Un elemento que no deberían soslayar en un gran frente común de partidos contra la coalición Morena-PT, hacia la elección 2021 en Zacatecas, tiene que ver con la lectura de encuestas de aprobación presidencial. Al corte del primer año de gobierno de Andrés Manuel López Obrador hay datos clave que tendrían que incluir en su diseño de escenarios a futuro.
Es cierto que existe un margen variable entre sondeos presenciales (cara a cara), vía telefónica o por internet. De ahí los resultados aleatorios que ofrecen las casas encuestadoras conocidas -entre las que no se encuentra, por ejemplo, Massive Caller– que hablan de que, a noviembre del 2019, el presidente de Morena mantiene porcentajes de aprobación desde el 58% hasta el 75%.
El porcentaje más bajo lo registró el diario El Universal, seguido por un 59% de Consulta Mitofsky, un 63% de Varela y Asociados (telefónica), otro 67% de Buendía y Laredo, 68% de El Financiero (telefónica), igualmente 68% en Demotecnia (telefónica), y se incrementa finalmente con las encuestas cara a cara en hogar, donde Enkoll arroja un 72%, y Parametría y La Silla Rota 75%.
Sin embargo, la diferencia de rangos se entiende, según Francisco Abundis Luna, director de Parametría, por las metodologías de los sondeos. Las encuestas en hogar, cara a cara, a diferencia de las telefónicas y por internet, tienen la posibilidad de ir a campo y aplicar cuestionarios a los segmentos de población que no cuentan con una línea de teléfono ni acceso a la red virtual.
Por ende, el crecimiento entre las preferencias presidenciales es marcado porque toman en cuenta a su base social, la misma que se convirtió en su plataforma de campaña desde hace 12 años cuando inició un recorrido intenso por los 2,458 municipios del país. Podría decirse que hay un voto de confianza que López Obrador intentará sostener con el flujo de dinero a los programas sociales.
A partir de ahí, el porcentaje de aprobación presidencial, ligado al desempeño de sus funciones y no tanto a su popularidad, ha ido decreciendo en sectores donde hay acceso a servicios de comunicación, actividad económica de moderada a intensiva, en zonas urbanas donde se concentran los segmentos de población con niveles de educación media superior y superior.
Son esas casas encuestadoras que, en el caso de Consulta Mitofsky, en marzo de 2016 dio como posible candidato vencedor a Andrés Manuel. Por ello, es importante no descartar ninguno de los datos que arrojan las distintas metodologías, no porque expliquen de mejor o peor forma nuestras convicciones, sino porque cada una ofrece un panorama posible de comportamiento.
Así visto, la única estrategia que ha otorgado resultados palpables a nivel base social del presidente, es la que han desempeñado de forma consecutiva en el grupo de “Históricos” de Morena en Zacatecas. Si bien se encuentran lejos de manejar una estructura de voto como lo hace el frente monrealista, sí mantienen un aparato de vigilancia a nivel campo que ningún otro partido tiene.
Esto les ha servido para imponer una cantidad nutrida de demandas dentro de su propio partido, así como en la Secretaría de la Función Pública, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, y la Secretaría del Bienestar, en contra del uso electorero de los programas sociales federales en el estado. Así lo demostraron en este primer año de gobierno de Morena.
En el caso del probable frente de partidos PAN, PRI, PRD, y Movimiento Ciudadano, estos mantienen desactivadas sus estructuras de voto, sin incidencia real como supervisoras desde la oposición. Vale la pregunta: ¿coalición para qué?
Ese papel de auditor, sin duda, lo ha tomado -y de forma consistente- el grupo de los “Históricos”. A ellos deben, en buena medida, que López Obrador tome una actitud más dudosa hacia David Monreal Ávila.
Otra parte tiene que ver con las quejas de los productores ganaderos en Zacatecas, Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Yucatán, sobre la ineficiencia e inoperancia del Crédito Ganadero, de las que el Coordinador Nacional prefirió deslindarse, acusándolas de “politiquería”. Hoy paga el precio al recibir recursos marginales para el 2020, los cuales serán fiscalizados con mano dura.
Es importante observar uno de los datos que arrojó el tracking poll de Consulta Mitofksy, el cual posiciona a Zacatecas, junto con los estados del Bajío y del noreste, entre los que califican de buena a moderada la gestión presidencial. Para la entidad, las y los encuestados otorgaron un 55% de aprobación a la resolución de los problemas nacionales.
A diferencia del mes de octubre, en Zacatecas el presidente perdió 3.9 puntos de aprobación hacia noviembre. Resultado también de la incapacidad de la representante del ejecutivo en el estado, Verónica del Carmen Díaz Robles, de ofrecer un mensaje soporte al discurso presidencial y que permita aterrizar entre la clase política y su base social. La delegada no quiere asumir los costos de la responsabilidad otorgada.
#Coincidencias: Llamó la atención el silencio de las bancadas de Morena, PT y PES en la LXIII Legislatura, acerca de los indicadores macroeconómicos, los criterios generales de política económica y las estimaciones del Banco de México para el presupuesto 2020.
Con la fluidez que le caracteriza, Jorge Miranda Castro recetó a los legisladores el panorama negativo que ya había explicado a los medios de comunicación hace algunas semanas, donde resalta el estancamiento económico del país y el impacto consecuente a las participaciones federales.
Zacatecas, siendo un estado que depende en un 95% de la recaudación federa, verá su suerte en el Fondo General de Participaciones con la reducción de 341 millones de pesos. El dato curioso: los 29 mil millones de pesos que llegarían al estado fueron formulados en base al PIB 2018.
En términos llanos, la certidumbre del presupuesto del estado hacia el próximo año está construido sobre la base de la especulación de un supuesto crecimiento económico, que apunta más bien hacia la recesión. Cualquier incremento es una mera declaración de buena voluntad, y nada más.
Sin embargo, ninguno de los legisladores de oposición reparó en contradecir al Secretario de Finanzas, indicador que retrata bien el ánimo de escepticismo que en el grupo de Morena–PT mantienen sobre las expectativas financieras que le esperan a México en los siguientes meses.
El llamado solidario desde Finanzas para los trabajadores del Gobierno del Estado y sus dependencias también estuvo presente, pues según Miranda Castro, el incremento en uno por ciento del salario de los trabajadores representa a la administración de Alejandro Tello Cristerna alrededor de 50 millones de pesos adicionales, y que no tiene.
Otro de los mensajes sólidos fue que en 2020 el Gobierno del Estado no destinará un solo peso a la Feria Nacional de Zacatecas, la cual dependerá únicamente de los donativos y aportaciones de particulares. Una guiño político de Alejandro Tello a la sociedad zacatecana.
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