Los primeros desencuentros al interior de la bancada de Morena en el Senado de la República, por la designación de distintas vacantes de magistradas y magistrados electorales en 16 entidades de la república, surgieron durante la sesión legislativa de la Cámara Alta, un 22 de octubre del 2019.

Martí Batres Guadarrama, entonces excluido de la Mesa Directiva y de los órganos de gobierno en ese parlamento, tomó la tribuna para acusar a Ricardo Monreal Ávila, presiente de la Junta de Coordinación Política, de “utilizar el Senado para articular una red de intereses en los tribunales” electorales.

El mensaje iba dirigido al zacatecano, puesto que la conformación de las ternas en cada caso tenía que llevar el aval de la JUCOPO, donde se encuentran representados todos los partidos políticos. En consecuencia, Batres Guadarrama adelantó que previo a los acuerdos con otras fracciones, las propuestas debían llevar el consenso interno.

“Aparece en el caso del Tribunal Electoral de la Ciudad de México el nombre de Armando Ambriz Hernández. Los senadores de la Ciudad de México expresamos nuestra inconformidad con el procedimiento [de la JUCOPO] que impidió, a diversos aspirantes, inscribirse” según dijo de aquella convocatoria.

La persona que es colocada en el Tribunal Electoral de la Ciudad de México es la más inapropiada. Ambriz Hernández está acusado de una serie de maniobras en el Tribunal Electoral Federal. Maniobras relacionadas con la elección de Puebla. Maniobras para amenazar a magistrados por el recorte de su periodo” apuntó entonces.

Y, sobre el argumento de que aquello “no es la cuarta transformación”, cuestionó la decisión de Monreal Ávila para imponer a Ambriz Hernández (a quien llamó “operador para el fraude electoral”) en el tribunal de la capital del país con el voto de la fuerza general de la mayoría guinda para encumbrar intereses personalísimos.

Después de expresar su “más enérgica inconformidad”, Martí Batres solicitó se modificara el dictamen de la JUCOPO en ese punto en particular, reclamo que, como ahora entendemos, no surtió efectos, pero dejó un importante antecedente. Morena conoce intrínsecamente esta red de intereses en los tribunales electorales.

Una red de la que fue excluida la entonces corriente política interna conocida como “los históricos” del movimiento. La postura de Batres Guadarrama no sólo reflejaba su descontento personal como representante de mayoría relativa de la CDMX, sino como miembro del partido al que Ricardo dividió desde dentro de sus entrañas.

El problema, hoy en día, es que la primera presidenta del país, Claudia Sheinbaum Pardo, exgobernadora de aquella misma ciudad, también se encontraba al interior de ese grupo separado de los intereses que el zacatecano movía en la Cámara Alta. Conoce, entonces, a la perfección el modelado interno de distintos tribunales electorales.

Esa, y no otra, debería ser la perspectiva político electoral que tendría que tomar en cuenta desde estos momentos Eldaa Catalina Monreal Pérez, como la candidata que se recargó en el armado del Tribunal Electoral de la Ciudad de México, para derrumbar, de una vez por todas, la elección en la alcaldía Cuauhtémoc.

La composición interna va mucho más allá de las presunciones de “nepotismo” y de violencia política de género. Tienen que ver, en cambio, con la postura abierta que mostró Martí Batres en aquella elección para designar distintas magistraturas vacantes, con el visto bueno de Ricardo, su padre.

El vínculo político es indisociable, incluso entre sus propios detractores, y llevarán a una fuerte polarización en la capital del país donde, a diferencia de Zacatecas, la población (de mayor activismo político) evalúa negativamente estos atributos alrededor de la anulación de un resultado electoral.

En la misma ruta sucedió la anulación de la votación en el ayuntamiento capitalino de este estado. La diferencia es que ningún senador o senadora de oposición, o del propio Movimiento, postularon sus diferencias sobre el dictamen que votó luego, el 10 de diciembre del 2020, el pleno para designar a dos magistradas locales.

En esa fecha se ocuparon en el TRIJEZ dos vacantes: la de Gloria Esparza Rodarte y la de Teresa Rodríguez Torres. Una vinculada por su relación directa con el entonces coordinador de Morena en el Senado, y la otra que forma parte del equipo político del magistrado Edgar López Pérez.

Lo narró muy claramente Martí Batres en su intervención: se trata de una red de intereses incrustados en los tribunales electorales, que activan y desactivan sentencias de acuerdo a las presiones políticas de las que son provenientes cada uno de sus nombramientos. La clásica rebatinga de cuotas y cuates.


#Casualidades: Menudo conflicto que se le viene encima al entrenador (así lo presentan en los eventos) Javier Núñez Orozco, titular del INCUFIDEZ. Gracias a él mismo, su responsabilidad -y la de nadie más-, va de por medio.

La remodelación del centro acuático del Instituto, a un lado de las instalaciones del SEDIF, podría cumplir un año, si su administración permanece en el mismo estancamiento. Una obra que tendría que haber presentado previo al 3er informe de su patrón.

Se sabe que a Javier no le gusta delegar funciones, aunque desconozca el funcionamiento de las distintas áreas que componen al INCUFIDEZ. No confía en la plantilla laboral, y está dispuesto a traicionar a quien tenga que traicionar para que él no pague ni uno de sus platos rotos.

Así sucede con la obra licitada para cambiar la techumbre de la alberca del Instituto, modificar los suelos de esa instalación y de la piscina misma. La obra cumple ya 9 meses, y ni siquiera pudieron cambiar los baños de ese antiguo centro a falta de recursos.

Mitad remodelado, mitad no remodelado, eso es lo que Javier le podría entregar a David Monreal, si bien va, hasta el mes de octubre o posterior. El problema es que, durante el periodo de la FENAZA, la zona de juegos siempre es instalada en el estacionamiento del otro centro acuático, el Centenario.

Todos los usuarios inscritos ahí se quedarán sin servicio a partir de los próximos días, porque Javier no pudo concluir a tiempo la remodelación que hace en el INCUFIDEZ. Y como suele ser la comunidad zacatecana de nadadores, vendrá una importante presión social contra la ineptitud del director.

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