Un mes tarde, y en la absoluta opacidad, David Monreal Ávila reedita el mismo programa de repoblamiento de hatos ganaderos que llevó al fracaso como Coordinador Nacional de Ganadería, del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Lo hace en su vertiente estatal, que no es otra cosa sino una copia de la política federal de apoyo a productores pecuarios.

La referencia se encuentra en el capítulo de Específicos, perteneciente a los Lineamientos del Programa de Crédito Ganadero que se publicaron hasta el pasado 15 de junio del 2022. El de la nueva gobernanza vuelve a las andadas que le fueron observadas por la Auditoría Superior de la Federación dentro de la Cuenta Pública 2019, y en distintas líneas de investigación de la Secretaría de la Función Pública.

Una de estas implica un desfase en la calendarización, pues la secretaría de Jesús Padilla Estrada operó un programa que entre mayo y la segunda semana de junio aún no contaba con lineamientos oficializados. Las etapas que han sucedido desde entonces son esenciales y de ellas no se tiene información alguna con respecto al Crédito Ganadero local.

En primer lugar, debemos asumir que la Secretaría del Campo firmó en mayo un convenio de colaboración con el Agente Técnico. Según los lineamientos, este será una persona moral designada por esa secretaría para la ejecución del programa y sus componentes. Del supuesto convenio no existe copia en la Plataforma Nacional de Transparencia ni en el portal de la Función Pública.

Luego viene la elaboración y publicación de las convocatorias para solicitar ganado bovino, ovino, porcino y caprino, las cuales debieron ser difundidas en el mes de junio (erróneamente, antes de la publicación de sus propios lineamientos). De ahí sigue el listado de ventanillas de atención, así como la divulgación del programa (del que sólo existe un boletín informativo).

En junio (el mismo mes que se publicaron las convocatorias sin difusión institucional conocida) además se recibieron las solicitudes de los beneficiarios “durante los tiempos establecidos”. Estos “tiempos” fueron escasos, pues junio también fue el mes límite para que la Subsecretaría de Ganadería presentara los dictámenes en sentido positivo o negativo, de quienes accederían a los apoyos.

Apenas presentados los dictámenes, otra vez en junio, y hasta septiembre, en coordinación con el Agente Técnico (aún desconocido), Jesús Padilla comenzaría la dispersión de los animales a los hatos ganaderos. Empero, el 11 de julio el gobierno estatal publicita por primera vez el programa facsímil así como sus primeros -presuntos- 400 apoyos a ganaderos de la región de Concepción del Oro.

Las fotos del evento no delatan la supuesta entrega de esa cantidad de animales en la reunión de unos cuantos productores del municipio, sin embargo, el boletín confirma que ahí se formalizó su inauguración: David Monreal pone en marcha el programa Crédito Ganadero para el repoblamiento ovino y caprino de Zacatecas”.

Dos elementos resaltan en los lineamientos: serán elegibles como beneficiarios quienes no hayan recibido apoyos en los últimos dos años, y estos serán trianuales. Sin la difusión adecuada de las convocatorias y el inicio de los trabajos previo a la publicación de sus lineamientos (que tenían vicios de origen como la propia calendarización) los apoyos se entregarían discrecionalmente.

Tiene sentido político poner un candado a los beneficiarios que ya recibieron esos apoyos en el extinto programa federal, ya que buena parte denunció lo que la ASF y la SFP confirmaron: se dispersaron animales enfermos, en condiciones de peso, edad y calidad genética inadecuados, y el programa no impactó a la población para el que fue creado, entre otras tantas.

La única información con respaldo documental que existe en la Secretaría del Campo al día de hoy con respecto a las compras y/o licitaciones de esa dependencia, son tres contratos expedidos por la Secretaría de Administración (intermediara de esas adquisiciones) con fechas del 11 y del 26 de abril del 2022, para productos totalmente ajenos al Crédito Ganadero.

El del 11 de abril determina el fallo en favor de Formas Inteligentes S.A. de C.V. para la impresión de 261 mil 56 guías de tránsito de ganado, con valor de 2 millones 422 mil 599 pesos. A su contrincante, Compu Formas S.A. de C.V., que entregó una propuesta más baja de 1 millón 597 mil 662 pesos, se le descartó por mostrar un holograma una pulgada menor de lo requerido.

Una licitación más, del 26 de abril, sustenta la compra al único proveedor que se presentó a la convocatoria para vender seis cuchillas terraceadoras al gobierno estatal, por 2 millones 428 mil 779 pesos. Esa licitación no fue declarada desierta porque la cláusula decimotercera del contrato determina que al menos una propuesta técnica y económica sería susceptible de evaluación.

El tercero, también de fecha del 26 de abril, es un concurso restringido a tres participantes que tuvo que declararse desierto, pues ninguno de los tres cotizantes (David Jonathan Lara Reimers, Jesús Manuel López Esparza, y Oscar Eduardo Sánchez Acuña) entregaron propuestas técnico económicas.

Ellos debían fungir como proveedores del gobierno estatal en la adquisición de cuatro insumos: 414 sacos de 114 litros de vermiculita (sales minerales), 414 sacos de seis pies de Pet Moss (musgo), 414 sacos de 100 litros de agrolita (minerales), y 15 bultos de 25 kilogramos de Multicote (fertilizante de hasta 16 meses de durabilidad). De esta licitación aún no existe segunda vuelta.

Presumiblemente, en octubre (durante las glosas gubernamentales) Jesús Padilla deberá presentar un informe final de ejercicio del Crédito Ganadero estatal, fecha en que integrará también el padrón de beneficiarios. De la cantidad de recursos a ejercerse en el programa todavía no hay siquiera un aproximado, pero ya se reparten animales en absoluta opacidad. Reeditaron la misma corrupción.


#Casualidades: En una de sus giras por algunos medios de circulación nacional avecindados en la Ciudad de México, David Monreal Ávila se congratulaba por aquello de que Zacatecas es, sí, tierra de cárteles, pero, también, tierra de nadie.

Palabras más, palabras menos, le dijo a la Milenio que las bandas criminales “no buscan ‘tomar’ Zacatecas”, sino que disputan una ruta del trasiego de drogas. Y no buscan “tomar” Zacatecas, porque, de facto, el estado se ha convertido en una zona de guerra.

Le consuela que nadie tenga el control, lo cual, en una lectura entre líneas, pareciera un mensaje del titular de la nueva gobernanza a alguno de los cinco núcleos con mayor presencia nacional que buscan establecer hegemonía en Zacatecas.

Las imágenes y el clima de terror que vivió la población jerezana la madrugada del viernes 8 de julio, fueron también el mensaje con el que los grupos criminales respondieron a David y a la “estrategia” de seguridad nacional que vino a ratificar Rosa Icela Rodríguez Velázquez.

En Zacatecas los criminales mantienen y acrecientan el control que han perdido las instituciones, y poco a poco se infiltran en la vida cotidiana de su sociedad.

Y nada mejor que la indiferencia con la que David presumía los apoyos sociales monopolizados por Verónica del Carmen Díaz Robles el mismo día de los sucesos en Jerez, para saber que no tienen, ni les interesa tener, la respuesta al “tema de temas”.

Twitter: @GabrielConV

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