Poco a poco, la realidad va desarticulando el discurso que adorna la supuesta candidatura a gobernador de David Monreal Ávila, por tercera ocasión. Los hechos no reflejan el poder que teóricamente proviene de su ascenso en la administración pública federal. Por el contrario, el holograma muestra intermitencias que hacen dudar de su futuro.
El último golpe fue asestado desde la Comisión de Ganadería de la Cámara de Diputados, donde el pasado miércoles se consensó el recorte presupuestal en 75% de lo destinado para el ejercicio fiscal 2019, en los recursos del programa prioritario Crédito Ganadero a la Palabra. La pretendida “gestión” nunca llegó, ni para defender su plataforma política.
En evidencia quedó la nula capacidad de David Monreal para tocar puertas en San Lázaro, ya no se diga en Palacio Nacional. Aquella anécdota del mes de mayo en la que fingidamente el Coordinador Nacional de Ganadería habría arreglado en la SEP el traslado de la nómina magisterial local a la federación, cayó hace unos días por su propio peso.
Si David no puede resguardar siquiera el presupuesto del Crédito Ganadero, es claro que se encontraba remotamente lejos de intervenir por Zacatecas en cualquier asunto que tuviera que ver con recursos. Y aquella reunión que sostuvo con legisladores federales en oficinas de SADER, en el mes de septiembre, no pasó más allá de una simple fotografía.
La opinión técnica de la Comisión de Ganadería respecto al Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2020, que presentaron sus integrantes hace unos días a la Junta de Coordinación Política y coordinadores de bancadas en la Cámara Baja, sepultó cualquier posibilidad de conseguir un centavo más para el fresnillense.
En las consideraciones del documento formulado el pasado 30 de octubre, la sentencia es firme y definitiva: “Toda vez que se propone una reducción considerable en el PPEF 2020 del Programa Crédito Ganadero a la Palabra, se propone mantenerlo con la propuesta original del Ejecutivo”, o sea, 3 mil millones de pesos menos de los 4 mil que tuvieron subejercicios este año.
El pasado 7 de noviembre, Andrés Manuel López Obrador se reunió con los diputados de las bancadas de Morena, PT y PES. En un ambiente tenso, la prédica volvió a concentrarse en recordarles que al presupuesto “no se le mueve ni una coma”. Efectivamente, el diseño del Paquete Económico corrió de parte de Arturo Herrera Gutiérrez, sin embargo, la autoría intelectual pertenece al presidente.
De ello tampoco le queda ni una duda a los presidentes municipales del país que han tenido que abrir un cerco en San Lázaro para tratar de obtener recursos extraordinarios. De nueva cuenta tocará al zacatecano Alfonso Ramírez Cuellar la defensa irrestricta de la propuesta de López Obrador, sin que, claro, al documento se le logre cambiar una sola coma.
El diagnóstico a la baja de los recursos para el Crédito Ganadero a la Palabra, provino desde las oficinas de Palacio Nacional, según comenta el diputado federal José Ricardo Del Sol Estrada, en conversación telefónica con Caballo de Troya. El cúmulo de irregularidades que salieron a la luz en el reparto de ganado fueron determinantes para el presidente, según el legislador.
De acuerdo con el diputado, la señal más clara que pudo dar López Obrador con respecto al futuro de David Monreal está en el presupuesto por aprobarse. Ello ayudó a que la inconformidad creciente entre los integrantes de la Comisión de Ganadería, de todas las bancadas (que por fin pudieron ponerse de acuerdo en un tema, me dice) se convirtiera en una postura firme para mantener la propuesta de recorte que provino del ejecutivo.
Mereció una mención especial el descuido con el que el funcionario federal se dirigió hacia los diputados, al negarse insistentemente a comparecer ante la Comisión de Ganadería para explicar las inconsistencias en que incurría el Crédito Ganadero. En cambio, envió a su secretario particular que, de los nervios -narra Del Sol Estrada– tuvo a bien caerse de su asiento en plena junta.
Aquello no solo fue una falta de respeto para la Comisión legislativa, dijo, sino una muestra más de la incompetencia y la negligencia con que el Coordinador Nacional de Ganadería intentó defender un programa que debió diseñarse para estados del sur de la república. Contrario a esta encomienda presidencial, y por ambición política, David Monreal incluyó a Zacatecas en el reparto de animales, cayendo en conflicto de interés.
De ahí el llamado sólido del diputado de Morena, que en la reunión del pasado miércoles solicitó se valore la posibilidad de remover al funcionario en cuestión, pues ha llevado a uno de los programas prioritarios que debían de impactar positivamente entre el sector ganadero pequeño y mediano, a un fracaso rotundo convertido también en campaña política adelantada.
Otro de los temas que no hay que perder de vista es el contrabando de animales desde Centroamérica, que ya cobró la vida del diputado veracruzano Juan Carlos Molina Palacios. En su intento por denunciar el creciente robo de ganado, hace unos días fue acribillado en uno de sus ranchos. José Ricardo Del Sol explicó que a la fecha el Coordinador Nacional no ha dado la cara, mucho menos presentado una estrategia de protección del ganado mexicano.
Las aspiraciones de David están en juego, y comenzará el 2020 perdiendo. El turismo político que emprende en Zacatecas no es más que un distractor.
#Coincidencias: Al norte de la avenida Insurgentes, en la Ciudad de México, dos zacatecanos hicieron presencia dentro del edificio con el número 59. El primero de ellos, el 29 de octubre, en una charla de “trabajo” que atestiguó la insigne fotografía de Luis Donaldo Colosio Murrieta.
A la oficina de Alejandro Moreno Cárdenas, presidente del partido en desastre durante 2018, llegó el gobernador de Zacatecas, Alejandro Tello Cristerna. La platica trascendió en redes sociales por un tuit que colocó “Alito” en su cuenta institucional.
“Alito” debe un conteo de votos que sobrepasó las expectativas de los locales, con los que se coló a la dirigencia nacional. Como consecuencia, el trato preferencial a quienes construyeron su mandato. Su presencia en el tercer informe de Tello Cristerna refrenda la premisa.
Apenas dos semanas después de aquella reunión, en el mismo lugar, el polémico y controvertido Miguel Alejandro Alonso Reyes retomó su vida partidista, ahora como secretario adjunto del Comité Ejecutivo Nacional, un puesto que no incomoda en lo local, sin dejar de estar presente.
Hoy, solo uno es el primer priísta, aunque se deba al otro. El segundo, por su proyecto político, podría convertirse en estratega y mariscal de campo electoral. Las jerarquías se respetan, y si la unidad prevalece, la señal del pasado miércoles animaría a la militancia abandonada.
Pero si los intereses personales prevalecen (como lo fueron al final del sexenio de Miguel) entonces vendrá la división interna, y con ella la derrota inminente en 2021. El PRI tiene un margen mínimo de errores. Pueden mirar al espejo de la senadora Claudia Edith Anaya Mota que, cuando conviene, se enorgullece de ser opositora, y cuando la crítica abunda guarda su publicidad para después.
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