Ha resultado tan atípica la elección de jueces y magistrados en Zacatecas, que todavía este lunes los servidores de la nación repartían el dinero en efectivo con el que “operaron” la votación junto con los “acordeones del Bienestar. Inauguraron, con ello, una nueva forma de comprar voluntades en los gobiernos guindas.

Ahora los beneficiarios de programas sociales pueden asistir a las mesas de casilla con acordeón en mano a llenar boletas electorales, como un mero incentivo para recibir un pago a cambio de una fotografía en WhatsApp. No importa que la imagen sea ambigua o no, las transacciones se dan por hecho al estar en los padrones de Morena.

Es curioso que, a diferencia de otros procesos electorales, en este se insistió en realizar los pagos a los votantes, aún y cuando el dinero se distribuyera hasta después de la elección. Probablemente porque una parte de esos recursos provenía de particulares y de alguna manera había que comprobar la “operación” en campo.

Una segunda instrucción también recibieron los siervos de Verónica del Carmen Díaz Robles posterior a que las mesas de casilla cerraron: retirar todas las sábanas de cómputos que aún estuvieran colocadas en los centros de votación, para que no quedara evidencia alguna de cualquier alteración en las urnas.

Si los “acordones del Bienestar ya habían inundado las redes sociales, se debía buscar la manera de contrarrestar aquellos votos en contra de las y los candidatos palomeados desde la nueva gobernanza. De tal forma que hoy no sabemos con qué acordeón voto David Monreal Ávila el pasado domingo, por ejemplo.

Sin embargo, lo que vimos en los últimos días es una forma vulgar de utilizar las instituciones para imponer candidatos. Así fue en el caso de Rocío Moreno Sánchez, que movilizó la matrícula de alumnos de la Universidad Politécnica del Sur de Zacatecas para ayudar en su aspiración a Francisco Pérez Compeán.

Algo por demás llamativo, pues Maribel Villalpando Haro viene de ejercer tres años como secretaria de Educación, y en los últimos meses se ha desempeñado como diputada local. No olvidemos que ella también fue subdelegada de programas sociales en los municipios del sur de Zacatecas, desde el 2019.

Villalpando Haro lleva seis años inserta en la maquinaria guinda de los padrones de programas sociales, y todavía como secretaria de Educación tuvieron que medirla en encuestas según su posibilidad de triunfo en los distritos que menos negativos acumulaba, y donde los chalecos guindas tuvieran mayor penetración.

Maribel y Francisco hoy son el vivo ejemplo de que el voto duro de Morena no registra nombres ni lealtades o afinidades. Esa estructura se mueve por indicaciones momentáneas, y su uso ha llegado a tal nivel que ahora se renta para los casos de aspirantes “sin partido político” (como los que se eligieron este fin de semana).

En efecto, la elección de este domingo nos deja datos indispensables a la hora de pensar en el cambio de gubernatura en 2027. El primero de ellos, y el primordial, es que David Monreal no tiene ningún problema en justificar las decisiones que se toman en la delegación de Bienestar, así sean contradictorias a otros intereses.

Eso sucede así porque en esa dependencia es donde realiza campaña su verdadera delfín(a), la senadora Díaz Robles. Las candidaturas siempre las han elegido de último minuto en los registros de aspirantes, según la lista del Bienestar. Palabras más, palabras menos, diría David: “si no estás bien con Verónica, no vas a le elección”.

El de la nueva gobernanza podrá asegurarle a todo su gabinete que el sucesor será Rodrigo Reyes Mugüerza, y mandar indicaciones para apoyarlo entre funcionarios públicos y empresarios. No así en los hechos, en los que ningún “ricardista” lleva mano a la hora de pedir respaldo de las estructuras del Bienestar.

La lista de David hoy se reduce a un aspirante (hombre) que es Reyes Mugüerza, y tres mujeres: Susana Barragán Espinosa, Bennelly Hernández Ruedas y Verónica Díaz Robles. De estas tres, David y Verónica ya le apartan el municipio de Guadalupe a Susana, y a Bennelly el de Fresnillo (o algún distrito local).

Para la dupla David y Verónica no existe otra ruta a la sucesión. Una ruta en la que el gran obstáculo podría ser el mismo voto duro de Morena si se reorganiza en pequeños cotos de poder en todo el estado, pues el apellido Monreal no va a cohesionar ningún acuerdo político de gran calado (como un cambio de gobierno) y serán pocos los que “estarán bien con Verónica. Tal cual lo pudo corroborar Maribel Villalpando este fin de semana.


#Casualidades: Aunque José Saldivar Alcalde prometió una revisión integral de la concesión del servicio de recolección de basura en Guadalupe, las cosas permanecerán como han permanecido desde que lo inició su antecesor.

La empresa TRASH recibe ministraciones mensuales por el orden de los 6 millones 250 mil pesos para realizar las tareas que le fueron encomendadas por Julio César Chávez Padilla, en aquellos años en que no era un prófugo de la justicia.

El servicio nunca mejoró y, por el contrario, en algunas zonas del municipio de Guadalupe eran raras las ocasiones en que se garantizaba una vez por semana el servicio de la empresa asentada en Durango.

El día de ayer, como ya es una tradición, los trabajadores de la empresa de nueva cuenta tomaron las instalaciones de la bodega donde realizan tareas de separación de residuos sólidos, en medio de condiciones insalubres.

Por segunda ocasión en lo que va de este 2025 los trabajadores se encuentran sin pagos de salarios ni de prestaciones. Lo mismo sucedía con sus aguinaldos en diciembre del 2024. Los derechos laborales ahí son un mal chiste.

Pese a que TRASH fue una de las fuentes de ingresos más importantes para Chávez Padilla (y aún lo es), al presunto homicida nunca le interesó en realidad que la empresa funcionara en los márgenes mínimos de legalidad y eficiencia. Una “herencia maldita” que Saldívar cargará hasta el final de su administración.

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