La única “operación” que realizó la nueva gobernanza horas antes de la designación de Cristian Paul Camacho Osnaya como Fiscal General de Justicia del Estado, fue la que lo intentó tronar nuevamente como aspirante de consenso. Y si por “operación” en este gobierno entienden “ponerse el pie” entre ellos mismos, eso lo hicieron con efectividad milimétrica.

Previo a la sesión de este miércoles, con el orden del día definido para votar por el o la nueva fiscal de manera anticipada, una docena de diputados oficialistas fueron llamados a los salones de Ciudad Administrativa. Ahí se definió, sin más, la votación que favorecería al hasta ayer delegado de la Fiscalía General de la República en Zacatecas.

No porque David Monreal Ávila diera la instrucción de acompañar a Cristian Camacho, con quien días antes tuvo una fuerte discusión al enterarse el exdelegado de la inclusión de Juan Carlos Valdivia Meráz en la quinteta que votó el pleno para enviarla al titular del ejecutivo. Fue de tal magnitud la rispidez que, se aseguró a este espacio, Paul estuvo a punto de renunciar a la convocatoria.

Empero, lo que escucharon las y los diputados oficiales y aliados de los funcionarios de la nueva gobernanza los dejó fuera de cualquier margen de negociación de votos, cuando la mayoría legislativa consensuaba a favor de Camacho Osnaya. Sucede que, el mismo día que les solicitaron votar por Valdivia Meráz, también les presentaron el paupérrimo presupuesto del próximo año.

Con una ampliación al Poder Legislativo del 0.2% de sus recursos para 2024, y sin un solo peso adicional en la bolsa de la FGJEZ (negando los acuerdos tomados con las y los trabajadores del movimiento de la Fiscalía), el gracioso incremento al Poder Judicial apenas roza el 3% adicional al presupuesto de este año. Eso sí, el grueso del dinero público se va, ni más ni menos, que a una “obra faraónica” (esas que dijeron no habría en este sexenio): el segundo piso elevado del Boulevard López Materos.

A los de Morena en esa reunión los condicionaron a crear estrategias para “defender” lo indefendible, de tal manera que carguen incluso con la última declaración de abandono del gobierno federal, lanzada ayer por David Monreal cuando confesó que su “amigo de piquete de ombligo”, Andrés Manuel López Obrador, no enviaría recursos extraordinarios para paliar la sequía.

Se acabó aquella narrativa de campaña que aseguraba que votar por David generaría una derrama de recursos sin comparación con la ayuda del senador Ricardo Monreal, para abrir las llaves del presupuesto. Los fresnillenses se encuentran en el peor momento de su relación con Palacio Nacional, aunque se nieguen a reconocerlo.

Resulta entonces que, cuando las bancadas oficiales entendieron que ni siquiera fueron tomados en cuenta en el presupuesto del próximo año, la petición de convertir 18 votos del PRI, PAN, PRD, PANAL y PT para Valdivia, no solo sonaba a un sueño guajiro, sino a una “mentada de madre” (como dijeron algunos diputados asistentes) ofrecida al cuarto para la hora de la votación.

Si algo hizo “bien” David Monreal fue precisamente amarrar a Paul Camacho Osnaya con la oposición presionando de último minuto por su acuerdo con Francisco José Murillo Ruiseco y la continuidad mediante Valdivia Meráz. Sin embargo, cuando la bancada guinda y sus votos aliados vieron a la marea mayoritaria arropar al exdelegado de la FGR, votaron por él y procedieron a tomarle fotos a sus cédulas.

Fue así, y no como los cantos y alabanzas de las proezas de la nueva gobernanza que ahora inventan sus escribanos, que el alumno del Grupo Atlacomulco (y compromiso adquirido con Ricardo Monreal Ávila para colaborar en Zacatecas), fue electo con 29 votos legislativos, mismos que le hicieron llegar mediante fotografía los de Morena al personaje que pretendían tumbar.

Que se entienda bien y claro, la designación de Cristian Paul Camacho Osnaya de ninguna manera es un triunfo para la nueva gobernanza. Todo lo contrario, David se empecinó en empujar a como diera lugar a su juez de consigna de cabecera, Ángel Manuel Muñoz Muro, así fuera que Rodrigo Reyes Mugüerza peleara y reclamara a los suyos haberlo descartado de la designación.

Cuando no lo logró, intentó revivir un viejo acuerdo con Murillo Ruiseco, con tal de frenar el voto mayoritario del bloque plural. Tampoco pudo. David se sabe derrotado, y recuerda muy bien las recientes rispideces que mantuvo con Camacho por haber jugado a promover a cuatro aspirantes, con preferencia marcada por su coordinador general jurídico.

La oportunidad que se abre ahora, con un fiscal de consenso, nace en los cabildeos de Camacho Osnaya para pugnar por un presupuesto digno para la Fiscalía. David le dedicó una manzana envenenada a cualquiera que se sentara en la silla que dejó Francisco Murillo, pero “operó” de tal manera la designación de ese encargo que terminó por reventarle en las manos.

Ahora no depende del que se dice “gobernador” abrirle la llave del presupuesto a Cristian Paul, sino al mismo consenso legislativo que lo puso al frente de la FGJEZ. Ya sin los votos del PT y de Nueva Alianza, con quienes insiste romper la coalición electoral, David no deja de jugar a ponerse obstáculos (a los que llama “intereses mezquinos”, como los de él) en la aprobación del próximo presupuesto.

¿Será que anda molesto porque a Néstor Núñez López, en una reunión de coordinadores territoriales con el equipo de Claudia Sheinbaum Pardo, le dieron un disimulado “estatequieto”? Este consistió en recordarle a los representantes del gobernador Américo Villarreal Anaya que la precandidata única no toleraría candidaturas para familiares de los mandatarios, en clara referencia a la aspiración de su hijo Américo Villarreal Santiago al Senado, que echó a andar hace unos meses. ¡Y pónganse el saco!


#Casualidades: Y para no variar, que no pase desapercibida la información que dio a conocer el periodista Alejandro Wong, en el periódico NTR Zacatecas. En su investigación, el también editorialista reveló el fracaso de la “lucha anticorrupción” en la nueva gobernanza.

De más de 1 mil 948 denuncias contra servidores y exservidores públicos, relata Wong, la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción sólo ha apilado ¡cuatro expedientes! (sí, tal cual lo lee) que concluyen en sentencia contra los indiciados.

Esto significa que, de las más de 200 denuncias penales que rubricó Ángel Manuel Muñoz Muro como subsecretario de responsabilidades administrativas en la Secretaría de la Función Pública, ninguna ha concluido en una sentencia condenatoria. ¡Aplausos, claro que sí!

Explica también el periodista de NTR Zacatecas que, en su mayoría (71 personas vinculadas a proceso) la Fiscalía de Salvador Villa Almaráz indicia a funcionarios y exfuncionarios por “abuso de autoridad”. O sea, denuncias contra las autoridades policiacas.

No cabe duda de que, darle casi 11 millones de presupuesto a Villa Almaráz para escenificar los procedimientos penales a modo que ha perdido, uno tras otro, el nuevo coordinador general jurídico, concluye en un desperdicio de recursos para la hacienda estatal.

Sin embargo, David le soba el lomo a su “soldado obediente” (como le llamaron sus aplaudidores), porque hace un excelente papel al endulzarle el oído a un “gobernador” (así le dicen) que no se preocupa ni por conocer las mentiras en las que lo enreda su propio gabinete. Fracaso tras fracaso.

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