La votación de procedencia para el juicio político contra Maribel Villalpando Haro, por sí misma, es un experimento de lo que le espera a Zacatecas en la elección del 2024. Marca una disección pulcra de las divisiones al interior del gabinete de la nueva gobernanza, así como en las bancadas que componen el bloque oficial de la LXIV Legislatura, y anticipa el uso del “poder del estado” para eliminar enemigos electorales.
Se encontraron hallazgos precisos de cómo el grupo del Bienestar se muestra reducido a su mínima expresión en las secretarias de Desarrollo Social y General de Gobierno, junto con la de Educación en pleno naufragio. Y, como se dijo en este espacio el pasado martes, no tienen otra cosa que ofrecer que apoyos sociales y futuros electorales.
Más allá de que el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Zacatecas, Arturo Nahle García, entre en controversia con las y los promotores del juicio político, el resultado queda a la vista, y aquella discusión no distrae del rumbo que tomen 16 votos por la afirmativa de seguir el procedimiento político administrativo.
Lo que hoy le cuesta a “la secta” la simple ausencia de Maribel Villalpando en la glosa del primer informe de desgobierno (única funcionaria de todo el gabinete que no compareció), es demostrar su muy reducido abanico de opciones y alcances en eso que se empeñan en nombrar “la nueva (y nula) gobernanza”. Y tal se dijo aquí, tal sucedió: Analí Infante Morales no fue una operadora disuasiva para contrarrestar la votación.
En su relevo entraron Carlos Alberto Zúñiga Rivera y Gabriela Evangelina Pinedo Morales, en un intento inédito del titular de SEDESOL por abandonar sus funciones de celoso coordinador de agenda personal de David Monreal Ávila, y utilizar su secretaría como moneda de cambio para modificar, una hora antes, el sentido de una votación que estaba más que definida.
Mejor suerte tuvo la secretaria de Gobierno que estuvo a punto de convencer a la bancada del PAN de, ahora sí, encontrar la manera de ser recíproca en algunas solicitudes que José Guadalupe Correa Valdez y Karla Deyanira Valdez Espinoza tienen pendientes en los escritorios del “gobierno” estatal. Sin embargo, esa labor de convencimiento concluyó sin éxito.
Fuera de estos dos perfiles, nadie más en el gabinete envió un solo mensaje ni realizó una sola llamada a las y los promotores del juicio político. Se dijo aquí en una entrega anterior que, para distintos diputados, ya parecía sospechoso que únicamente Analí Infante sirviera de canal de comunicación, sin que cualquier representante del “gobierno” mostrara interés.
Y así sucedió hasta el mediodía de este martes, después de meses de oportunidades para detener el tema. Todo comenzó con el video que dejó correr Gerardo Flores López en el que se deja ver a Maribel Villalpando en pleno apapacho por la delegada Verónica del Carmen Díaz Robles (por cierto, ausente en la fiesta de Camila), mientras David defendía su postura, no la de su secretaria.
Una postura que era únicamente de palabra, no de instrucción en su “gobierno”, hasta ese momento, cuando los titulares de SEDESOL y la General de Gobierno cruzaban llamadas, de manera simultánea con las y los legisladores, señal de que ni siquiera entre ellos hubo coordinación alguna. Para colmo, los telefonazos de la de Educación también timbraron entre esas líneas ocupadas.
Ni Obras Públicas, ni Finanzas, ni Servicios de Salud, ni SEDUVOT o cualquier otra dependencia con recursos y programas de infraestructura se acercaron mínimamente a lo que ocurría en el Pleno Legislativo. Por la simple razón de que nadie les había allegado órdenes de respaldar, con incentivos estatales, el lugar de Maribel al que ella misma ha renunciado tres veces.
Lo que llevó a varios legisladores a pensar que las palabras de aliento que dedicaba David a Maribel más bien se recibían como un mensaje de provocación (y un balde de agua fría en su gabinete), pues hasta el momento los ofrecimientos de Analí Infante sonaban a todo menos a un interés genuino del “gobierno” estatal por mantener a su muy desmejorada secretaria de Educación.
Su situación de salud tampoco es una especulación, ella misma la confirmó en una de las respuestas que dio a la comisión que otorgó dos oportunidades de comparecer para explicar el por qué de la ausencia que ella misma aceptó, de puño y letra, en el dictamen que se votó el martes. Con ello se caían las falsedades que leía con nerviosismo Violeta Cerrillo Ortiz durante su participación.
Y lo que en octubre del 2022 pasó como un intento de “extorsión legislativa”, con cartulinas que mostraban las conversaciones privadas entre diputados, la bancada del Bienestar ahora lo convirtió en un discurso más de presunta violencia política de género para salir del paso de un problema real: en esta coyuntura “la secta” ha mentido, una y otra vez, desde el día uno.
Lo demás lo arreglarán en el TRIJEZ “con todo el poder del estado”, como ya vaticinó Cerrillo Ortiz, y como bien conoció Saúl Monreal Ávila en su desencuentro con Susana Rodríguez Márquez hace algunas semanas. Amenazas, amenazas y más amenazas de denuncias por violencia política, así como medidas cautelares a granel, en temporada de rebajas por liquidación.
Empero, qué otra violencia política más normalizada por el Bienestar que la de su desconfianza porque Maribel diera la cara ante el pleno de la LXIV Legislatura. Qué otro retrato de la “mente retorcida de quienes se sienten poseedores de un ‘poder’ que en vez” de empoderar a una secretaria, tienen que mentir por el bien de sus “mezquinos” intereses electorales.
#Casualidades: Que alguien le avise al Comisionado Local de Búsqueda de Personas, Everardo Ramírez Aguayo, que los familiares de 14 personas desaparecidas en Fresnillo hoy ni siquiera cuentan con una ficha de búsqueda reconocida por autoridades nacionales.
No fue sino hasta que se entrevistaron con el personal de la Comisión Nacional de Búsqueda que conocieron que existe un Sistema Nacional de Búsqueda de la Secretaría de Gobernación, en el que sus familiares también se encuentran desaparecidos, plenamente por omisión.
Con tales noticias fueron recibidos en la Ciudad de México, en donde esperaban acompañamiento de la bancada de Morena, sin que sus peticiones fueran pluralizadas en la fracción parlamentaria, por lo que se vieron obligados a buscar apoyo con los grupos parlamentarios opositores.
En conferencia de prensa dentro del Palacio Legislativo de “San Lázaro”, los familiares de esas 14 personas desaparecidas explicaron que no existe estrategia articulada entre la oficina de Gabriela Evangelina Pinedo, y el Sistema Nacional de Búsqueda del que recién escucharon.
Por más “conferencias por la transformación” que presumieron en la General de Gobierno acerca de la “estrategia de prevención”, su dependencia se ha dedicado a invisibilizar a las familias damnificadas por la violencia y el desplazamiento.
Son esas mismas familias las que buscan soporte y apoyo en otros nichos políticos, en donde encontraron oportunidad para que los medios de comunicación nacionales escucharan la travesía que es buscar a sus desaparecidos en zonas donde incluso priva el crimen organizado.
Y a diferencia del diputado Miguel Torres Rosales que gestionó ese espacio para las y los fresnillenses y les orientó al respecto de los 200 millones de pesos aprobados para el Laboratorio de Identificación Humana que ya está en funciones para esos fines, la pestista Magdalena Núñez Monreal, con indolencia de sobra, prefirió contactarlos con otras familias de búsqueda de Tamaulipas para ver en qué podían “ayudarles”.
Nota: este espacio retomará su publicación habitual después del periodo de asueto.