La primeras coordinaciones de bancada que se definieron previo al inicio de los trabajos de la LXV Legislatura, fueron las de Morena y del Verde Ecologista. A dicha reunión para dar los anuncios había convocado David Monreal Ávila, el pasado miércoles por la tarde, cuando entregaría las indicaciones iniciales a esos dos grupos parlamentarios.

En los salones del Palacio de Gobierno, David presentó oficialmente frente a su gabinete a Jesús Padilla Estrada como coordinador de los guindas, mientras que Lyndiana Elizabeth Bugarían Cortés fue designada para la fracción Ecologista, que integrará junto con el expriista José Luis González Orozco y Georgia Fernanda Miranda Herrera.

Ambos llevan la encomienda de mantener comunicación permanente con David, para conocer el clima político legislativo. Y, sin mencionarlo abiertamente, “Lyndi” también sostendrá línea directa con la senadora Verónica del Carmen Díaz Robles para equilibrar la balanza de poder.

La exdelegada de programas sociales en Zacatecas tendrá tiempo suficiente para vigilar lo que suceda en el Congreso local, pues no se prevé que participe en ninguno de los órganos de gobierno de la Cámara Alta. Se incrustará de manera ordinaria, junto con su excuñado Saúl Monreal Ávila, al trabajo de comisiones.

Lejos de la JUCOPO en el Senado cualquiera de ellos dos, tendrán pretexto para invertir tiempo en Zacatecas en aras de que se concrete su sueño dorado. Un anhelo que podría concluir tempranamente en cuanto Claudia Sheinbaum Pardo empuñe el mando constitucional del gobierno y reordene las delegaciones del Bienestar.

Empero, previo a la sesión de instalación de este sábado, David advirtió a las y los diputados del bloque Morena-PVEM que preferiría romper el pacto que sostuvo hasta el mes de agosto con el PRI-Mor, pues aunque le ayudó a enderezar las iniciativas que procesó en el último tramo de la LXIV Legislatura, su mandato inició con 17 diputados oficialistas que poco a poco fueron desertando.

En menos de un año, ese poder mermó con las renuncias y las divisiones internas que únicamente reflejaban lo que sucedía (y sucede) dentro de la nueva gobernanza. Hoy, aquel bloque lo integran únicamente 14 legisladores, mientras que el PRI, PAN, PRD, PT, MC y PANAL inclinan la balanza con 16 curules.

Al corte de esta columna, en el Revolucionario Institucional marcaron como fecha límite para definir la coordinación de bancada hasta las primeras horas del 7 de septiembre, aunque se mostraban confiados en que durante este viernes pudieran acomodar las calabazas que se desacomodaron en los últimos días.

Tiene que ver con la sugerencia que realizó Isadora Santivañez Ríos a Artemio Ultreras Cabral, en cuanto a que, como presidente del PRI, Carlos Aurelio Peña Badillo “no debía” asumir la coordinación de bancada, pues jugaría como juez y parte dentro del próximo proceso interno del partido rumbo a la elección del 2027.

Desconocía tal vez la aspirante derrotada en el distrito de Loreto, que Peña Badillo ya contaba con el nombramiento que le extendió Alejandro Moreno Cárdenas posterior a la votación con la que se reeligió el de Campeche al frente del Comité Ejecutivo Nacional, y luego se estrenó como coordinador de bancada tricolor en el Senado.

En las últimas horas Peña Badillo cumpliría la encomienda de su líder nacional, y de Miguel Alejandro Alonso Reyes, de componer la comunicación y los acuerdos también con José David González Hernández, en cuanto “Chemita” ha reclamado los atropellos del propio alonsismo que vivió durante el pasado proceso electoral.

Dentro del PAN, PRD y PT no habría muchas incógnitas. Todo parece apuntar a que Pedro Martínez Flores encabezará nuevamente a la bancada albiazul, mientras que Alfredo Femat Bañuelos tomará la batuta del partido de la estrella. Y en el PRD, las probabilidades se inclinaban -hasta el momento- por María Elena Canales Castañeda.

Ana María Romo Fonseca alternaría con Marco Vinicio Flores Guerrero los asientos tanto en la Junta de Coordinación Política como en el Órgano de Administración y Finanzas. Un escenario muy distinto al que le espera a la aliancista Karla Esmeralda Rivera Rodríguez, pues se queda sin bancada.

La gran incógnita vendrá en la sesión inaugural de la LXV Legislatura, una vez que la Comisión Instaladora tome protesta a sus nuevos integrantes y de forma secreta elijan la primera Mesa Directiva (con las excepciones que impone el artículo 121 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo) que acompañará a David Monreal en su tercer informe de gobierno.


#Casualidades: Después de haber cumplido una jornada laboral de 24 horas por 48 de descanso, Rafael García García abandonó sus tareas de vigilancia para dirigirse a su domicilio, dentro de la colonia El Orito, de la capital del estado.

Pasaban las once de la noche cuando a “Rafita” (como lo conocen sus colegas) lo alcanzaron distintas balas del fuego cruzado que se vivió el pasado lunes, a causa del enfrentamiento de grupos de la delincuencia organizada en aquel perímetro.

Su estado de salud no ha mejorado desde la madrugada del martes, ya que varios impactos de proyectil han complicado la posibilidad de estabilizar sus órganos vitales, y su familia únicamente ha recibido ayuda y apoyo de sus colegas de trabajo.

“Rafita” se encontraba adscrito a la Jefatura de la Oficina del Gobernador (ese que dice que se logró la pacificación de Zacatecas), cuando fue readscrito a la Secretaría de Administración, de Verónica Yvette Hernández López de Lara.

Por ello recibió “bono” de nómina, a cambio de que la de Administración lo trasladara, junto con otros tantos trabajadores de distintas áreas de gobierno (muchos de ellos en los talleres de la Oficialía), a realizar tareas de “velador”, “guardias” o “recepcionistas”.

Para ahorrarse unos pesos en la renta de empresas privadas de seguridad, la nueva gobernanza obligó a su plantilla a realizar esas labores. Fue así como “Rafita” García, al concluir un horario laboral extenuante la noche de este lunes, quedó atrapado en el clima de inseguridad en el “Año de la Paz”.

Carlos Alberto Zúñiga Rivera insiste a sus empleados “no hacer olas” para que no se sepa de lo que ocurrió a Rafael. La respuesta de la plantilla, sin embargo, fue organizar una colecta para los gastos médicos de su compañero y no disimular la rabia e indignación por la indiferencia de lo que ocurrió al vigilante. El hartazgo empieza a desbordar al propio David Monreal incluso en su oficina.

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