El debate entre aspirantes al Senado de la República, organizado por la vocalía ejecutiva del INE en Zacatecas este jueves, parecía una buena oportunidad para que Saúl Monreal Ávila demostrara que es un político al que distinguen “su intuición, su sentido político y su sensibilidad”.

Así lo retrató su hermano Ricardo Monreal Ávila, durante una entrevista en un medio de comunicación local, previo a un compromiso al que el Cachorro prefirió eludir para no enfrentarse a Claudia Edith Anaya Mota y Miguel Torres Rosales, los candidatos que en algunas encuestas incluso superan a su rival guinda.

Las cosas no van muy bien en la campaña del edil de Fresnillo con licencia. Horas antes del debate, en redes sociales se conoció una conversación en un grupo de WhatsApp de nombre “Equipo RITA Presidenta”, en el que dan una instrucción para cambiar el curso de la campaña.

De acuerdo con la información ahí vertida, la operación de Saúl en el municipio que gobernó tendría que enfocarse en “quitarle votos a Chuy Badillo, porque estos son los sufragios con los que podría ganar Javo Torres. A lo que, sentencia uno de los miembros del grupo, “por orgullo no se puede permitir que nos gane el Badillo (sic).

Luego explica la forma en que procedería la movilización: “Todos los apoyos de presidencia se van a entregar en el distrito 6, a partir de hoy hasta las votaciones”.  Ya habíamos explicado en una columna anterior cómo los brazos del ayuntamiento se han extendido en Fresnillo para retener el triunfo, a estas alturas, bastante difícil.

El panorama se complica aún más con la incursión de los grupos del crimen organizado, a dos semanas de la elección, en un territorio conflictivo como lo ha sido ese municipio, en el que recientemente el Cártel de Sinaloa mostró su poder de contención y respuesta a los operativos de la nueva gobernanza.

Empero, pese a la invitación del órgano electoral, ni Saúl Monreal Ávila, ni su compañera de fórmula, Verónica del Carmen Díaz Robles, se interesaron en defender el proyecto político que dicen representar. Por ende, no dieron la cara por los “resultados” que había presumido Ricardo Monreal un día antes.

Y, hasta el momento, tampoco han confirmado su participación en la próxima mesa de diálogo a la que convocó la COPARMEX en Zacatecas, el 22 de mayo, con la finalidad de generar un nuevo espacio de debate. La falta de exposición los retrata vulnerables frente a un panorama de incertidumbre electoral.

No hay otra forma de entender el “desinterés” y la “apatía” de ambos candidatos por desvincularse de estos ejercicios, que son naturales en cualquier proceso electoral. En primer lugar porque no hay una “fórmula” conjunta como tal, y en segundo, porque los intereses de cada uno chocan en un margen de tiempo al 2027.

Ni Saúl va a meter las manos por su excuñada, ni Verónica va a prestar la estructura del Bienestar, tiempo y narrativa, a su rival de fórmula. Esa es la instrucción que se ha girado a los servidores de la nación en los 58 municipios: ni una sola mención a Saúl, y ni un solo apoyo a su nombre.

Un tema que escapó al senador Ricardo Monreal, pese a que tienen conocimiento de la diferenciación del voto que esto provocará el 2 de junio, y que puede llevar a Saúl a quedar fuera del Senado. En dicha diferenciación también se encontrarían los bien conocidos rivales de “la secta” bienestarista.

Soledad Luévano, Ernesto González, Bennelly Hernández, Ulises Mejía, y todos aquellos perfiles que siempre han rivalizado con la delegada de programas sociales, no escapan de quedar en esta línea de aislamiento para impedirles captar una parte del voto duro de Morena, en una elección presidencial.

Aquí se ha insistido, desde hace meses, en la posibilidad de encontrarnos en un escenario de esta magnitud, en el que Verónica Díaz limite de una vez el futuro político de sus contrincantes al plegar la estructura del Bienestar únicamente a las candidaturas que llevan su visto bueno.

A 16 días de que la ciudadanía ejerza su principal derecho político, lo que nos queda esperar son los espectaculares “cierres de campaña”, sin mucho contenido. Después de eso todo dependerá de la operación en territorio para conocer quién traicionó a quién, y cómo quedará el mapa político local de cara al 2027.


#Casualidades: Aunque intenten minimizarlos, la pelea electoral en Guadalupe comienza a presentar síntomas de descomposición institucional. Con la destitución de Natalia del Muro en la contraloría, el panorama es de conflicto abierto.

Primero irrumpieron en sus oficinas de manera furtiva, y luego la removieron de sus funciones, como lo planearon José “Títere” Saldívar y José Alejandro Zapata Castañeda, para intimidar al equipo de Roberto Luévano Ruiz.

Tarde o temprano, los acuerdos que mantenían representación del candidato priista en el ayuntamiento habrían de estorbar a los intereses de Julio César Chávez Padilla y sus súbditos a control remoto.

La respuesta de Roberto debería de venir en el próximo debate de aspirantes a la presidencia de Guadalupe, este sábado 18 de mayo. Ese ejercicio al que, muy probablemente, José “Títere” Saldívar decida no asistir.

Roberto debería dejar constancia de su distanciamiento del grupo INDECO, pues la señales son muy claras: no hay posibilidad de tránsito ni acuerdo, y los compromisos se han dejado de cumplir para debilitar sus posiciones internas.

No será el único que aproveche la fecha, pues el candidato del PT-PANAL-PES, “Tito” Méndez, hace tiempo espera los reflectores que le puede dar ese ejercicio para poner énfasis en el entramado de corrupción que dejó aquel prófugo de la justicia.

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