En dos ocasiones la presidencia de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República recibió la solicitud del alcalde José Humberto Salazar Contreras para entrevistarse con Ricardo Monreal Ávila. Sólo hasta el segundo intento, el equipo en la JUCOPO respondió de forma afirmativa para realizar dicha reunión el pasado jueves 16 de marzo.

De aquel encuentro que terminó por formalizar el deslinde entre el senador y su “compadre”, sólo quedó una fotografía con el rostro tenso del galeno, tratando de sostener una sonrisa fingida. No era para menos. Lo que ahí escuchó de ninguna manera se parecía a lo que el jerezano esperaba recibir de respaldo en los pasillos de la Cámara Alta.

El diálogo llevó poco a poco hacia un ultimátum: la administración del “Dr. Salazar” tiene hasta septiembre para mostrar resultados, se dijo de forma fingida. No sin antes advertir la ingenuidad de quien piensa haber ganado el ayuntamiento del pueblo mágico por sus propios méritos en el consultorio médico, donde presumió otra intervención quirúrgica en su “día de descanso”, este lunes.

Ni un atisbo de reconciliación, ninguna buena noticia, sólo la advertencia de un rompimiento, comenzando porque la comitiva que acompañaba a Salazar no fue recibida por el coordinador de senadores de Morena. Esa nueva brigada que ahora componen el diputado federal Miguel Ángel Varela Pinedo, la exdiputada Jacquelina Martínez Juárez, y el expresidente municipal José Manuel Viramontes Rodarte.

Mismos que tuvieron que esperar en la sala de recepciones de la JUCOPO, pues se les negó el acceso al salón de la presidencia, en donde Humberto Salazar escucharía finalmente su distanciamiento absoluto del monrealismo “ricardista”. Suponen allá que a “Pepe Pasteles” ya se le olvidó su definición electoral en 2016 por Alejandro Tello Cristerna, cosa que el apellido fresnillense guardó en su memoria de cuentas por cobrar.

El exedil pretendía utilizar (otra vez) a Salazar como su ruta de reconciliación con el fresnillense en el Senado, idea que terminó por descartar hace algunos días cuando de Ricardo no tuvo ni el saludo. Además, con la tesorería municipal en manos de Elsa Martínez Duarte, con la aprobación de Salazar, Pasteles creía sentarse a la mesa del senador a “negociar” un nuevo gobierno en Jerez.

Para su suerte, el esquema de cómo ese grupo de panistas han absorbido el ayuntamiento hasta convertirlo en un bastión azul sin pasar por las urnas, era un diagnóstico que tenía en sus manos el de la JUCOPO desde hace meses cuando el asesor Ricardo Heredia Duarte dejó de obedecer las instrucciones provenientes de la Ciudad de México para acondicionarse al estilo de Salazar.

Un “estilo peculiar” que, en primer lugar, pasa por dejar en manos de Alfredo Marín Luna la administración, y luego en los filtros de Marco Antonio Valenzuela Vargas, sobrino de Marco Vargas Duarte. De tal manera que Salazar tenga tiempo para despachar su consultorio por las tardes, mientras aquellos dos, junto con José Alonso “El Bolillo” Sánchez Bonilla, “gobiernan” el municipio.

La intención de “El Bolillo” al concentrar algunas funciones que le encomienda Salazar, es candidatear a Marco Valenzuela Vargas como sucesor a través del PRI de Carlos Aurelio Peña Badillo, a quien le había ofrecido internarse poco a poco en el ayuntamiento, escenario que más bien aprovecharon con apogeo Pepe “Pasteles”, Jackie Martínez y Miguel Varela.

Recordemos que en la elección del 2021 fue el mismo Pasteles quien reventó la coalición Va Por México, con la falsa promesa de que él se encargaría de sacar la elección del municipio y los votos que requería Claudia Edith Anaya Mota al gobierno estatal. Desde entonces “operaba” (no en el nosocomio) junto con Salazar, de quien ahora obtiene dividendos políticos.

Empero, el de mayor importancia fue el ofrecimiento de “ordenarle la casa”, sin que Pepe o Jackie asumieran responsabilidad alguna de lo que viene para el galeno, comenzando por un bonche de denuncias por malos manejos internos que ya han sido reportadas en la Auditoría Superior del Estado, y pretenden llevarse hasta la órganos federales cuando los recursos provengan de aquel gobierno.

De aquello tampoco lo va a salvar Santiago Creel Miranda, con quien se entrevistó horas más tarde en San Lázaro; cita que le ayudaron a agendar sus nuevos colegas panistas. El también coordinador de los diputados federales albiazules, con la debida precaución e información obtenida previamente, escuchó con atención sin comprometerse de ninguna manera en esta curiosa aventura.

De lo que sí obtendrán parte de responsabilidad política los azules, a partir del 30 de marzo que se vence el contrato del actual secretario de Gobierno en el ayuntamiento, es de tomar las riendas del gabinete. En el lugar de Héctor Hugo Ramírez Escobedo se espera arribe un perfil descendido del barco albiazul que navega sin éxito en sus afanes por el Congreso de la Unión.

Como primera tarea tendrá obligación de darle seguimiento a las “acciones” de seguridad pública, como el deslinde por el “cobro de piso” en el municipio que presentaron este lunes ante distintos comerciantes jerezanos. Es tal la (in)certidumbre de que ellos no tienen nada que ver con esos “cobros” que en poco tiempo presentarán su programa “sorpresa” de la Feria de Primavera que encabezan Pancho Barraza y Chuy Lizárraga. Y así, lo que ofrecen es “PAN y circo” en el Jerez de Salazar.


#Casualidades: Más tardaron en presentar su campaña “Todos Somos Zacatecas” que la nueva gobernanza en deslindarse del círculo de empresarios que se entrevistaron este lunes, en el Edificio A de Ciudad Administrativa, con David Monreal Ávila.

Quienes conocieron de la reunión escucharon el agradecimiento por realizar la tarea de difusión en redes sociales a una campaña que se dedica a promover el problema de inseguridad como uno de “percepción” en que los medios y las redes sociales son los dos grandes culpables.

En efecto, no politizaron el tema. No señalaron al gobierno como único responsable del monopolio efectivo de la fuerza pública, y todo un extenso marco legal para aplicarla en medio de una guerra que ha militarizado al país con la normalidad que antes criticaba la izquierda.

Cumplieron con lo que la nueva gobernanza esperaba de esos empresarios: que les ayudaran a hacer las veces de megáfono de sus ideas. Así lograron que los comerciantes voltearan a los medios de difusión a ver “lo mal que retratan a Zacatecas”.  

Prometieron una campaña de unidad, y lograron dividir a la opinión pública en aquellos que “no quieren a su estado” y la gran mayoría que no se sentía identificada con el estilo de vida de Rebecca de Alba, ni con una campaña que hablaba de la entidad desde unos cuantos privilegiados.

Así utilizaron a su equipo para responder a los reclamos en redes (también satanizadas), a que cualquier queja al que se dice “gobernador” también se difundiera con videos (relativamente) bien producidos, en vez de burlarse de unos cuantos bien intencionados amigos del poder, de toda la vida.

Lo más curioso fue ver a un empresario “huachicolero” como Eduardo López Muñoz que hasta ayer buscó moverse en las sombras para que no lo relacionaran con ese “esfuerzo”. Aun cuando la nueva gobernanza le cerró las puertas del recurso para sus proyectos personales. Pues bien, ahí tienen la realidad de su “empeño” y quienes mueven sus hilos.

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