Una nueva vendetta contra los trabajadores de la nueva gobernanza se encuentra lista para desplegarse desde la Coordinación General Jurídica. No es otra cosa que la reedición de los despidos masivos que ordenó David Monreal Ávila al inicio de su “gobierno”, el 21 de septiembre del 2021.
Un año atrás, en noviembre del 2023, Ángel Manuel Muñoz Muro estableció mesas de trabajo con la secretaria de Administración, Verónica Yvette Hernández López de Lara, para llevar a la LXIV Legislatura la reforma a la Ley del Servicio Civil del Estado, que pretendía facilitar los procesos administrativos de rescisión contractual.
Dijimos entonces que, después de algunas reuniones en el despacho de Verónica Hernández, y bocetado el nuevo proyecto de ley, la encargada de las compras (junto con César Deras Solano y Carlos Alberto Zúñiga Rivera) decidió tomar unas “merecidas” vacaciones -en calendario laboral- por el viejo continente. Dejó sin pendientes, eso sí, la lista del personal -por área y dependencia- que sería despedido en aquellos meses.
Antes de que la titular de Administración partiera en un vuelo a París, la decisión se había tomado y sólo dependía de que las reformas legales ingresaran en el paquete económico 2024 que fue discutido y votado el pasado mes de diciembre. Sin embargo, el pésimo cabildeo y la actitud del coordinador jurídico tumbaron la iniciativa.
Esta tuvo que ingresar en el periodo ordinario siguiente, y alcanzó vigencia el pasado 1 de agosto. Por ende, a toda la plantilla laboral que se contrató previo al 31 de julio de este año, aquellas modificaciones no les podrá ser aplicable. Lo que nos lleva a un escenario idéntico al de septiembre del 2021.
De nueva cuenta, quienes encabezan la chapuza legal son ni más ni menos que “el ángel de la muerte” (o el “ángel del olvido” dada su situación actual en la nueva gobernanza), y la directora de estudios legislativos, Norma Esparza Castro, que entonces se veía como magistrada gracias a su servilismo.
Recordemos que en el Tribunal de Justicia Laboral Burocrática actualmente persiste un conflicto debido a que el pleno únicamente se encuentra integrado por dos magistrados: Juan Carlos Flores Solís y Marla Rivera Jaureguí. Ambos juez y parte por haber participado en áreas jurídicas del gobierno estatal en otras administraciones.
El tercer en discordia es Glafiro Esparza Castillo, Secretario General de Acuerdos que, por ley, sube al pleno cada que hay que desahogar expedientes sin que pueda influir en las decisiones de ambos magistrados que normalmente coinciden con la línea que reciben desde la Coordinación General Jurídica.
Glafiro, junto con ambos magistrados y sus coordinadores de ponencias, al día de hoy acumulan cuatro meses sin recibir salarios debido a que en la Secretaría General de Gobierno, por presiones de la Coordinación Jurídica, no han autorizado la ampliación presupuestal que necesita el Tribunal para llevar con normalidad sus actividades.
En los primeros días del mes de octubre aquí consignamos la denuncia pública de Esparza Castillo contra el “ángel del olvido” por diversas presiones en su contra debido a que no “ayudaba al gobernador” a facilitar que los laudos del TJLB favorecieran al patrón y no al trabajador, como es la pretensión de David Monreal. Eran los días en que Ángel Muñoz intentaba imponer a Norma Esparza como magistrada en ese Tribunal.
De ahí surgió la última iniciativa de reforma en la materia que incluyó hace unas semanas el diputado Eleuterio Ramos Leal, que busca ocupar la vacante pendiente del todavía magistrado Jesús Bautista Capetillo (gracias a un amparo) designando al secretario de estudio y cuenta de mayor antigüedad.
Y, en un segundo momento de esa misma iniciativa, llamar la atención a la nueva gobernanza para que concluya los compromisos financieros que mantiene con el TJLB. Curiosamente, Juan Carlos Flores ni Marla Rivera han hecho reclamo alguno, pues también llevan asuntos laborales en paralelo como medio de subsistencia.
En toda esta maraña de procesos administrativos y presiones políticas desde la nueva gobernanza es que recaerá la segunda ola de despidos masivos. Comenzarán por el personal de contrato a quienes pretenden negarles el derecho a buscar la reinstalación en la fuente de empleo, como lo planearon Ángel Muñoz y Verónica Hernández.
Lo que más llama la atención es el silencio de los líderes sindicales tanto en la burocracia como en los gremios magisteriales. Preocupados por la grilla interna, Israel Chávez Leandro, Oscar Castruita Hernández, Soralla Bañuelos de la Torres, y las demás cabecillas gremiales, permanecen en la anomia total.
Así que, si usted es trabajador de contrato o de base prepare sus finanzas para un cierre de año inclemente patrocinado por David Monreal, el “ángel del olvido”, y Norma Esparza Castro. La historia es cíclica y los veremos repetir el ridículo que tantos costos políticos les sembró entre su base laboral al inicio de este sexenio.
#Casualidades: A petición de Jorge “Monreal” Miranda, las tiendas de conveniencia Oxxo en la capital del estado pagaron sus permisos al ayuntamiento “en especie”, y sin dejar rastro alguno de la liquidación de sus adeudos.
Así le confesaron los representantes de la cadena de tiendas de conveniencia regiomontanas al presidente Miguel Ángel Varela Pinedo, al no encontrar registros de los pagos de permisos de venta de alcohol durante la entrega recepción.
Resulta pues que Jorge “Monreal” solicitó a los empresarios del norte que, para no afectar sus bolsillos, se pusieran al corriente con su ayuntamiento liquidando las cuotas pendientes a través de ciertos “insumos” que utilizaría más adelante en su fallida campaña a la reelección.
Estos “insumos” consistían en una cantidad superior a los 4 millones de pesos en pintura y materiales para el mantenimiento de estructuras y edificios públicos (o pinta de bardas, como se le llama coloquialmente) ¡en pleno año electoral!
Lo de menos era afectar la recaudación municipal que tanto presumía el presunto “genio” de las finanzas… que lo fue, pero para desaparecer dinero público y hacerlo aparecer en sus cuentas y negocios personales.
El próximo 4 de diciembre el ayuntamiento de Zacatecas dará a conocer los resultados de la funesta entrega-recepción que ordenó Jorge “Monreal” con ayuda de su fiel amigo Raúl Brito Berumen.
Ésta y otras anécdotas se harán públicas del que aún sigue esperando, en sus aposentos jaliscienses, que le entreguen la Secretaría de Finanzas. Veremos si para esas fechas David Monreal todavía piensa rescatarlo de su vida laboral “desocupada” (en el servicio público).