Las implicaciones del cambio de correlación de fuerzas en la LXIV Legislatura tiene a Nueva Alianza como un actor político clave y una bancada compuesta desde el empoderamiento femenino. Susana Barragán Espinosa, Martha Elena Rodríguez Camarillo, Imelda Mauricio Esparza y Priscila Benítez Sánchez hoy detentan un poder político como pocos en Zacatecas.

La votación de este jueves ramifica profundo y cambia el sentido de diversas coyunturas a construirse en adelante. Diecinueve diputados (los contabilizados por Priscila) modificarán las condiciones de diálogo y negociación con el ejecutivo estatal. Para ello envían un mensaje que cimbra las estructuras de la nueva gobernanza: no más intermediarios e intermediarias.

La mayoría no solo cambia de configuración, lo hace en el entendido de liberar la política legislativa del sometimiento que ejercen manos ajenas a ese poder. El costo es alto, y las presiones y amenazas no se han hecho esperar. Acusaciones sin pruebas de que el interés de las estrenadas neoaliancistas únicamente es monetario, fue lo primero que se escuchó en el pleno.

El diputado José Xerardo Ramírez Muñoz (que hasta el momento ha inyectado calidad a la presidencia de la Mesa Directiva) reconvino y solicitó se sustentaran los graves señalamientos entre pares, puesto que de un lado parecían tener una importante carga de descalificación, e incluso de violencia política de género, más que de realidades.

Sin embargo, los que resultan sustantivos son los discursos de Priscila y de Imelda. Si sus relatos se convierten en denuncias por violencia política de género y otros ilícitos -incluidos testimonios de exservidores públicos- el poder que ambas adquieren es tal que podrían eliminar, de forma definitiva, a distintos aspirantes a cargos de elección popular en 2024.

Desde regidurías, hasta las fórmulas al Senado, tendrían que someterse al mismo tamizaje subjetivo que estableció el Tribunal de Justicia Electoral del Estado de Zacatecas dentro de los procedimientos especiales sancionadores TRIJEZ-PES-001/2020 y TRIJEZ-PES-003/2020 con los que anularon provisionalmente, de la pasada contienda, a Ulises Mejía Haro e Iván de Santiago Beltrán.

Vaya ironía. Algunos colegas de los medios de comunicación explican que parte de la decisión política trascendente que tomaron Imelda y Priscila este jueves también estaría motivada por un presunto condicionamiento de candidaturas en la Morena davidista. Hoy, contrario a esa hipótesis, ellas serían el factor primordial para desinhibir el reparto anticipado y discrecional.

En paralelo, el sugrafio de Susana Barragán dará forma y solidez al dictamen sobre revocación de mandato que apruebe la Comisión de Asuntos Electorales, presidida por José Luis “Cuentas Públicas” Figueroa. A propósito de la fiscalización municipal, en el mismo espejo debería mirarse Armando Delgadillo Ruvalcaba. Sin los votos de sus ex colegas, el desaseo financiero en Nochistlán tendrá consecuencias legales.

Eso, tan sólo en el plano electoral. Si además lo que denunciaron ayer en el pleno llega a la Fiscalía, y piden la atención y celeridad que exigió Susana Barragán, el fiscal José Francisco Murillo Ruiseco debería valorar el artículo 87 de la Constitución Política del Estado de Zacatecas, que subraya el papel preponderante de la nueva mayoría en su futuro inmediato y a mediano plazo.

La fracción cuarta de ese artículo establece que la remoción del Fiscal “por faltas graves” aducidas por el ejecutivo estatal, podría ser objetada por la mayoría de los miembros presentes de la Legislatura. En cambio: “Si la Legislatura no se pronuncia al respecto, se entenderá que no existe objeción” y estarían facultados para elegir una nueva terna y presentarla a David Monreal Ávila.

Una objeción semejante ejerció Francisco Murillo contra el periodista Juan Gómez, a quien originalmente había invitado e incluido en su equipo de Comunicación Social dentro de la Fiscalía, pero después de un “él no nos apoyó en campaña” que pronunció el que se dice “gobernador” se escribió un episodio más de censura contra la actividad informativa y sus representantes en Zacatecas. Paradójicamente, tampoco lo apoyó quién hoy dirige esa área (o tal vez desconocemos esa parte).

Aunque, previo a ello, existe otro interés institucional que debería de valorar el Fiscal Carnal Murillo Ruiseco: la reducción presupuestal del 2021. Y aquí enumero uno más de los elementos que empoderan a la nueva bancada de Nueva Alianza. El bloque turquesa suma los votos necesarios para una posible reasignación presupuestal que se propondría en el pleno en próximas fechas.

Ese sería el “debate de debates” en el Legislativo, y que modificará radicalmente los planes de la nueva gobernanza así como los intereses dentro y fuera del gobierno estatal. Todo gracias a que David se empecinó en utilizar mayorías artificiales para doblegar poderes y romper una y otra vez el consenso y el pacto político mínimo necesario.

Mucho dependerá de la forma en cómo Susana, Martha Elena, Priscila e Imelda asuman y asimilen el reto político que tienen enfrente. Saben de antemano que vivirán una campaña de desprestigio orquestada (y en funciones) desde la nueva gobernanza. Es un factor mínimo si dimensionan el lugar que hoy tienen, sin embargo, no deben dejar pasar las denuncias a que dé lugar esa campaña.

Empero, si consideran y aquilatan el peso político en sus manos, tendrían incluso la posibilidad temprana de modificar todo el mapa electoral del 2024. Un cambio en la ecuación que no será sencillo, pero que depende exclusivamente de la astucia, la estrategia y la inteligencia con la que jueguen en el tablero que acaban de abrir con la votación de este jueves.


#Casualidades: La escena resulta excesivamente bochornosa, pero describe nítidamente las formas políticas de la comisionada Norma Julieta del Río Venegas. Lo más curioso (aunque no tanto) es que sea con otra comisionada que considera amiga y cercana.

En la “Feria de la Verdad” (el peor nombre que pudo escoger un cúmulo de instituciones que se dedican a simular transparencia), los invitados realizaron recorridos entre los puestos que invitaban a menores de edad a entretenerse en juegos y actividades deportivas.

Ahí estuvieron David Monreal Ávila, Maribel Villalpando Haro, Francisco Javier Acuña Llamas, Humbelina Elizabeth López Loera, Silvia Saavedra Juárez, así como los comisionados del IZAI, Fabiola Gilda Torres Rodríguez, Samuel Montoya Álvarez y Nubia Barrios Escamilla.

Todo el “entourage” conocido de Julieta del Río. Empero, entre conocidas se desconocieron y públicamente. Mientras caminaban y explicaban algunas cosas a un “gobernador” que dice que la transparencia tiene sus “asegunes”, Julieta detuvo intempestivamente a Fabiola.

La presidenta del IZAI se acercó brevemente a David y, sin intención particular, obligó a Julieta a quedar detrás del fresnillense. La del INAI, al percatarse de esto, intentó desesperadamente abrirse paso para retomar la caminata junto a su “querido amigo”.

En su desesperación, y gracias a algún asistente que grababa el episodio, el video demuestra la clase de descortesía política que le propinó Julieta a Fabiola cuando la jaló del brazo, la apartó de David, y la devolvió a sus espaldas. La obsesión por el protagonismo llevada al ridículo.

Twitter: @GabrielConV

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