El próximo 25 de febrero se prepara una segunda ronda de “propuestas” y “reclamos” que llevarán las y los representantes de algunas cámaras empresariales a la nueva gobernanza. Será el turno del titular de Economía, Rodrigo Castañeda Miranda, en trazar una misma ruta de acción sobre las peticiones (más en tono de exigencia) que le planteen los asistentes.
Sabemos, por lo que han comentado públicamente, que, por ejemplo, la Asociación de Turismo de Reuniones de Zacatecas ya ha pedido que el gobierno saque de la chistera una “agencia de relaciones públicas” para mejorar la percepción de inseguridad que priva en Zacatecas, acentuada desde el inicio del sexenio de David Monreal Ávila.
La idea que pone en el centro Cecilia Lara Márquez, es que dicha agencia se dedique a producir “notas rosas” (un tinte de sangre más diluido), con el objetivo de contrarrestar “todas las notas negativas” que los medios difundimos diariamente, porque la realidad es necia y no quiere dar tregua a la violencia ni a los homicidios en todas las latitudes del estado.
La virtud de esta estrategia de publicidad, dice, es que si “la gente no deja de ir a San Miguel de Allende a casarse; entonces, lo que nos hace falta es sacar esa agencia, sacar más notas rosas, notas de todo lo bueno que tiene Zacatecas”. En términos muy simples: si en Guanajuato también hay inseguridad, cómo competimos localmente para atraer ese turismo a otra zona de peligro.
Por ende, si en todo el país se derrama sangre, qué le falta a Zacatecas y a la nueva gobernanza para atraer más inversiones turísticas con todo y la incertidumbre que esto representa. Tiene lógica, visto desde el enfoque meramente de las ganancias, sí. Cae en un reduccionismo genérico esta premisa, también. La diferencia entre Guanajuato y Zacatecas la explicó David durante todo el 2022.
Que en esta entidad en particular los grupos criminales “inteligentes” (así les llama) se han dedicado a montar escenas espectaculares de violencia, repitió una y decenas de veces aquí y en distintos medios de la Ciudad de México. Esa propaganda que estimulan los mismos medios de comunicación, responsables de que se hable mal de Zacatecas, luego dijo Ley Roy Barragán Ocampo.
La misma prédica repitieron los patrocinadores de la campaña electoral de David, en la reunión del pasado miércoles en el Edificio A de Ciudad Administrativa, a la que asistió la delegada Verónica del Carmen Díaz Robles con becas en el portafolio, como si ese fuera el problema intrínseco de la poca atracción de turismo: que las empresas se apeguen al dogma del Bienestar.
Sin embargo, los empresarios fueron puntuales en dos temas: mejorar “la percepción” en medios de comunicación y aumentar la cantidad de efectivos de la Guardia Nacional en las carreteras de Zacatecas. Nadie se detuvo ni un momento en el programa federal “Jóvenes Construyendo el Futuro”; por el contrario, los reclamos entraron por el terreno que entienden bien: el dinero.
Llegado el turno del todavía presidente de la CANIRAC, Carlos de la Torre García (a unos días de ser relevado por Estela Cárdenas Vargas, como todo parece indicar), el restaurantero disparó a quemarropa contra David cuando cuestionó si el ahorro en el gasto en medios de comunicación para tapar el abismo de violencia le parecía una buena decisión en estos momentos.
Y puso las cifras en perspectiva: el gasto en publicidad con Miguel Alejandro Alonso Reyes rondaba los 750 millones de pesos. Luego, con Alejandro Tello Cristerna ese recurso mermó hasta los 270 millones. No conforme con esa perspectiva de austeridad, Carlos dejó en duda si los 70 millones que David destinaba a ese rubro en verdad ayudarían a “mejorar la percepción”.
En conclusión, si el gobierno (hoy inexistente) en once años de “herencias malditas” hasta los días de la nueva gobernanza ha dejado de “invertir” en publicidad positiva casi el 90% del dinero que se le ofrecía a los medios para guardar silencio, lo más lógico es que de nueva cuenta se viertan recursos públicos en la “estrategia” de esconder la realidad.
Como si fuera una fórmula infalible, las cámaras empresariales aún piensan de una manera mecánica un problema sumamente complejo como es la violencia del crimen organizado. Un solo elemento (de naturaleza impredecible y volátil) derriba la ecuación “dinero + medios = Zacatecas Deslumbrante”.
Supongamos que David inyecta otros tantos millones en publicidad a condición de que la prensa desaparezca de sus páginas -de un día a otro- los homicidios, secuestros, desaparecidos y desplazados. ¿Cómo van a detener entonces la viralización de contenidos sobre inseguridad, que nacen de miles de cuentas de zacatecanas y zacatecanos en redes sociales?
Pues bien, teóricamente ahí entraría la otra estrategia, la de la “agencia de publicidad”. Sólo que esa agencia ya existe y se llama Secretaría de Turismo, misma que encabeza el “gobernador” peor evaluado del país desde hace 15 meses, y no existe proyecto alguno para sacarlo de donde se ha instalado cómodamente hace tiempo.
David Monreal es la imagen pública y mediática de un presunto “gobierno” que no ataja con efectividad el baño de sangre que hay en Zacatecas, y mientras ese factor no cambie en cualquier estrategia que le planteen a Rodrigo Castañeda el próximo 25 de febrero, lo único que veremos es a un puñado de empresarios que exigen “hablar bien de Zacatecas” con dinero ajeno. Por cierto ¿las cámaras cuando van a empezar a invertir en publicidad positiva?
#Casualidades: Y para muestra del por qué las estrategias no funcionan si no toman en cuenta la indiferencia de la nueva gobernanza cuando se trata de gobernar, lo sucedido este fin de semana en el bar “El Venadito” en el centro de Jerez.
Un hecho de tal magnitud sólo ha ocurrido en Zacatecas en contadas ocasiones, cuando las bandas del crimen organizado irrumpen en fiestas familiares a lesionar o a quitar la vida de las personas asistentes entre la muchedumbre.
En menos de 30 minutos la información ya había fluido a nivel nacional, justo porque existe un vacío informativo oficial. Al siguiente día, durante la “Plenaria Municipalista”, el que se dice gobernador no dedicó una sola línea al macabro suceso que ya se informaba en todo el país.
En vez de atajar las especulaciones y dar la cara a la sociedad, el asunto se minimizó con la absoluta indolencia que bien se conoce en la nueva gobernanza. David Monreal prefirió hablar de recursos federales condicionados, que dar un mensaje de certidumbre ante los sucedido.
Precisamente por esa apatía oficial, convertida en total negligencia, la opinión pública sabe que tiene al peor gobernador del país en Zacatecas. David representa lo que la gente entiende por un gobierno ausente y omiso. No es coincidencia que la marca “Zacatecas” vaya en picada.