No hay peor enemigo para los Monreal que la realidad. Poco tiempo les duró el gusto de sentirse una sola secta y familia en estos meses que transcurrieron, después de que Saúl destapara como compañera de fórmula al Senado a su excuñada, Verónica Díaz Robles, en medio de un informe de gobierno armado a contentillo de un acuerdo con David.

Todo era miel sobre hojuelas. El que se dice gobernador tendría todos los derechos: a romper las coaliciones local y federal, a poner veto sobre sus eternos rivales, a definir el lugar de los géneros de la fórmula, y a dejarle a Morena todo el siglado de los espacios a la Cámara Alta. Una tras otra, fueron bateadas todas sus peticiones, porque la realidad se impuso.

Buscaron publicitar la idea de que una encuestadora local como TrueData había dado como triunfadores de las mediciones a Saúl y a Verónica cuando, nuevamente, la realidad los atropelló. En menos de una hora, Leopoldo Trueba Vázquez publicó un desmentido en el que, además, dejó abierta la interpretación de la poca competitividad de ambos perfiles.

Así, lenta y tortuosamente, las tensiones los han llevado al extremo del nerviosismo, a tal grado que se olvidaron de aquel acuerdo de paz y de reconciliación familiar, para regresar a la ruta en la que se encontraban: la del encono y la lucha por los intereses personalísimos. Y así también nos encontramos hoy con dos grandes (y distantes) planteamientos.

Es lo que desea cada bloque de los Monreal, y es lo que pondrán en la mesa de la Comisión Nacional de Elecciones en próximos días, sin tener todavía una fecha definida, porque incluso vendieron los días tales en que sus resultados habrían de ser publicados. La necia realidad volvió para tumbarles los calendarios que agendaron a contentillo.

Al corte de esta columna, un tal Néstor Núñez López (todavía “vigente”) ni siquiera tenía certeza de cuándo Citlalli Hernández Mora y Mario Delgado Carrillo habrían de citar a Saúl a la reunión que se realizará en el Comité Ejecutivo Nacional de Morena. Es de ese tamaño su exclusión, aunque sus voceros informales intenten posicionar la idea contraria.

Pero, volvamos a los planteamientos. El primero, y todavía firme, es el que surgió entre la secta del Bienestar hace un par de semanas. En este queda fuera de la competencia el Cachorro de los Monreal para dar paso a Verónica Díaz en el segundo lugar de la fórmula, con lo que habrían de sacrificar también a Geovanna del Carmen Bañuelos de la Torre.

La propuesta surge por un factor determinante en ambas narrativas: a David Monreal le advirtieron en la Ciudad de México que, de cumplir con alguna de sus peticiones, sólo tendría oportunidad de meter a un perfil en la fórmula al Senado, debido a que sus aspirantes no lograron buenos lugares en las encuestas del partido. Por ende, aquella utopía de ver a Saúl y a su excuñada en la misma boleta quedó descartada por ellos mismos.

Días después, y en respuesta a la enésima traición que le juega su propia familia a Saúl, en el Partido del Trabajo construyeron la idea de promover una fórmula en la que el Cachorro ahora pudiera acompañar a Geovanna en la boleta, con lo que quedaría descartada de toda posibilidad la que él mismo bautizó como “la de la lana” (Verónica Díaz).

Ello significa dos cosas: a los Monreal nunca les interesaron los resultados de las encuestas desde el momento que sabían que estas mismas cerraban sus posibilidades, pues los sondeos conocidos y publicados, en todo momento pusieron en tercer lugar a Saúl y a Verónica. Escenario que confirmaron los números de casa que David le pidió medir a Leopoldo Trueba.

Y segundo, que para ello tendrían que normalizar la narrativa de que en Morena valían más los acuerdos que las mediciones del partido, aún y cuando esas cifras acomodaron a todas las candidaturas guindas a los gobiernos que se elegirán este año, excepto la de Omar García Harfuch, que nació como un distractor interno para inmovilizar a Ricardo Monreal Ávila.

Su último aliento ahora lo pondrán en el estira y afloje que se abrirá con la reunión que tendrán ante la Comisión de Elecciones y la dirigencia nacional cuando sean citados, y no cuando ellos presuman que “serán ungidos” con las presuntas candidaturas que hoy no tienen. Ahí es donde presentarán sus ofrecimientos, a estas alturas muy sofisticados.

Como el que acompaña a la supuesta fórmula Saúl y Geovanna. Le siguen, en orden de su imaginación: Verónica Díaz en el distrito federal 1, Julia Olguín Serna en el distrito federal 2, Alfredo Femat Bañuelos en el distrito federal 3, y Maricarmen Salinas Flores en el distrito federal 4. Tan considerados que incluso le regalan a Ulises Mejía Haro el distrito 3 local ¡en Guadalupe!, y una delegación del Bienestar ¡en Aguascalientes! Puro alucín…

Muy distante a las pretensiones de David, que preferiría una fórmula Ulises o Narro y Verónica, mientras entrega a Saúl el distrito federal 1, sube a Lyndiana Bugarían al distrito federal 2, Gabriela Pinedo Morales se queda con el distrito federal 3, y Zaira Ivonne Villagrana Escareño custodia el distrito federal 4, al tiempo que resguarda el distrito local 3 para Violeta Cerrillo Ortiz, entre otros tantos cambios.

Empero, en esta aburrida telenovela lo único seguro hoy son las traiciones entre los Monreal a punto de fraguarse, como la que dicen que realizó David al enterarse de que Saúl había acordado con el PT bajar a Verónica Díaz de la fórmula para subir al presidente con licencia. Lástima que, de esas ficciones, en el círculo cercano de Claudia Sheinbaum y en el CEN de Morena no estén ni siquiera enterados, y mucho menos interesados, como ya se vio.


#Casualidades: Con todas sus letras y sin medias tintas respondió Miguel Ángel Varela Pinedo a la pregunta que le realizamos en este espacio sobre sus posibles patrocinadores de campaña en caso de alcanzar la candidatura a la capital del estado.

El exalcalde de Tlaltenango confirmó que hay una línea de trabajo cercana con el gobierno de Tere Jiménez en Aguascalientes, en su círculo más cercano. No por ello recurrirá a las prácticas que replican en Morena de desvío de recursos en todos los niveles.

Si hay apoyo del PAN será porque al partido le interesa tener una representación real en el municipio donde se asientan las poderes políticos del estado, y no sólo estará involucrada la gobernadora de la entidad vecina.

Sus compromisos llegan hasta la Ciudad de México con figuras de peso que poco a poco se sumarán a la aspiración del joven político, con lo que terminaría de confirmar una muy posible candidatura avalada por toda la fuerza azul que actualmente rige a su partido.

No obstante, lo único que le ha pedido el PAN es que incremente su presencia en la capital y deje sus compromisos legislativos, de los cuales el último será su próximo informe de actividades, del que ya obtuvo permiso del ayuntamiento para utilizar la Plaza de Armas.

La propuesta del expresidente muncipal y diputado federal para cumplir ese compromiso presenta, en efecto, sus propias habilidades electorales. La más importante: llegar al votante de a pie, olvidado por el ayuntamiento en sus servicios más básicos.

Una de estas campañas, explica, será la de videograbar la enorme cantidad de baches que hoy inundan, en todos los rincones, a un municipio listo a estrenar un segundo piso, pero sin una sola vialidad decente y transitable, a ojos del joven aspirante.

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