso es lo que le sucedió al titular de la nueva gobernanza en su cantinfleo del pasado miércoles. Bastó una pregunta del reportero Omar Hernández (colaborador de Excélsior, Milenio, MVS, Fórmula y otros) para que David, más que retractarse, intentara aclarar lo elemental de su visión cuando se trata de “noticias” en redes sociales.
“Ora sí que hace mucho ruido la red” fraseó con cierta cavilación. En seguida resumió perfectamente la idea que no supo desarrollar: “me refiero a la difusión que se lleva, a lo mejor, en el afán de la comunicación”. Es mínima su aproximación hacia esta mezcolanza entre el trabajo periodístico y los contenidos sin arbitraje que surgen indiscriminadamente en el mundo virtual.
Pero, algo (muy poco) entiende David, y no podríamos exigirle más ni en ese ni en otros temas. Así es el fresnillense, quienes lo acompañaron en la campaña lo saben muy bien y no se cansan de remarcar lo básico de su pensamiento en cualquier área. Aún así lo llevaron al triunfo, y hoy el gran problema es que David se encuentra en el principal bastión de toma de decisiones públicas para Zacatecas.
La curva de aprendizaje en la nueva gobernanza perfila un trayecto largo, sinuoso y pausado de crisis constantes para llegar, probablemente, al punto en el que nos encontrábamos antes de la elección del 6 de junio del 2021. Habrá episodios muy accidentados, como el de sus constantes declaraciones que sólo embrutecen su de por sí desacoplada idea de “gobierno”.
Y no se trata de que esté o no bien asesorado. Tiene a un encargado de la “estrategia” de redes sociales como Mariano Alberto Casas Valadez, que recibe ingresos con categoría de secretario de gabinete (S2), esto es, percepciones mensuales -más estímulos- que fluctúan entre los 50, 70 y 100 mil pesos, de acuerdo a los tabuladores de la nómina secreta publicada en este espacio.
Él es una de las “mentes” detrás del proyecto de ejército burocrático de apoyo a las redes del gobernador, junto con Rodrigo Castañeda Miranda y Rodrigo Reyes (el enlace de Ricardo Monreal Ávila en Zacatecas). Salvo Castañeda, con una estructura mental mucho más elaborada, aquellos dos son fieles creyentes de la propaganda cuatroteísta y davidista.
Mariano supone, en su mínima realidad, que con descalificar a la prensa crítica a través de memes logra modificar el debate público. Llevan años creando productos de consumo interno que no pasan más allá de sus grupos de apoyo porque, una vez salen de ahí, la red social (esa que hace “mucho ruido”) se encarga de disolver cualquiera de sus intentos rudimentarios.
No están en condiciones de “competir” con el frente informativo que ha abierto espacio a las voces disonantes hacia la nueva gobernanza, porque no tienen condiciones para hacerlo. Sí están en condiciones, en cambio, de reforzar la confusión que David manifestó de manera nítida en su vaivén discursivo acerca de la “prensa sicaria” que lo metió en otro brete a nivel nacional.
Era de esperarse que David Monreal no pudiera contestar a Omar Hernández por los nombres de los supuestos medios de comunicación que sirven de plataformas propagandísticas de los cárteles del narcotráfico. Dos pasos atrás, pausa en sus palabras (más), y el de la nueva gobernanza concluyó que no se refería a nadie en Zacatecas sino a un asunto nacional.
“Sería muy irresponsable que pudiera mencionar [nombres] cuando realmente no me consta ni creo que haya esa condición, por el contrario, cada vez se ve más complejo esta noble tarea [de informar] en estos temas. De eso sí tengo algunas testimonios y expresiones que ha habido periodistas que les quieren pedir, no me refiero a los de acá, a los nacionales les piden publicar tal o cual cosa”. (Sic)
Precisamente porque no hay perfiles que lo instruyan en otras aproximaciones a los problemas públicos, sino que lo empujan a persistir en el error, hubo declaraciones aún más graves que salieron de la boca de David ese mismo día. Una y otra vez calificó en positivo las estrategias propagandísticas del crimen organizado: “tienen la intención, y lo logran, de intimidar a la sociedad”.
Esas estrategias solamente pueden compararse en detrimento a su “gobierno”, porque no hay otro ente que tenga por tarea contener la violencia y salvaguardar a la sociedad, evitar el crimen y la propaganda terrorista. Aunque, parece que aún no han llegado a ese nivel de entendimiento en la curva de aprendizaje, y a David no lo bajaron de “estúpido” el senador Germán Martínez Cázares y el comunicador Luis Cárdenas en MVS. ¿Asumirá algún día sus errores?
#Casualidades: Esta vez los policías estatales inconformes no levantarán el paro laboral hasta que David Monreal Ávila atienda y dé la cara en las mesas de acuerdos que sólo sirvieron para traicionar a quienes se atrevieron a manifestarse el pasado 19 de marzo.
Actualmente hay siete despidos y la Secretaría de Seguridad Pública va por otras 16 bajas del personal de confianza. Sin embargo, los oficios son firmados por Adolfo Marín Marín, cuando su función -reclaman- sólo es poner a disposición a quienes quedarían fuera de la dependencia.
El procedimiento es accidentado y no atiende a su normativa interna, según exponen los inconformes. Una vez dispuestos por Marín Marín, es el Consejo de Honor y Justicia el que debería de determinar si hubo faltas graves en el hecho de manifestarse pacíficamente.
La remoción de Israel Reyes García, José Aciano Medrano, y a Lizbeth Takahashi Castañeda, sólo fue un señuelo puesto por Javier Reyes Romo para acceder a levantar el primer paro laboral que, como se dijo en una entrega anterior, luego fue desconocido por Gabriela Pinedo Morales.
Fuentes al interior de la Secretaría de Seguridad afirman que existe una segunda minuta, la cual fue modificada por el mismo Reyes Romo con la finalidad de desconocer los acuerdos originales en los que se contemplaba evitar cualquier tipo de represalia.
En la General de Gobierno aplican la operación de cañerías. A la vuelta de la esquina sus decisiones servirán como leña seca en un fuego que pudo apagarse de otra manera, pero los acuerdos entre David Monreal y Arturo López Bazán resultan prioritarios y por encima de una institución estable. ¿A qué nivel llegan las complicidades?
Twitter: @GabrielConV
Nota: esta columna regresará a su publicación habitual a partir del próximo martes 19 de abril.