Cinco años bastaron para que Saúl Monreal Ávila afianzara su administración en el apellido que hoy más le incomoda. Ese que no tolera que “le carguen”. Pese a su disimulado disgusto, no se entienden dos gobiernos municipales sucesivos sin la planeación financiera y municipal alrededor de las empresas más cercanas a su familia.

Aunque, para la campaña, el “Cachorro” prefiere remembrar su infancia de la mano de los Ávila, para los negocios y la política, el apellido Monreal se encuentra tan cerca de él, que le cobija bastante bien su sombra. Y nada tiene que ver la voluble relación que mantiene con David y su nueva gobernanza.

No. En silencio, Saúl ha devengado millones de pesos en recursos públicos en constructoras muy cercanas a los Monreal. Tan cercanas que incluso comparten ese mismo apellido. Como es el caso del arquitecto José Manuel Monreal Arellano, uno de los constructores favoritos en el ayuntamiento y que amasó una buena fortuna en los últimos 5 años.

Resulta bastante curiosa la forma en cómo Saúl diseñó diversas las licitaciones públicas, y otras tantas adjudicaciones directas (a modo) de obra pública, en las que “competían” los mismos nombres que se repiten una y otra vez: Daniel Páez Alonso, René y Ricardo Dévora Castañeda, Genry Ramos Domínguez, Rito Monreal Miranda, Luis Armas Meza y Luisa Meza Mata.

Sin embargo, los contratos más jugosos, a nombre de una persona física, son los que registra José Manuel Monreal. Cuando se trata de una licitación pública de siete u ocho dígitos, Monreal Arellano utiliza a su empresa Constructora MOAV S. de R.L.; cuando se trata de adjudicaciones (las más comunes), basta con el nombre del arquitecto.

A veces la constructora utiliza su domicilio en Santo Santiago 3512, en la comunidad de Chapalita, del estado de Jalisco. Otras veces dos domicilios son los que José Monreal manifiesta en los diversos contratos que ha firmado con las Secretarías de Desarrollo Urbano, y la de Desarrollo Social, ambas del ayuntamiento.

Uno en la calle Arroyo del Tepeyac número 94, en la colonia INDECO, Guadalupe. Y el segundo, en el 24 de la calle Felipe Ángeles y la Privada Maravillas, de la colonia Las Flores, en Fresnillo. Al menos eso es lo que reporta la Plataforma Nacional de Transparencia, cuando se realiza una búsqueda con el nombre del arquitecto y su empresa. No porque estos sean sus únicos contratos, pero sí son los reconocidos oficialmente.

A partir del año 2018, cuando Saúl asume la presidencia municipal de Fresnillo, y a la fecha, existen nueve convenios a nombre de José Manuel Monreal Arellano. Siete en esa demarcación y dos en el municipio de Guadalupe (firmados por el prófugo Julio César Chávez Padilla y fácilmente consultables en el buscador de Google), por un monto total que alcanza los 12 millones 806 mil 406 pesos.

Desde pavimentaciones, construcciones de domos y parques públicos, construcciones y rehabilitación de vialidades, Monreal Arellano siempre fue uno de los más solicitados por Saúl. Empero, tratándose de obras públicas federales, queda más que claro el papel que ha jugado la Constructora MOAV para el “apellido incómodo”.

Así lo demuestra el contrato 2020-32-CE-A-067-W-00-2020 proveniente de la licitación pública LO-009000024-E17-2020, en la que José Manuel Monreal participa junto con la empresa Farenheit Construcción y Supervisión S.A. de C.V., para la remodelación de la carretera Zacatecas-Aguascalientes.

Ello después de que Soledad Luévano Cantú utilizara la tribuna del Senado de la República, en marzo del 2019, para incluir un punto de acuerdo que tenía como objetivo denunciar posibles contubernios entre la constructora Farenheit y la delegación de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).

Tal cual lo explica Luévano: “se ubica a Jorge Raúl Aguilar Villegas quien bajo la dirección de Peschard Bustamante tenía a su cargo la Subdirección de Obras y cuya empresa beneficiada con contratos, de nombre Farenheit Construcciones y Supervisión, S.A de C.V., se dedicaba a realizar obras para puentes y caminos…”.

Pues bien, posterior a esta denuncia pública de la todavía senadora, “casualmente” José Manuel Monreal fue elegido por la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, para devengar 19 millones 574 mil 926 pesos en la rehabilitación del tramo Jalpa-Calvillo de esa autopista, junto con el propio Luis Alfonso Peschard Bustamante, de extracción alonsista.

La misma “casualidad” por la que, el 11 de mayo del 2023, el hoy difunto Juan Pérez Guardado, Sául Monreal Ávila y Argelia Jetzirah Aragón Galván, le adjudican otro de sus más recientes contratos a Monreal Arellano por 2 millones 13 mil 625 pesos para la construcción de un domo en la escuela Beatriz González Ortega, en el centro de Fresnillo.

Todo queda en familia, incluso buena parte del presupuesto en obras públicas que Saúl se ha dedicado a presumir en sus cinco informes de gobierno. Aún y cuando no compartan apellidos, pero sí un modus operandi, como el que envuelve también al arquitecto Daniel Páez Alonso, beneficiado con una veintena de contratos que suman los 26 millones 395 mil 344 pesos, de los que hablaremos más adelante.

Porque, como Saúl bien dice: “a mí cuestiónenme del municipio, no de mi familia”. Entonces, las preguntas comienzan, tanto de uno como de la otra, los dos íntimamente relacionados.


#Casualidades: A la LXIV Legislatura ha llevado una suspensión provisional, promovida por el todavía magistrado Jesús Bautista Capetillo, del Tribunal de Justicia Laboral Burocrática del Estado de Zacatecas.

Lo anterior respecto de los efectos y las consecuencias de la convocatoria pública abierta del uno de febrero del 2024, para la selección de una magistratura en ese mismo tribunal, a la que no piensa renunciar Bautista.

En sus argumentos, el cónyuge de Soralla Bañuelos de la Torre, Secretaria General de la Sección 34 del SNTE, protesta -de manera realmente absurda- que la Legislatura omitió notificarle que su encargo estaba pronto a concluir.

Probablemente olvidó leer su nombramiento, originado también por votos legislativos en diciembre del 2020, que especificaba una fecha de conclusión de encargo, y por la cual nace una convocatoria que en la Coordinación General Jurídica buscan “tumbar” a como dé lugar.

Al menos ese tendría que ser uno de los argumentos que la LXIV Legislatura exponga al juez federal que concedió la suspensión provisional, que por el momento ha detenido el nombramiento pendiente que ya perdieron en una primera ronda Ángel Manuel Muñoz Muro y Edgar López Pérez.

Hay demasiados intereses monetarios inmiscuidos en el Tribunal de Justicia Laboral Burocrática, y no precisamente por las razones que han expuesto David Monreal Ávila y Rodrigo Reyes Mugüerza, a los que su coordinador jurídico les guarda información incluso de los siniestros de los vehículos oficiales de esa dependencia, por manejar en estado de ebriedad.

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