La reforma política propuesta por Morena en la Cámara de Diputados invisibiliza un problema real y cotidiano en la vida de las autoridades electorales. Paulatinamente, los órganos garantes han deformado en cotos de poder donde los excesos son tolerados y auspiciados por una “autonomía” mal entendida.
Más allá de la retórica de Lorenzo Córdova Vianello en contra de un golpe “político” a la independencia del órgano garante del voto, se encuentra todavía un viejo pendiente: la partidización de los organismos electorales. Un problema al que ninguna modificación constitucional ha entrado de lleno.
En su gira por varios institutos electorales y juntas locales del Instituto Nacional Electoral en las últimas semanas, el consejero presidente lleva un mensaje de “defensa” del órgano garante. No es el mismo mensaje que también asestó un golpe político al extinto Instituto Federal Electoral en 2014, momento en que Lorenzo se hizo de la presidencia del nuevo INE.
En la conferencia magistral ofrecida por el funcionario electoral, el pasado miércoles en el auditorio del Teatro Calderón, no encontramos nuevas premisas o paradigmas. Tampoco una autocrítica al vaivén de la parcialidad con la que se toman criterios en las autoridades electorales.
La vieja retórica de la “autonomía” que a veces es firme y, otras tantas, algo matizada. Ejemplos de estos abusos de poder dentro de los márgenes de la “independencia” abundan, y en este espacio hemos dado seguimiento a algunos de ellos.
Retomo en esta ocasión la queja por acoso laboral que el pasado 10 de julio de 2018, Rocío García García, ex funcionaria del Instituto Electoral del Estado de Zacatecas presentó ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas, en contra de la Directora Ejecutiva de Organización Electoral y Partidos Políticos del IEEZ, Yazmín Reveles Pasillas.
El tema retrata muy bien el cúmulo de negligencias que se siguen bajo el manto protector de los “organismos autónomos”. Fue notoria la dilación de la CDHEZ que por encima de lo establecido por el artículo 29 de la Ley de Derechos Humanos del Estado de Zacatecas, llevó sus pesquisas a rebasar el término legal en que debían concluir.
Pasaron nueve meses posteriores a los cuatro otorgados en la norma, para que la Comisión pudiera emitir una opinión al respecto. Y lo hizo en pleno conflicto de interés, ya que, a la Sexta Visitadora General, Nancy Ludivina Trejo Muñóz le prexiste una relación de concubinato con uno de los funcionarios del Instituto Electoral.
La visitadora no tuvo a bien separarse de la investigación para salvar cualquier duda en el desempeño de sus funciones, tampoco la CDHEZ o el IEEZ vieron como preocupante esta incidencia. Así se siguió el periodo para desahogar las audiencias, las pruebas y el dictamen resolutivo.
En el inter, la Ludivina Trejo adelantó a la quejosa la posibilidad de acreditar las denuncias si se acumulaban otras dos querellas del personal que había sufrido acoso laboral, de las que también se tuvo conocimiento. La visitadora veía en la denuncia de Rocío García elementos de acoso laboral, pero -dijo- no sabía cómo reparar el daño de la denunciante, pues ya no laboraba en el Instituto a raíz del acoso sufrido. Un criterio que, inexplicablemente, luego cambió.
Para la Comisión de Derechos Humanos tampoco resultó un elemento trascendente el acuerdo ACG-IEEZ-078/VI/2015, donde los consejeros encabezados por el presidente José Virgilio Rivera Delgadillo, advirtieron que para la designación de Yazmín Reveles en la Dirección de Organización “no existió consenso inicial”.
Y no lo hubo porque, dijeron, existían “antecedentes de trato inapropiado” de parte de la funcionaria hacia el personal del Instituto. Por ello resolvieron que “el acuerdo respecto de su continuidad [al frente de la dirección] se revalorará al término del proceso electoral” 2015-2016.
Transcurrieron casi cuatro años desde la designación condicionada de Yazmín Reveles y, de acuerdo con el Secretario Ejecutivo del Instituto, Juan Osiris Santoyo de la Rosa, el 7 de septiembre del 2016 el INE emitió nuevos lineamientos para la designación de titulares de las áreas ejecutivas de dirección.
No obstante que concluyeron dos procesos electorales y que mediaban nuevas normas para la designación de directores de área, Osiris Santoyo intentó excusar al Consejo General aludiendo que el IEEZ “ha estado inmerso” en esas dos elecciones (2015-2016 y 2017-2018) lo que, al día de hoy, “impide” que el Consejo General cumpla con su propio acuerdo.
Probablemente pesó en la conciencia de los consejeros el hecho de que Yazmín tenga parentesco en tercer grado con el exdiputado Samuel Reveles Carillo, quien desempeñaba su cargo público mientras la Comisión iniciaba las pesquisas contra la directora. ¿Independencia? ¿Autonomía?
A la fecha el Consejo General se encuentra en omisión, pues no atina a evaluar -como se obligó en 2015- a una funcionaria que ni siquiera generaba consensos para asumir la titularidad de un área de dirección, debido a los antecedentes de trato inapropiado a sus compañeros. Otras quejas por violación a derechos humanos fueron surgiendo, pero los consejeros callaron en complicidad.
Terminadas las inconsistencias, la relación entre José Virgilio Rivera Delgadillo y Ma. de la Luz Domínguez Campos permaneció inalterable y procurada. No llegaron las recomendaciones por acoso laboral esperadas por la persona que sufrió violencia en el espacio laboral, pero continuará en su cadena de litigios en contra del Instituto Electoral.
Es en estos episodios donde las “autonomías” deben de sopesarse en su justa dimensión, sin embargo, la autoridad electoral únicamente hace uso de su voz cuando resiente las tentativas en contra de su presupuesto. Los cotos de poder benefician únicamente a los consejeros, que incluso en horario laboral se les ve en tareas ajenas a la encomienda pública, lo mismo que al secretario ejecutivo.
La reforma propuesta por Morena no resuelve los abusos de poder al amparo de la “autonomía”, pero los organismos “autónomos” abrieron camino a las “tentativas políticas” en su contra cuando optaron por traducir la independencia en una serie de reprochables excesos.
#Coincidencias: El diputado Héctor Adrián Menchaca Medrano inaugura su Primer Informe de Actividades Legislativas con carácter de “itinerante”. El próximo sábado 30 de noviembre inicia el recorrido por la zona urbana de Fresnillo, en al menos una veintena de eventos.
A la estrategia de recorrido en colonias y comunidades del Distrito V, se suma la entrega de 15 mil ejemplares impresos donde el legislador resume 21 iniciativas de ley y 18 puntos de acuerdo propuestos como evidencias de su productividad legislativa.
En el conjunto de proyectos de decreto el frensillense aborda múltiples temas: austeridad, anticorrupción, derechos humanos, normativa electoral, la Ley Estatal de Remuneraciones de los Servidores Públicos de la Entidad, prevención y atención de la violencia, entre otras.
Será oportunidad para que Menchaca Medrano conozca el terreno que enfrentará en la elección 2021, si decide lanzarse por la reelección o ayudar a su jefe político David Monreal Ávila en sus aspiraciones, en caso hipotético de alcanzar la candidatura a gobernador.
Un elemento deberá de sopesar en su regreso a Fresnillo para rendir cuentas: hasta dónde el fenómeno “López Obrador” catapultó su triunfo como diputado local, y de qué manera su partido tendrá que hacer campaña en un par de años, sin la presencia del tabasqueño en la boleta.
En próximos días también buscará la oportunidad para enviar un mensaje en conjunto con el presidente municipal Saúl Monreal Ávila, a quien incluiría en el calendario itinerante de su informe legislativo.
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