La creación del grupo de élite conocido como Fuerza de Reacción Inmediata Zacatecas (FRIZ) no se encontraba en la parte medular del Plan Zacatecas II, presentado en el Palacio de Convenciones el pasado 25 de noviembre del 2021, por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Se convirtió, sin embargo, en la columna vertebral de la “estrategia de pacificación”, de la que Rodrigo Reyes Mugüerza funge como el “rostro amable” de la política transversal de este “gobierno” (así le llaman). Así se parió el plan “2024, Zacatecas Año de la Paz”, con la mira puesta en un cambio en la hegemonía local de los cárteles del narcotráfico.
La Fuerza de Reacción Inmediata Zacatecas fue presentada el 13 de marzo del 2023, casi un año atrás. Habían transcurrido 41 días desde que Arturo Medina Mayoral rindiera protesta como tercer Secretario de Seguridad Pública de la nueva gobernanza, en sustitución de Adolfo Marín Marín.
Del general Marín se recuerdan los episodios más catastróficos vividos en Zacatecas como los constantes retenes en carreteras (de los que culpaba al Cártel de Sinaloa), caos en el Centro de Readaptación y Reinserción Social Cieneguillas, cientos de automóviles de pasajeros y de carga incendiados e incrustados de “poncha-llantas”, decenas de policías asesinados, masacres a plena luz del día y el recrudecimiento de la crisis de desplazados en Jerez.
El más llamativo de estos, sin lugar a dudas, fue el que vivió David Monreal Ávila la madrugada del 6 de enero del 2022, cuando las corporaciones de seguridad encontraron una camioneta que apilaba una decena de cuerpos y otras tantas cartulinas con amenazas del crimen organizado contra el “gobernador” y su familia.
Dicho mensaje del crimen organizado tuvo respuesta de David a través de una solicitud a la sociedad zacatecana para “encomendarse a dios”. Pasaron casi 12 horas para que modificara su tono de voz a uno más institucional, en otro de sus mensajes videograbados en redes sociales como canal de comunicación al inicio de su sexenio.
No obstante, el titular de la nueva gobernanza se sabía rebasado. La situación tuvo que ser atendida en una conferencia matutina del presidente López Obrador, en la que apuntó, sin medias tintas, al Cártel Jalisco Nueva Generación, justo como evitó hacer David ese día por las razones que haya tenido en ese entonces.
A más de dos años de aquel mensaje político puesto en Plaza de Armas por el “generador de violencia” que Andrés Manuel reconoció como “El Jardinero”, la nueva gobernanza ya tiene una línea clara de contención de la violencia… únicamente contra uno de los cuatro cárteles que operan en Zacatecas.
Al menos son los que han reconocido abiertamente Medina Mayoral y Arturo Nahle García, en distintas declaraciones a medios de comunicación a finales del 2022 y principios del 2023. Con la “ligera” diferencia de que Medina prefiere llamar “no identificables” a dos grupos a los que Nahle García sí les puso nombre.
Se tratan de las dos grandes corporaciones delictivas que encabezan Ismael “El Mayo” Zambada y los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Por políticas “institucionales” de la nueva gobernanza, Arturo Medina insiste que la lucha más bien se reduce a tres grupos: los de Jalisco, los del Pacífico (del “Mayo” Zambada), y los del Noreste.
Empero, desde la creación de la FRIZ (con más de cien elementos de élite de todos los estados), los esfuerzos del “gobierno” estatal se concentran y se comunican en un solo sentido: limitar cualquier operación del Cártel Jalisco Nueva Generación en el territorio zacatecano (como David no pudo o no quiso realizarlo hace dos años).
A eso se reduce la “agenda institucional de la paz”: constituir un acuerdo político para reducir la hegemonía de un grupo delictivo en particular, enmascarado de propaganda gubernamental para la “pacificación”. El “por qué” sólo ellos los saben, pero ni Rodrigo Reyes, ni Arturo Medina, ni David Monreal ahora se limitan en culpar a un solo cártel de toda la violencia.
El más reciente ejemplo fue la detención de 28 generadores de violencia, seguido de la desarticulación de sus operaciones al confiscar armas y dinero en efectivo, en distintos cateos dentro el complejo residencial de Bernárdez. Ello después de que “Fernando N”, presunto cabecilla de ese grupo, fuera aprehendido en diciembre, en la privada Tahona. A diez días de presentar la Fuerza Especial Rural.
Las reacciones, evidentemente, llegaron posterior a la inmovilización del “brazo derecho del Jardinero”. A tal grado que Medina Mayoral confesó que, en represalia, dicho cártel apunta en contra de su vida y en contra de los elementos de la FRIZ, incorporados a la Policía Estatal. Información que, a falta de tareas de inteligencia, vinieron a obtener de los detenidos.
Cuántos comunicados oficiales enviarán antes de que David Monreal declare un proceso de “pacificación” casi concluido en Zacatecas, dependerá del tiempo en que las FRIZ logren neutralizar las actividades del Cártel Jalisco Nueva Generación en el territorio. Y en eso, según su política oficial, consiste hoy el “2024, Año de la Paz”. ¿Qué consecuencias electorales vendrán con esta decisión administrativa? A saber.
#Casualidades: En la misma conferencia en la que Arturo Medina presumió la detención de 28 delincuentes “autoproclamados” del Cártel Jalisco, el pasado fin de semana, Rodrigo Reyes más bien decidió abrir otro flanco de conflicto.
Se trata de la “advertencia”, desde la Secretaría General de Gobierno, del uso de la fuerza para la detección y detención de cualquier mujer que asista a la marcha programada este 8 de marzo, con el propósito de “vandalizar” y “violentar”.
Preocupado por la fachada de los comercios del Centro Histórico, y no por la creciente ola del cobro de piso en la capital del estado, la nueva gobernanza en verdad cree que se encuentra en un momento de bonanza política y electoral para limitar el derecho a la libre manifestación.
El tema no sólo responde a una agenda local contra las colectivas feministas, sino a un enfrentamiento desde Palacio Nacional contra un movimiento que ha cimbrado, en distintas ocasiones, los pilares de la Cuarta Transformación.
No obstante, la nueva gobernanza ha hecho suyo ese conflicto, y presionó el botón de polarización previo a la protesta multitudinaria de las mujeres por las diversas violencias que son ejercidas desde el ámbito institucional.
Eso y que quedan resquicios de desafío y represalia en los pasillos de la Secretaría de Seguridad Pública contra las féminas que “vandalizan”. Sin el menor filtro para disimular su disgusto, mañana las corporaciones de seguridad harán una pausa al “año de la paz” con tal de “guardar el orden” que desde hace tiempo no existe en Zacatecas.
Una factura que la General de Gobierno está dispuesta a pagar, aun y cuando su candidato al Senado de la República, Saúl Monreal Ávila intenta, con bastante frustración y enojo, empujar una campaña a contracorriente del apellido que tanto le ha dado, con muy poca credibilidad.