No son los primeros síntomas de una alianza política en desgaste, que no necesariamente concluirá en una estruendosa ruptura. Somos testigos de una suerte de desavenencia pública que tiene más tintes de reproches mediáticos, que un conflicto con el que se modifique de manera sustancial la estructura y la mínima estabilidad administrativa de la nueva gobernanza, como se pretende ver.

Las y el protagonista están lejos de romper la balanza de un poder tripartita que nació de múltiples complicidades, forjadas desde al menos cuatro años atrás. Es cierto, y cada vez más notorio, el distanciamiento entre Norma Julieta del Río Venegas y Verónica del Carmen Díaz Robles. Este, sin embargo, no se traducirá en una guerra de costos políticos impagables.

Todo nació, como es bien sabido, del silencio que muestra David Monreal Ávila en cuanto a los nombres de la y el candidato que compongan su fórmula al Senado de la República. Ambas funcionarias, desde sus trincheras, asumieron como propio el reto de desplazar a la de su mismo género en esa aspiración que comparten. Ahí inició la obligada rivalidad.

Tampoco podemos afirmar que el silencio del que se dice “gobernador” no diera señales claras de su preferencia por cuál de ellas dos merece la designación. Desde el momento en que el de Fresnillo concentró las listas de candidaturas de la elección del 2021 en manos de Verónica Díaz, ella se perfilaba como la aspirante que monopolizaría y construiría la ruta guinda al 2024.

Esa ruta atravesó, de igual forma, por la conformación del gabinete. A las “Julietas” (Ricardo dixit) las carteras en Función Pública, Finanzas, ISSSTEZAC y UTZAC. Pocos espacios sin influencia en el terreno electoral, a comparación de las secretarías de Desarrollo Social (o logística y relaciones públicas) y Educación (humillación al gremio magisterial), donde se posicionó Verónica.

Ninguna de estas dos dependencias vive momentos de auge para construir nichos electorales estatales, como tradicionalmente se usaron en cualquier otro gobierno. Todo el gasto se concentra en lo que conoce mejor la delegada: programas sociales federales. Sin embargo, en el distanciamiento con la comisionada del INAI, ahora Verónica intenta apropiarse de otra pieza del gabinete, con resultados totalmente opuestos a su interés.

Es la que corresponde al despacho que hoy ocupa Humbelina Elizabeth López Loera. El pleito no sólo ha elevado a un asunto personal, sino que, en su pretensión, no comprenden que lo único que logran es fortalecer y empoderar a la funcionaria que quieren destituir. Por eso, este lunes circularon intensivamente un video en el que se ve a David dejar con las manos extendidas del saludo a su titular de la SFP.

Eso fue en su primer informe de gobierno, y quien lo difundió se encuentra incrustado en el equipo cercano de Gerardo Flores López, pues fue la misma persona que borró ese video del Instagram oficial de David Monreal, el 8 de septiembre. Algo se rompió (no de manera crítica) este fin de semana, y la respuesta del equipo que comandan en la delegación de Bienestar llegó por ese conducto.

Empero, no valoraron en su justa dimensión que la sola presencia de David Monreal Hernández (David Jr) en el festejo de la del INAI trataba de salvar la ausencia de un “gobernador” entretenido en recibir abucheos en la asamblea del Consejo Nacional de Morena este sábado, en el que hizo las veces de aplaudidor de la candidatura de Claudia Sheinbaum Pardo, después de “destapar” a medias a su hermano Ricardo.

Escogieron el momento menos oportuno para abrir su baraja y detonar una vendetta focalizada. Si Verónica Díaz ansiaba desairar el festejo de Norma Julieta para dejar en claro su conflicto, con el video de Humbelina filtrado desde su trinchera sólo confirmó la disposición al pleito, al tiempo que le regaló herramientas y argumentos a una comisionada, hoy en posición de reclamar a David se deslinde de la conspiración. O sea, todo al revés.

Definitivamente, de los “asesores” de la delegación no hay uno solo que tenga idea y temple para jugar una partida política y mediática con una comisionada de maniobras rudas y blindada a fondo por profundas complicidades, que mandó a decir a ciertos medios de comunicación que su festejo no lo pagó el INAI, por si comenzábamos a pedir información de cuánto se gastó en la fiesta de la exhacienda El Maguey.

En ese mismo tono irónico, con micrófono en mano, preguntó a su equipo de zacatecanos en el INAI ahí presentes si es que “no se ha caído la PNT. De suerte la plataforma no mostró intermitencias este sábado, de lo contrario hubiera sido nota nacional cómo distintos funcionarios departían en Zacatecas mientras sus sistemas eran infiltrados nuevamente.

Lo que no explicó Julieta es que varios de los comisionados de otros estados y nacionales fueron algunos de los afortunados en recibir alojamiento en un hotel propiedad de la presidenta del IZAI, Fabiola Gilda Torres Rodríguez, por ejemplo. Sólo en cuanto al recibimiento porque, en ocasiones anteriores, lo mismo han disfrutado de su terraza con vista al templo de Santo Domingo (un conflicto de interés sólo “moral”).

Si Gerardo Flores y su camarilla de ingenuos buscan, como hace meses, entrar a la guerra sucia con la del INAI, bien podrían pedir por transparencia los viáticos de distintos comisionados que, como justificación de su fin de semana, este lunes participaron en un conversatorio en el auditorio del SIZART. Y utilizar a sus compinches oficiosos para dar la nota, sin obviar que otro de los presentes en la fiesta fue Hermelio Camarillo. Claro, no es tarea para pusilánimes e ignaros.

Pero, por lo visto, el subsecretario de responsabilidades (con minúsculas) de la SFP, Ángel Manuel Muñoz Muro, asistente al convivio por órdenes de Verónica, tendrá que dejar de invertir en comidas a su personal que tienen por objeto dar a conocer su intención de ocupar el lugar de Humbelina. En su cretinismo, los serviles del Bienestar le hicieron tremendo favor a la que intentan “joder”… y así dicen ‘gobernar’ ¡Genios!


#Casualidades: En los próximos 15 días, la LXIV Legislatura deberá de aprobar el calendario de comparecencias del gabinete de la nueva gobernanza, ya que el artículo 58 de la constitución local obliga a estas desde el primer día del mes de octubre.

No toda la comitiva de secretarios y secretarias han definido su participación y/o su modalidad de entrevista. Si fuera por el grupo que manipulan desde Bienestar, ninguno de los titulares merecería perder el tiempo en el Pleno Legislativo.

Por evidentes razones, los más endebles son los representantes de aquella delegación, Carlos Alberto Zúñiga Rivera y Maribel Villalpando Haro. Los mismos que señaló el senador Ricardo Monreal Ávila como los más omisos en sus obligaciones oficiales, en una reunión privada en el mes de julio.

No obstante, dos factores definirán el futuro inmediato de la glosa del primer informe: tomar como válida la interlocución de Gabriela Evangelina Pinedo Morales, o suplir ese canal de comunicación por el del presidente a sueldo de la Mesa Directiva, Ernesto González Romo.

Cada uno lleva y trae mensajes distintos, como sucedió hace un par de semanas cuando David Monreal se apersonó en la sede legislativa para desairar al Pleno y retratarse con su documento impreso de rendición de cuentas, por insistencia del diputado.

Una nueva oportunidad para que los “opositores de papel” luzcan la simulación que resguarda sus acuerdos financieros. Muy consternados porque en este espacio se descubrieron sus intereses monetarios, no tienen el valor de desmentir públicamente los ofrecimientos de dinero que escucharon a través de Ernesto González.

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