Aunque se ostenta en redes sociales como “socio fundador” de la constructora Taller Hábitat, Javier Solís de Santiago no firma ninguno de los contratos públicos que los distintos gobiernos le han otorgado a esta empresa. Para ello utiliza a dos de sus “asociados”: José Octavio Arellano Cervantes y Erwin Salas Abasolo.
El ahijado de Miguel Alejandro Alonso Reyes creó aquella constructora durante el sexenio del priista. Una contratista que nadie conocía fue la encargada de “rehabilitar” (con más de 21 millones de pesos) la plancha de Plaza de Armas en la capital zacatecana, por indicaciones del entonces mandatario, hoy diputado federal.
Desde entonces, y a la fecha, sus “asociados” participan en obras emblemáticas, como la del Platabus de la nueva gobernanza. O la Cuarta Etapa Fase B del edificio denominado Coworking Space, en Quantum, Ciudad del Conocimiento, con 7 millones de pesos durante el quinquenio de Alejandro Tello Cristerna.
Ese contrato fue firmado el 21 de agosto del 2020, y lleva la rúbrica de Erwin Salas Abasolo, como administrador único de la sociedad Manantial Technologies S.A. de .C.V. o “M Tech”, según la información en redes sociales. Parecida a esta, existen otras tres empresas que dice administrar el propio Erwin.
Una de ellas es Habrica Desarrollos S. de R.L. de C.V., otra más es Hidro Construcciones Manantial S. de R.L. de C.V., y una última, Constructora SAEER S.A. de C.V. Todas estas han obtenido licitaciones en el gobierno estatal y los municipios de Zacatecas, Guadalupe, Villa de Cos y Río Grande (de donde es originario el “asociado”).
Al interior de Taller Hábitat se sabe que Erwin Salas no es dueño ni administrador único de cualquier de esas tres, sino que las empresas corresponden a la sociedad que mantiene con Javier Solís, en la que participa menos activamente como contratista y más como beneficiario al poner en renta su nombre y su RFC.
La idea de “diversificar” empresas tiene como objetivo el poder participar en distintas licitaciones de manera simultánea y dirigida, a través de adjudicaciones a modo. Recordemos que actualmente Taller Hábitat y sus socios llevan por encargo concluir la terminal de transferencia Zacatecas, del Sistema de Transporte Integrado.
A los tres socios los une no sólo una vieja amistad con César Deras Solano, la mano derecha de Ricardo Monreal Ávila en cuanto a asignación de contratos con empresas constructoras y de servicios. En el caso particular de Salas Abasolo además se incluye un compadrazgo, al convertirse en padrino de bautizo de una de las hijas de César, como lo expuso la revista La Sala Zacatecas, el 4 de diciembre del 2023.
El valor aproximado de dinero público que ha obtenido Erwin como “constructor” se acerca a los 31 millones de pesos, en más de una veintena de contratos con registro en los últimos seis años. Son recursos que la “sociedad” del Taller Hábitat consiguió únicamente a través de uno de sus socios.
Ese es el quid de los “Hábitat boys”: crear una empresa de la nada y recibir distintos contratos públicos a través de sus cabilderos en los gobiernos estatales (cuyo actor clave ahora es César Deras). Cualquier observación de la auditoría estatal o federal resulta una nimiedad, pues hay otras empresas que pueden utilizar aleatoriamente.
La dinámica de acaparamiento del presupuesto de obra pública en Zacatecas es una que impide la sana competencia entre constructores. “Los mismos de siempre, haciendo lo mismo de siempre” bien podría ser una frase que explique estos embudos por donde pasan únicamente quienes comparten intereses económicos y políticos.
Empero, las grandes preguntas permanecen: ¿por qué David Monreal Ávila utiliza a los constructores que (creó y) empoderó un día Miguel Alonso Reyes para realizar una de las obras viales de mayor presupuesto en este sexenio? ¿A qué obedece el favoritismo gestionado desde SEDUVOT para estos “socios”?
Y la más importante, tal vez: ¿qué tipo de “política ficción” se está creando en Zacatecas con tal de mantener en el centro de poder a un grupo de políticos de distintos apellidos que prácticamente se han adueñado del estado y el presupuesto público? Aunque hagan como que existen “diferencias” entre ellos, la realidad apunta hacia otro lado.
#Casualidades: El crimen organizado dio un golpe quirúrgico a la nueva gobernanza el pasado sábado, en las inmediaciones de la carretera Jerez-Fresnillo. Dos policías estatales fueron abatidos, al viajar en una camioneta oficial sin logos del gobierno del estado.
Ambos estaban comisionados en tareas de resguardo y “escolta” a uno de los hijos de David Monreal Ávila. A la hora del suceso, ninguno de los policías portaba uniforme, para que no fueran reconocidos por las bandas delictivas.
No obstante, la información que debieron tener los criminales era de carácter privilegiado, muy probablemente filtrada desde el interior de la Secretaría de Seguridad Pública, a donde estaban adscritos los hoy occisos.
En un primer momento fuentes de la Mesa Estatal de Construcción de Paz hablaron de un “atentado”. Más tarde se supo que los policías murieron debido a los impactos de bala y la volcadura del vehículo en el que viajaban.
Y ahí mismo confirmaron a esta columna que, en efecto, los dos policías conformaban la “escolta” de Carlos Monreal Hernández. ¿Se tendría que entender el ataque como un mensaje de la delincuencia organizada?, preguntamos.
Hasta el momento las autoridades no dieron razón de las probables líneas de investigación que se abrirían para entender cómo fue que sucedió el “atentado” que concluyó en la muerte de dos policías cercanos a la familia del “gobernador”.