¡Qué conveniente! Utilizar la tribuna de la Cámara Alta para exhortar al INEGI a modificar la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública, porque existe una “narrativa” que afecta a la nueva gobernanza, y en particular al desastre de “gobierno” que dejó en Fresnillo, es la tarea en la que ahora se entretiene Saúl Monreal Ávila.

Su oratoria en el pleno del Senado de la República no sólo es vergonzosa, porque queda claro que ni si quiera se ha dado tiempo para leer la batería de preguntas de la encuesta que él mismo puede descargar en el sitio web del Instituto Nacional de Geografía y Estadística, y entender las razones del por qué se incrustan en ese cuestionario.

Hablar de que un sondeo genera números para alentar “prejuicios” en vez de medir una “perspectiva más equilibrada” queda muy bien en las encuestas de Morena, que de un día a otro empoderan aspirantes mal calificados, como fue su caso y el de su compañera de fórmula en la elección pasada.

No obstante, llegar al extremo de acusar que el INEGI se niega a presentar el “contraste” entre percepción e incidencia delictiva es un despropósito, por no decir un simple capricho ¿familiar? Porque, nadie más acompaña a Saúl en su queja, más que David. Vaya, ni sus propios compañeros de bancada.

“Esto permitiría una narrativa más justa, y contribuiría al desarrollo de las entidades afectadas por el estigma de inseguridad” afirmó muy confiado al explicar el objetivo de crear una encuesta que quite a Fresnillo de los últimos lugares de percepción de inseguridad, de donde salió en cuanto Saúl perdió el municipio en junio pasado.

Relativamente más institucional, el “Cachorro” ya abandonó aquello de que el INEGI “parece del PRI, como sentenció en su conferencia de prensa todavía en calidad de presidente municipal, el 20 de julio del 2023. Un discurso muy desgastado entre los guindas cuando las condiciones políticas no les favorecen.

No hay que dejar de lado que la solicitud de Saúl llega casi al mismo tiempo que la de David Monreal Ávila en cuanto que el INEGI debería de darle un trato mejor a Zacatecas. Como si la sociedad a la que dicen “gobernar” careciera de raciocinio y de telefonía celular para informarse de lo que acontece realmente en el estado.

Nuevamente los de Puebla del Palmar nos quieren vender la idea de que Saúl se encuentra “solo” y nadie lo acompaña en sus aspiraciones a gobernar. Que supuestamente tiene “diferencias” con David, que Ricardo “no lo apoya”, y que mantiene un duelo abierto con Verónica Díaz Robles.

Sin embargo, los hechos los desnudan completamente. David modificó su terna de posibles candidatos a sucederlo una vez que depuró su gabinete de todo aquello que mantuviera rastros de influencia desde La Secta. El bloque de Ricardo se impuso porque Saúl no tiene cuadros, tiene peones a su servicio (como David).

El “Cachorro” de la familia comenzó a recibir atenciones de la nueva gobernanza, porque cualquier otro candidato es preferible a uno que designe Claudia Sheinbaum Pardo desde la Ciudad de México, sea del grupo de Ulises Mejía Haro, o de su equipo de confianza, como Alfonso Ramírez Cuellar.

Veinte años después se repite la historia que vivió Ricardo Monreal con Andrés Manuel López Obrador, cuando el tabasqueño le cedió el gobierno a Amalia Dolores García Medina en contra de los planes del de Fresnillo, ya que el “Chamuco” pretendía gobernar Zacatecas a través de Tomás Torres Mercado, y después cederle el bastón a Miguel Alejandro Alonso Reyes (en ese orden).

Los Monreal se preparan desde estos momentos, pues anticipan cualquier escenario de imposición tal cual ellos lo hicieron con David. Ese es el juego perverso detrás de la urgencia del “gobernador” por relanzar una segunda etapa de la agenda de “pacificación”, aferrado a imponer una percepción irreal de lo que se vive en el estado.

Hasta el momento Saúl no se ha pronunciado sobre los hechos ocurridos en el municipio de Tabasco hace una semana, que tuvieron como resultado la amenaza a la colega periodista Norma Galarza Flores (a la que dice “respetar”). Algunos elementos indican que los mensajes de intimidación provienen desde las mismas corporaciones de seguridad.

Es más que evidente que el “Cachorro” no se va a salir del guión de la nueva gobernanza porque no quiere conflictos con David, aunque en privado finja criticar las decisiones que se toman en el “gobierno” de su hermano. A tal nivel que, por ejemplo, recientemente insinuó desaparecer los poderes en el municipio de Apuclo. A ese Saúl lo conocemos desde hace tiempo y por supuesto que cada vez convence menos.


#Casualidades: Tal vez no lo entendieron así, pero el simple hecho de que reaparezcan en Fresnillo para ofrecer una conferencia de prensa Saúl Monreal y Rita Quiñones de Luna es una burla para el “gobierno” y el gabinete de Javier Torres Rodríguez.

El “Cachorro” incluso lo acusó de “populista” por aquello de que el nuevo alcalde quiso poner de su bolsillo para comprar neumáticos a los automovilistas fresnillenses afectados por los “ponchallantas” que cotidianamente inundan las vialidades, como sucedió otra vez la noche de este lunes.

Porque claro, Fresnillo pasó de un populismo monrealista a un populismo “opositor”. Uno que pavimentaba calles cada semana para enriquecer a una concretera ligada al exalcalde, a otro que le falta poco para abrir una mega vulcanizadora, al paso que vamos.

De ambos se burló la delincuencia organizada una y otra vez. A tal grado que a Saúl aún le sangra la herida por la percepción que mantiene la gente que gobernó, y que lo sacó de Fresnillo a punta de 15 mil 500 sufragios en urnas.

Sin embargo, ninguno de ellos supo colocar distancia institucional de las Mesas de Construcción de Paz, que son la médula espinal de la estrategia de seguridad en cuanto a la contención y disuasión del crimen organizado (y su capacidad de fuego).

Quienes tendrían que rendir cuentas no lo hacen. David dejó de ofrecer honores a la bandera en Fresnillo en cuanto perdió el municipio, por ejemplo. Pero, sin ser su obligación, ambos alcaldes pusieron el pecho para recibir las balas de percepción que van dirigidas a las corporaciones de seguridad estatales y federales.

A contrasentido de lo que debería de hacer, “Javo” Torres más bien permanece obediente a David Monreal: no ha nombrado un director de seguridad propio, a cambio de que la Policía Estatal comisionara a Isaías Hernández Landeros (exdirector de la corporación en tiempos de Alejandro Tello Cristerna) como escolta y chofer personal. En efecto, parece que sí hubo acuerdo en Puebla del Palmar.

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