Ni se inventó las cifras de los reportes financieros de la nueva gobernanza, ni se las sacó de las mangas. La diputada Gabriela Montserrat Basurto Ávila, simplemente descubrió el agua tibia y el hilo negro de lo que en este y otros espacios de investigación hemos dado a conocer hace algún tiempo, cuando a la legisladora no le causaba el mínimo interés hablar de subejercicios.

En Caballo de Troya iniciamos con este análisis el 17 de mayo. Con la Cuenta Pública 2021 en mano, dimos a conocer subejercicios en el ISSSTEZAC por el orden de los 204 millones 75 mil 750 pesos, provenientes del gasto corriente, gasto de capital, así como los conceptos de pensiones y jubilaciones que David Monreal Ávila, por capricho, no quiso pagar el año pasado.

Luego, el 20 de mayo subrayamos los 435 millones de pesos en subejercicios correspondientes a los Servicios de Salud de Zacatecas, de los cuales 321 millones 875 mil 534 pesos no resultaron en la compra de medicinas para los centros estatales y municipales de los que el titular de la nueva gobernanza se queja cada que tiene la menor oportunidad.

El pasado viernes 12 de agosto aquí dimos una reseña de la mesa de “capacitación”, así como las reuniones individuales a las que citó el senador Ricardo Monreal Ávila a principios de julio, a solicitud de su hermano David. El senador accedió con la única condición de que no asistiera a esas reuniones una funcionaria federal que nada tendría que hacer ahí: Verónica del Carmen Díaz Robles.

La evaluación pretendía comprometer al gabinete de la nueva gobernanza al flujo del presupuesto a través de programas estatales, pues conocían de antemano el subejercicio por el orden de los 2 mil 200 millones de pesos. En realidad la postura de Basurto sólo confirmó el llamado de atención del senador a los secretarios del gabinete. Y nunca se enteró para quién trabajaba con su discurso.

En el inter, aquí hemos hablado, por ejemplo, de un programa como el Crédito Ganadero a la Palabra en su vertiente estatal que ha revivido el ex Coordinador Nacional de Ganadería. No hay ni siquiera un número real de cuánto se gastó ya en ese programa, pues hasta el mes de septiembre únicamente se dispersaría el ganado a los productores, según su calendarización.

Se sabe que, hipotéticamente, se destinaron 500 millones de pesos para favorecer a 9 mil 600 pequeños ganaderos en todo el estado mediante Ferias Agropecuarias que funcionarían a través de fideicomisos, de los que no existe información consultable hasta el momento. Así lo explicamos, igualmente en este espacio, el 15 de julio.

Este miércoles 17 de agosto, David Monreal asistió con su subsecretaria de Ganadería, Lyndiana Elizabeth Bugarín Cortés, al municipio de Río Grande. En el evento “Reactivemos la Ganadería” presumieron la donación de ovinos, caprinos y sementales, por monto de 2.2 millones de pesos a la población afectada por la lluvia y granizada “atípicas” en esa región. No existe contrato alguno que ampare esas compras.

Ese mismo día, en el municipio de General Francisco R. Murguía, la nueva gobernanza entregó las llaves de motopatrullas y vehículos de seguridad pública municipal a las autoridades de Nieves, Sombrerete, Río Grande, Cañitas de Felipe Pescador, Sain Alto, Juan Aldama, Miguel Auza, Chalchihuites y Jiménez del Teúl.

Lo mismo sucedió el 13 de agosto, en el municipio de Fresnillo. Seis patrullas, 120 chalecos antibalas y 80 cascos, con una inversión de más de 8.6 millones de pesos. En total, si sumamos los recursos del Fondo de Aportaciones a la Seguridad Pública y el Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios, se destinarían casi 125 millones de pesos en estos rubros.

Sin embargo, el secretario ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, Manuel Eduardo Flores Sonduk, únicamente ha transparentado dos contratos de licitación por un valor menor a los 25 millones de pesos. El proveedor preferido en dichas licitaciones a modo, como se explicó aquí el 28 de junio, fue el potosino Jesús Ricardo Cordero de Ávila, de la empresa 399 Project Development.

Empero, piensa Monsterrat Basurto que por el simple hecho de presentar en el pleno las cifras del informe financiero semestral, compromete a la nueva gobernanza, cuya corrupción se extiende más lejos. Como legisladora, el único aporte que realizó fue leer los números que pone a disposición la Secretaría de Finanzas en su portal de internet, lo cual supone una responsabilidad evidentemente limitada.

El problema excede a uno en el que la nueva gobernanza gasta poco y en la memoria corta de quien así lo señaló, como portavoz de todo un bloque plural “opositor”, pasa por alto que el Crédito Ganadero a la Palabra fue desahuciado desde el primer año de su implementación, en 2019, precisamente por subejercicios que alcanzaron los 3 mil 100 millones de pesos.

Pues le tenemos noticias, nada nuevas, a la diputada y al bloque plural opositor: de lo que poco que se gasta en el gobierno estatal, se transparenta, si acaso, el 20% de recursos. Será que viven en un desfase temporal, que les ha causado una fuerte impresión ver esas cifras. Si tan sólo dieran seguimiento a los años de David en la SADER, no habría asombro ni sobresalto.

Además, si pretenden hablar de subejercicios, la LXIV Legislatura está obligada primero a transparentar los anexos de su presupuesto, el cual ronda los 445 millones de pesos, y explicar, entre otras cosas, por qué en su anteproyecto se contemplaron 800 mil pesos para gastos de publicidad y comunicación social que, o no se ejercen (subejercicios), o se reasignaron. Eso se explica tal vez por la filosofía de la misma diputada Basurto: “yo no sé por qué Tello le daba tanto dinero a los medios”.

¿Y la Ley de Revocación de Mandato, para cuándo? Esa sí es tarea legislativa.


#Casualidades: Más allá de los homicidios y la numeralia de incidentes delictivos, en Fresnillo también hay espacio para concentrarse en iniciativas que destacan por su eficiencia, así como por su naturaleza polémica.

La primera de estas la planeó Guadalupe Pérez Vázquez, titular del Sistema Municipal DIF de Fresnillo, cuando modificó el esquema de cuotas accesibles para toda la población interesada en asistir a un concierto de la Feria Nacional de Fresnillo, como el del cantante Julión Álvarez.

En vez de llevar a la venta directa los accesos, “Lupita” Pérez ideó, en términos muy sencillos, un pequeño círculo económico virtuoso: los comerciantes en pequeño podrían acceder a los paquetes de útiles escolares que ofrece el DIF, que contiene, cada uno, un boleto.

A su vez, los comerciantes los venderían previo al inicio del nuevo ciclo escolar, con lo cual reactivarían la economía, ofrecerían materiales escolares a precios económicos, y los interesados asistirían al evento de la FENAFRE. Un concierto “con causa” en toda la extensión de la palabra.

Mientras que, el Coordinador de las Bibliotecas de Fresnillo, Simitrio Quezada Martínez, abría a la opinión nacional e internacional, un tema álgido pero cierto: cómo capacitar a los menores de edad en situaciones de riesgo por enfrentamientos entre grupos armados.

No se trata de normalizar una violencia que, al menos en este sexenio, sí se ha normalizado con los “abrazos” que nos ofrece la Guardia Nacional. Se trata de que, si esa estrategia no reduce los índices de violencia, al menos la población sepa cómo gestionar y responder a los hechos delictivos.

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