Crédito Ganadero a la Palabra: 570 días desde que la Secretaría de la Función Pública confirmó la existencia de al menos 8 líneas de investigación por diversas irregularidades en su operación, a cargo del excoordinador de Ganadería, David Monreal Ávila. Sin sanción.

Jubilados y pensionados del ISSSTEZAC, y cientos de extrabajadores que vivieron despidos masivos: 441 días desde el cese del pago una vez iniciada la nueva gobernanza. Sin liquidación de adeudos en su totalidad.

Irving, Luis Ángel, Natalio, Alexia y Valeria: 297 días desde su desaparición. Sin esclarecer los motivos reales de su secuestro y posterior homicidio. Recientemente se supo que el caso había sido manipulado.

Nómina Secreta de la nueva gobernanza: 281 días de haber sido revelada por los medios independientes Lalalá News, La Cueva del Lobo y Agenda Política. Sin un programa de austeridad al cual apegarse, compromiso de campaña de David Monreal.

Desplazados de las comunidades de Jerez: 280 días a partir de su audiencia en la Secretaría de Gobernación para exponer el grave problema de inseguridad y el secuestro de habitantes por las bandas delictivas. Sin respuesta efectiva ni recuperación de territorios por la autoridad.

Denuncia por presuntos conflicto de interés, nepotismo, encubrimiento, y tráfico de influencias, entre otros, del subsecretario de responsabilidades administrativas (con minúsculas), Ángel Manuel Muñoz Muro y su cónyuge Diana Monserrat Castillo García: 248 días. Sin avance de indagatorias.

Jorge Iván Ávila Correa: 166 días posteriores a la brutal golpiza fuera de un centro nocturno, 62 días a partir de la fecha de deceso. ¡SIN JUSTICIA!

Medidas cautelares en favor de Verónica del Carmen Díaz Robles porque distintas publicaciones periodísticas le causan “violencia física y psicológica”: concedidas en 27 días.

José Silvestre Urzúa Padilla: 21 días de su deceso en un operativo, con más dudas que certezas, para detener a cuatro presuntos secuestradores en una corporación policiaca municipal. Sin información precisa del “operativo” que lo llevó a su muerte.

Más de 19 vehículos siniestrados, una caseta incendiada, y un intento de reos del penal de Cieneguillas: 11 días. Sin datos puntuales de lo sucedido al interior del centro de reclusión, en otro enfrentamiento entre bandas delictivas.

Asesinato del juez, Roberto Elías Martínez: 10 días. Abundan las especulaciones, sin líneas de investigación claras sobre su asesinato.

El último homicidio conocido en Zacatecas: menos de 24 horas. Sin seguridad, y otra voz apagada, la de José Francisco Zapata Alvarado.

Vinculación efectiva a proceso penal de un periodista por presunto delito imputado, ejercida en el interés personal y político de dos personajes que representan fielmente la corrupción de la nueva gobernanza: 144 horas después de una “investigación” presionada desde el oficialismo en 237 días, y podrían haber sido menos.

Claro que la Secretaría de la Función Pública, la Fiscalía General de Zacatecas, la Coordinación General Jurídica y el Poder Judicial de Zacatecas demuestran absoluta eficacia en la “aplicación de justicia” a los enemigos de la nueva gobernanza, con un margen temporal a ritmos expeditos como pocos casos se conocen.

Ahí podemos añadir un conjunto de carpetas “congeladas” en el órgano de “procuración de justicia”, desde hace tres sexenios y un quinquenio, para conocer la dimensión que adquieren las “maquinaciones” y “confabulaciones” políticas que nunca verán la luz pública.

Así es el “calendario de la (in)justicia” que pone en marcha David Monreal Ávila. Sus pesquisas -de las que no se puede desentender ni deslindar como lo hace en privado- iniciaron desde el proceso de entrega-recepción, apegadas a una lista de personajes incómodos y revanchas personales que se desgaja en su absurda cacería de brujas.

Por caprichos anodinos, escogieron el momento más volátil del estado al momento de “buscar reparación del daño por fraude específico”. Una copia estéril y cómica del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, mientras Zacatecas arde en llamas.

Y aquí estamos, en el privilegio de la acción inmediata para la “procuración de justicia” que intenta presumir -y mal- La Secta. Siempre en insumos para los de casa, mientras que en las calles la burla son ellos. Comenzando por el propio David.

El apellido Monreal, por más que se intente distanciar, se encuentra involucrado en el imaginario social. Resulta que el “hermano más inteligente” los tiene de rodillas, viviendo en carne propia la crisis, marginados por el simple hecho de ser familia.

Este es el Zacatecas que Ricardo Monreal heredó a sus exgobernados, con la promesa de que “uno de los suyos” traería mejores tiempos. A diferencia de las letras sublimes de Charles Dickens, este “es el peor de los tiempos”.

Y en el peor de los tiempos nacen las causas y los movimientos, tan robustos, que gradualmente consolida el hartazgo social. Aquí estamos para asumir nuestro papel en este proceso político.

Gracias a todos, todas, y cada uno de ustedes por creer y por confiar. La lista es larga y, a reserva de no olvidar un solo nombre, les dedico estas palabras. Tómenlas como una invitación a no olvidar lo que un día fue Zacatecas, y lo que dejó de ser desde hace tiempo. La memoria es el mayor de nuestros privilegios.

Felices fiestas, aunque la atmosfera pública se torne tensa e insegura. No renunciemos al derecho a creer que las cosas pueden cambiar.

Nos leemos en 2023.

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