En la más reciente reunión que ofreció Mario Delgado Carrillo a las y los senadores integrantes de la bancada de Morena, tres directrices se establecieron con claridad: los actuales legisladores pasarán en automático a la encuesta, el Comité Ejecutivo Nacional atraerá todos los procesos internos de los estados, y las convocatorias para aspirantes a legisladores federales presentarían candados con tal de evitar dobles inscripciones.

No sin dejar la puerta abierta a una tercera posibilidad, que llamó la atención de las y los distintos aspirantes: en próximos días, el CEN de Morena publicaría un adendum dirigido a todos aquellos y aquellas que se inscriban a la pugna por una candidatura al Senado de la República, para darles oportunidad de participar posteriormente en el proceso de selección de diputaciones federales.

La misma posibilidad se abriría luego a quienes aspiren a las presidencias municipales, con la opción de saltar luego a las encuestas de los distritos locales. Así que, quienes desperdiciaron la oportunidad de medirse en los números del CEN de Morena al Senado, perdieron el privilegio de inscribirse luego, con el adendum, a una diputación federal.

En aquella mesa de trabajo de la bancada guinda un buen cúmulo de dudas se disiparon. De las más importantes, las que tenían que ver con los procedimientos de la dirigencia nacional para incluir a las presidencias estatales en la designación de candidaturas. Delgado Carrillo fue enfático: la facultad de atracción estaría, en todo momento, en manos del Comité Ejecutivo Nacional.

Así que, por más que ahora se desviva Rubén Flores Márquez en descartar candidaturas, como la de Ulises Mejía Haro, el presidente estatal y vocero oficioso de “la secta” del Bienestar en realidad es una voz sin peso en la toma de decisiones nacionales. Y en ese espectro, es donde la apuesta de la nueva gobernanza comienza a agrietarse.

Todo parte de un acuerdo añejo en el que Saúl Monreal Ávila y Verónica del Carmen Díaz Robles tendrían que componer la fórmula al Senado en Zacatecas, para que de ese par naciera el o la candidata a gobernadora en 2027 que diera continuidad a las ruinas que hoy dice encabezar el número 32 de aceptación nacional.

Saúl entonces marcó una línea de independencia durante cinco años de administración municipal, que incluso llegó a los dimes y diretes públicos con David Monreal y su excuñada. Ese fue el rostro que imprimió a su senda política, a la que renunció en el último informe de gobierno en el cual destapó a quien juró odiar toda su vida, y a la que bautizó como “la de la lana”.

En el mismo evento, “El Cachorro” le reconoció lo que a David nadie quiere reconocerle a estas alturas de la crisis política y de seguridad que se vive en la entidad: un presunto “liderazgo” al frente del “gobierno” (según ellos). La telenovela de desencuentros en el seno de la familia vio su último capítulo con una reconciliación, y toda la narrativa anterior perdió sentido.

Es cierto, como lo explica la medición de De Las Heras Demotecnia del mes de noviembre, que Saúl, después de cinco años de imponerse en Fresnillo, sea el perfil más conocido entre los aspirantes de Morena a una curul en la Cámara Alta. No obstante, las decisiones previas lo llevaron por el camino en el que hoy se encuentra: presumir las mismas estructuras que han hundido a este “gobierno”. Entre estas la del pequeño pedazo de SUTSEMOP en el que todavía dice que manda Israel Chávez Leandro.

Por qué Saúl ahora se toma fotos con todo lo que huele a David Monreal y Verónica Díaz, eso sólo él lo sabe. Pero, qué otro resultado podría esperar de esa estrategia, sino el descenso en las preferencias electorales, de las que dice despreocuparse. Mal hace en despreciar las encuestas, pues es el único método avalado de su dirigencia nacional para acceder a un puesto público.

Luego, su excuñada se esfuma del mapa de Zacatecas el mismo día que supuestamente se registra como aspirante al Senado, sin que de ello exista una sola prueba o un mensaje. Lo que deja a Saúl en correlación directa con David para cargar con todos los negativos que hoy representa su hermano, el que se dice gobernador, y sin poder pasarle factura a Verónica Díaz, la desaparecida.

Peor aún, la gente comienza a ubicar a Saúl como “la imposición monrealista” cuando los medios alineados a la nueva gobernanza (y con quienes departe cotidianamente en la cafetería Acrópolis) comienzan a victimizar a Ulises Mejía Haro en sus portadas impresas, y el propio presidente del partido estatal le deja de reconocer su registro. El más absurdo escenario en el que tendría que estar “El Cachorro”, a ese lo acercaron.

Qué significaría entonces un proceso interno en el que el Comité Estatal desconozca al contrincante que va arriba en las encuestas, para dar paso a uno que dice que no le importan las mediciones (y no presenta números propios) porque dice que ganará con la estructura oficial que justo repudia la opinión pública y medible, o sea, esa nueva gobernanza a la que ya adoptó suya.

Ahí no concluye el viacrucis de Saúl. El próximo 19 de noviembre, Citlalli Hernández Mora y Geovanna del Carmen Bañuelos Robles, junto con sus aliados del Verde Ecologista, definirán la política de alianzas en todo el país. Pese a la negativa de David de acompañarse con el PT (el mismo partido que le hizo ganar la gubernatura), las coaliciones serán las que se firmen a nivel nacional.

Será el momento de Geovanna Bañuelos para posicionarse en el planteamiento electoral del 2024, con la única contrincante que tiene enfrente: María Soledad Luévano Cantú. Las dos que están inscritas por default, mantienen una diferencia entre 17 y 20 puntos Verónica Díaz, quien tendrá que bajar al cargo de diputada (incluso de representación proporcional). Así, el 2027 ya no se ve tan alegre. Y todo gracias a David.


#Casualidades: Para que el magistrado Edgar López Pérez, encargado de una sala penal en el Tribunal Superior de Justicia del Estado, deje de hacer un monumental ridículo en chats públicos de WhatsApp, con gusto le compartimos esta copia de una ley que desconoce en su totalidad.

Se trata de la Ley Reglamentaria del Artículo 6°, sobre el Derecho de Réplica. Un concepto que hasta este miércoles no registraba en su muy breve glosario individual y que, en ausencia de un equipo que en su propia ponencia le asesore eficazmente, aquí le ayudamos a comprender.

Tal vez así deje los argumentos ad hominem (de pena ajena para un magistrado) y comience a estructurar su pensamiento alrededor de las leyes que dice resguardar. Y es que, eso de pedir “réplicas” en grupos de discusión, por temas publicados hace meses, como que hace pasar varias vergüenzas.

Fue así como, inundado en cólera, procedió a reclamar a este columnista la información que fue publicada por un medio hidrocálido que dio luz pública sobre una denuncia en contra de uno de sus hijos por la presunta violación a una fémina (aquí incluimos el link).

La nota, a la que Edgar Alejandro López Dávila (el junior del magistrado) nunca pidió derecho de réplica a Página 24, está fechada el 1 de abril de 2023. O sea, hace ocho meses. Un comentario personal de quien redacta esto, luego fue difundido en Facebook el 23 de julio de 2023. En ese entonces también callaron.

Empero, el ego abollado del “jurista” (a medias), porque este miércoles se refirió que su equipo en el Tribunal Electoral perdió la lucha contra Gloria Esparza Rodarte en su legítimo derecho a ser electa magistrada presidenta (de lo cual el TRIJEZ ni siquiera publicó un boletín ¿por omisión?), encendió la “indignación” que llevaba más de ocho meses apagada, pero en un chat. De risa.

Que defendía la reputación de su hijo con un video posterior, aseguraron, en el que no se aclaraba que a los días de que Edgar Jr fue denunciado por violación, él mismo presenta una denuncia por acoso sexual contra el “magistrade” electoral en Aguascalientes, Jesús Ociel Baena Saucedo.

Y lo único que logró don Edgar, es que la opinión pública supiera de la denuncia en contra de su hijo, que ahora intenta aclarar sin una postura propia, ni del acusado, sino a través de un tercero (de más risa). “Chu papi” (como dice uno de sus columnistas de cabecera) no le ayudó mucho al pobre Edgar Jr.

Empero, toda esta exposición pública de ignorancia e ineptitud podría haberse evitado si el magistrado encargado -lastimosamente- de una sala penal, conociera en verdad de leyes. O tal vez sólo trataba de despresurizar su frustración, que igual sólo lo dejó en ridículo. Nada nuevo, don Edgar.

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