Dejó poco espacio para especulaciones. David Monreal Ávila “cumple” el pacto con los Verde Ecologistas, que su hermano Ricardo puso ligeramente en duda durante su última visita. Y el más afectado, otra vez, se llama Saúl. El edil de Fresnillo debiera entender el espaldarazo a Susana Rodríguez Márquez como una señal de que no obtendrá lo que pide.

¿Existe recurso? Sí, y quedó probado con la tergiversación en la que se enredó la propia secretaria del Agua y Medio Ambiente, hace algunos meses, con respecto al proyecto del nuevo vertedero de basura para aquel municipio. Que era cuestión presupuestal, dijo primero. Que no había un proyecto ejecutivo municipal, refutó después, y Saúl publicó ese mismo documento recibido en SAMA.

Ni en un sentido, ni en otro, se abrirán las puertas a una inversión que se planeó con tiempo y que hoy, en palabras de su hermano el que se dice “gobernador”, Susana ha hecho el mejor de los trabajos desahogando el presupuesto de su dependencia sin contratiempos ni subejercicios, lo cual no sólo es falso, además sirve de canal para “aleccionar” al Cachorro.

Así respondió al mensaje en redes sociales con el que Saúl evidenció que el del nuevo vertedero es un proyecto que se ha presupuestado y “subejercido” en distintas ocasiones, porque Susana “ha hecho caso omiso” debido a su “pasividad y falta de compromiso”. Sin embargo, la del PVEM sudó el mínimo de calenturas ajenas, pues para eso existe un pacto que invocó a sostenerse.

Eso es lo que se lee en el boletín que envió la nueva gobernanza con dedicatoria a un presidente municipal que intenta, por todos los medios posibles (algunos mejor recibidos que otros), limpiar el apellido Monreal que David se encargó de hacer trizas desde sus días como Coordinador de Ganadería, cuando Andrés Manuel López Obrador le canceló su programa.

Subrayaba en una entrega anterior los símbolos que retomó David una vez instalado en su sexenio. Más cercano a Miguel Alejandro Alonso Reyes y a Amalia Dolores García Medina que a su propio apellido, y muy lejos de Fresnillo. Plateros no le significa nada. Nunca visita el santuario del Niño de Atocha, y poco hace por rememorar sus años de alcalde en esa tierra.

No digo que se trate de copiar los símbolos que produjo en su tiempo Ricardo Monreal, tampoco de desconocer el apellido que lo llevó al lugar donde hoy se encuentra. Empero, alrededor de David no existe mística de ningún tipo. Y es a tal grado esta anomia, que prefiere imitar las pausas en sus discursos como lo hace el tabasqueño de Palacio Nacional.

Todo eso se puede inferir de un simple comunicado que dibuja un intercambio político entre hermanos, con todo y que el diputado José Luis Figueroa Rangel insista que Fresnillo es el municipio que más obra pública recibe en el programa de “rescate” carretero, lo que sea que eso signifique. Si revisara sus procesos de licitación, entendería los intereses que ahí confluyen.

Si no hay cambio de señales pronto, “El Cachorro” deberá darse por enterado que no es decisión de Susana detener el proyecto de relleno sanitario, sino el criterio de David al no destinar recursos en específico para un vertedero de basura que de cualquier forma le genera costos extraordinarios a la nueva gobernanza, ahora a través de Protección Civil.

Y que, en las diferencias entre dos Monreal, otros grupos políticos no servirán de recaderos de una de las partes dentro del pleito. De poco sirve tratar de desviar la atención apuntando con dedo flamígero a quienes obedecen instrucciones (cuando las hay), si queda más que claro que el encargado de dar el visto bueno no tiene interés en algunos proyectos, aún en medio de la crisis.

Independientemente del costoso incendio en el basurero de Fresnillo, el problema es uno de saturación. El municipio se encuentra en “tiempos extras” de la vida media en ese relleno sanitario. Lo que sigue es la extensión indebida a polígonos colindantes, e incluso la declaratoria de una zona contaminada, según la Ley de Residuos Sólidos para el Estado de Zacatecas.

De tal enfoque no se puede ni se debe apartar el ayuntamiento fresnillense, porque además el marco legal los limita en ese encuadre. Pese a ello, un problema público se intenta filtrar por una malla de desencuentros políticos, que sólo magnifica los costos de no tomar una decisión en el momento adecuado a corto y mediano plazo.

Tampoco ayuda el caer en este juego de directas que son respondidas con indirectas y a través de boletines oficiales. La tarea del ayuntamiento de Fresnillo es presentar un diagnóstico (que ya tienen) de la vida media del actual relleno sanitario, y las consecuencias de inmediatas de no clausurarlo a más tardar en el siguiente año.

Hasta ese punto abarca su esfera de responsabilidad. El proyecto ya existe, el recurso quedó asignado aunque no se ejerce. Lo que sigue es determinar el gasto en atender otro problema que ahora devino en crisis medio ambiental por omisión. Inculpar a la emisaria más de lo que la titular de SAMA ya demostró al entrar en distintas contradicciones ella misma, sólo distrae de una ruta de acción más firme.


#Casualidades: Sin necesidad de llevar a las urnas a José Humberto Salazar Contreras, el municipio de Jerez se volvió a pintar de azul. A la deriva como se encontraba la carta de navegación del “galeno” metido a alcalde, es José Manuel de Jesús Viramontes quien lo rescata.

No del todo el “Dr. Salazar” se desprende del guinda que lo llevó a esa presidencia, pues el vínculo con Verónica del Carmen Díaz Robles es algo que ha buscado y fortalecido “Pepe” Pasteles en los últimos días.

A partir de entonces también se rescataron las fiestas de Semana Santa, como el Sábado de Gloria, del que se dijo no tendría relación alguna con los problemas de inseguridad que se viven en el municipio, contra toda lógica que pintan las imágenes del “Venadito” y los desplazados.

Quienes conocen de la nueva conformación política en Jerez hablan de dos momentos de trascendencia: una reunión entre Humberto Salazar y Miguel Ángel Varela Pinedo. Y otra entre José Alonso “El Bolillo” Sánchez Bonilla y Carlos Aurelio Peña Badillo.

La primera para solicitar el respaldo de los albiazules, y la segunda para “entregarle” el ayuntamiento a los priistas. Parece que avanzaron más los acuerdos con el PAN que con los tricolores, que al final del día buscarán, con o sin coalición, quitarle formalmente el gobierno a Morena en 2024.

Otro síntoma de la nueva conformación política tiene que ver con la renuncia de Jaime Ambriz Moreno a la Secretaría de Desarrollo Económico y Social que se esperaba hasta el miércoles, y se adelantó a la tarde de este lunes. Su lugar, muy probablemente, lo ocupe algún perfil que imponga Alfredo Marín Luna, secretario de Obras y Servicios Públicos, y presidente de facto en Jerez.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *