En teoría, el Comité Ejecutivo Nacional de Morena, a través del Centro Empresarial de Estudios Superiores, este lunes habría concluido el levantamiento de la encuesta interna con la que designará a su coordinador o coordinadora nacional de los comités de defensa de la Cuarta Transformación; resultado que se dará a conocer entre hoy y mañana.

Hasta la tarde del sábado, las y los representantes de los aspirantes en disputa habrían recibido información sobre algunas incidencias en el procesamiento de cuestionarios. Desde errores en el desarrollo logístico hasta reportes de abandono de algunas de las 3 mil 500 secciones electorales en las que aplicarían dichos cuestionarios, debido a la presencia del crimen organizado.

De acuerdo con las comunicaciones ofrecidas por la dirigencia y el Consejo Nacional, este lunes se recopilaría el 20% restante de los formatos que son depositados en una urna que luego será enviada a una bodega en donde se resguarda toda esta documentación electoral. En paralelo, las encuestas espejo se encuentran acumulando los datos que deberán dar a conocer en unas horas más.

Eso significa que durante el transcurso del martes y miércoles se realizará el cómputo de votos de encuesta, con la aritmética de los resultados definitivos a más tardar a mediados de semana. Sin embargo, no será sino hasta el 10 de septiembre cuando las y los representantes de las “corcholatas” sean citados en un hotel de la Ciudad de México para entregar la constancia de triunfo.

Si los números no le fallan a Andrés Manuel López Obrador, será Claudia Sheinbaum Pardo la elegida y preferida en el proceso de designación con los votos del sur del país, mayoritariamente. De ahí que en la región del Bajío y algunos estados del norte, distribuyan su fuerza Marcelo Ebrard Casaubón y Adán Augusto López Hernández.

En último lugar de los guindas aparece Ricardo Monreal Ávila que, como se ha planteado en este espacio, buscará promover en la delegación Cuauhtémoc a Eldaa Catalina Monreal Pérez, ya lejos de la gubernatura de la capital del país, y su curul en el Senado de la República también distanciada de la Junta de Coordinación Política y la coordinación de la bancada de Morena.

Dos corcholatas más, en las figuras de Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velasco Coello, buscarán acomodo en la distribución de fuerzas a la que obliguen los números de la encuesta de Morena. Así que al zacatecano todavía podrían desplazarlo al quinto o sexto peldaño del sondeo oficial, lo que lo compromete a legitimar los resultados si busca un asiento en el proceso de negociación.

Todo se mueve según las manecillas de Palacio Nacional, preparadas para el peor de los escenarios con tal de aglutinar a cinco aspirantes que opten por la disciplina interna como mecanismo para desactivar un peligroso segundo lugar en el que presuntamente se encuentra el excanciller Ebrard Casaubón, a la espera de la mejor apuesta en la mesa de consensos.

En esa misma ecuación política, los porcentajes de la encuesta tendrán sentido a la hora de someter voluntades, en caso de que los jaloneos internos polaricen y pongan en peligro la unidad; ruptura que hasta el momento no se contempla. No obstante, las incidencias con las que se ha enfrentado el Centro Empresarial de Estudios Superiores abrieron la puerta a la especulación temprana.

En el caso de Zacatecas y los resultados del sondeo oficial, la nueva gobernanza estaba impedida a inclinar la balanza por uno u otro aspirante a riesgo de romper lo poco que queda de acercamiento real entre David Monreal Ávila y Palacio Nacional, más allá de las fotos protocolarias en el quinto informe de gobierno de López Obrador.

Aquí el dilema es uno que no rinde frutos para la nueva gobernanza, puesto que si Ricardo Monreal no se posiciona en su tierra, vendrá un doble golpe: al apellido y a la fuerza electoral del zacatecano en la mesa de “corcholatas”. Mientras que si lo hace, David ofrecerá un mensaje encontrado con quien encabece los números para la coordinación nacional.

En cualquiera de ambos resultados, la merma del apellido Monreal se hará patente a nivel nacional apenas concluya el proceso sucesorio, el día de mañana. Son tiempos de declive y de almacenar el capital político restante, pues se vive una reconfiguración general de las estructuras de poder, en las que no lograron incrustarse con efectividad.

Lo único que le queda al apellido es un “gobierno” (así le dicen) desbalagado y sin rumbo específico, subsumido en el arrebato de puestos de mando. Los tiempos de grandeza agotaron en su totalidad el combustible del que se nutrieron los fresnillenses, a la sombra de Andrés Manuel y un movimiento que todavía pende de los hilos del tabasqueño.

Será únicamente David Monreal, y nadie más, quien termine por acelerar el desgaste y hartazgo ciudadano alrededor del mito de Puebla del Palmar, de no modificar su planteamiento de gobierno. El panorama que se abre es complejo, pues una vez que López Obrador concluya un ciclo de compromisos políticos pagados con el poder presidencial, el de la nueva gobernanza debería saber que perderá parte de la inmunidad partidista de la que hoy goza, y enfrentaría por sí mismo una eventual revocación de mandato en 2025.


#Casualidades: Después de 35 días de conflicto entre trabajadores de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Zacatecas, los titulares de la dependencia y las autoridades estatales, este lunes finalmente se firmó el convenio de resolución de demandas.

Las exigencias que habían sido presentadas con varios meses de anticipación, y que detonaron en el cese de labores en la Fiscalía (un hecho sin precedentes en Zacatecas), fueron plasmadas en un documento que retoma ofrecimientos puestos con anterioridad en las mesas de negociación.

En efecto, se reconoce el rezago en los incrementos salariales desde la transición de la Procuraduría a la Fiscalía del estado, a quienes perciben los salarios más bajos. Sin embargo, y como los interlocutores de la Secretaría de Finanzas y de la General de Gobierno lo advirtieron en su momento, se contemplarían recursos a incluirse hasta el presupuesto del próximo año. No sin que la Fiscalía ahora otorgue estímulos en los meses de septiembre a diciembre.

Más importante aún fue el compromiso signado por las y los trabajadores inconformes, Francisco José Murillo Ruiseco y Rodrigo Reyes Mugüerza, de no incurrir en ningún tipo de represalia hacia los demandantes, ni el cese de directores y fiscales sin una denuncia previa de acoso laboral y/o sexual.

Será entonces turno de la LXIV Legislatura de procesar las demandas establecidas en el documento que da fin al paro laboral, con el objetivo de garantizar y etiquetar la bolsa de recursos que permita un incremento en las remuneraciones de una parte del personal de la Fiscalía a partir del 1 de enero del 2024.

Depurado el movimiento de intereses personales por presuntos “liderazgos” de una ambigua “lucha sindical”, como lo intentó Alejandro Rivera Nieto (de quien los manifestantes se deslindaron en la última negociación) las y los inconformes salieron del empantanamiento para alcanzar los acuerdos posibles, y se decidieron por reducir la polarización que no ayudaba a cristalizar ninguna mejora en sus condiciones laborales.

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